Extrabajadora de Maipú detalla el estilo Barriga: «Hacía sentir terror a los funcionarios»

Alejandra Bustamante trabajó durante más de dos décadas en la Dirección de Control de la Municipalidad de Maipú, desde donde fue despedida el 2019 por la administración de la entonces alcaldesa Cathy Barriga, quien como independiente apoyada por la UDI ganó la elección municipal el 2016. Dos años antes, la cónyuge de Joaquín Lavín León había empezado a cimentar el camino para alejarla de sus funciones, al suspenderla de su cargo el 2017, según la misma afectada relata en entrevista con El Desconcierto.

«Empezó a hostigar a todos los funcionarios que venían de administraciones anteriores», recalca.

Consultada respecto de la gestión de la otrora jefa comunal, hoy con arresto domiciliario total por 120 días acusada de fraude al Fisco por un histórico monto que bordea los $31.000 millones, además de falsificación de instrumento público, Bustamante entrega una serie de detalles de su modus operandi.

«Fui la persona que presentó la primera querella, que fue con el tema de Andrea Monsalve. Me parecía impresentable que se pagaran recursos a una (funcionaria a) honorario que no estaba asistiendo. Por la razón que fuera, pero que estaba posteando fotografías fuera de Chile como si no tuviera ningún problema… en ese minuto estábamos en pandemia, habían muchos recursos que debían focalizarse para asistir adultos mayores, a niños y, sin embargo, se estaban destinando en pagar honorarios que no correspondían», asegura aludiendo a la acusada de falsear su título de periodista y que desde la cuestionada administración terminó recibiendo sobre $95 millones por una labor no ejercida entre 2016 y 2020.

Lo anterior producto de que quien fuera el brazo derecho de Barriga se ausentó de sus labores presentando licencias médicas reiteradas por más de 1.700 días tras tener un conflicto con la jefa comunal que habría terminado con Monsalve abofeteada por la entonces autoridad.

«Empecé a levantar la voz»

Pero hay más. Porque según el relato de Bustamante, ella también fue víctima de Barriga, a quien decidió denunciar por hostigamiento ante Contraloría, el año 2017.

«Fueron dos momentos en los cuales se hacen distintas denuncias, yo ocupé todas las herramientas que los funcionarios tenemos disponibles, porque como funcionaria fui a la Achs (Asociacion Chilena de Seguridad) a mostrar el hostigamiento del cual estaba siendo víctima. Pero como las entidades le piden informes a la municipalidad, le pidieron los informes a la gente que respondió al antojo de ellos», agrega.

Siguiendo con su relato, Bustamante detalla cómo procedió luego. «Hice la denuncia por hostigamiento a Contraloría, que curiosamente no lo advirtió, no advirtió nada de todos los sumarios, según la Contraloría como no se meten en el fondo, porque ellos mismos contestan que no les corresponde ver el fondo de las situaciones, entonces estaban apegados a la a la norma», complementa.

En su despliegue la ahora exfuncionaria de Maipú relata que se contactó «con los diputados del distrito (…) para dar cuenta de la situación que se estaba viviendo, que estaban viviendo los funcionarios a honorarios, de planta y contrata».

Su manera de abordar el tema incomodó a la administración Barriga, cuenta luego. «Les molestó, porque yo empecé a levantar la voz. Fui a la Comisión de Género del Senado a relatar lo que se estaba evidenciando y luego, por supuesto, al ser yo también víctima de sumario, hice mis presentaciones como corresponde a Contraloría y a todas las instancias que corresponden para dar cuenta del oficio de un proceso», detalla.

Amenazas veladas

«Incluso me enteré extraoficialmente que uno de los abogados que trabajaba en jurídico en ese momento, le cuenta a alguien de ahí que Cathy Barriga había dado instrucciones expresas de que a mí me tenían que sacar como fuera», asegura respecto de los planes que tenía para ella la exchica «Mekano».

Sin embargo, complementa, «lo que desconocía es que yo era funcionaria de carrera, había trabajado con distintos alcaldes, venía desde el año 96′ trabajando en el municipio y nunca había sido sancionada, ni con un sumario ni con malas notas, o sea, solamente ella no podía trabajar conmigo».

Consultada respecto del estilo de trabajo de la figura allegada a la UDI, Bustamante es categórica. «Cathy Barriga se relacionaba con los funcionarios a través de terceros, a través de gente de su equipo. Y a través de ellos llegaban distintas amenazas veladas. Incluso me comentó en su momento la funcionaria Giovanna Nogales que por no autorizar la factura de una capacitación que se hizo en Pucón, Luis Japaz», asesor y estrecho colaborador de la entonces alcaldesa, «la amenazó y le dijo: ‘te vas a arrepentir'».

«Y le levantaron un sumario y la terminaron destituyendo, o sea las amenazas se cumplían de distintas formas, como hacer sentir terror a los funcionarios, y los que levantábamos la voz nos veíamos amedrentados», agrega.

Alejandra Bustamante- Cedida

«Se sentía superior a todos»

Malas formas que al parecer eran la impronta de Barriga, a las que apelaba con quien hubiera pertenecido a administraciones anteriores y no suscribiera este nuevo y particular estilo de liderar un municipio. «Era un trato donde ella se sentía en todo momento superior a todos en municipalidad. Se sacaba fotos como que era la princesa del castillo, incluso los talleres de cultura y los talleres en infancia cambiaron a una temática de ‘taller de princesas’, como si las niñas necesitaran un taller de princesas cuando nosotros estábamos trabajando justamente temas de equidad de género y de educación no sexista en los distintos colegios y en los distintos ámbitos de la educación en las oficinas de niñez», pormenoriza Bustamante.

«Sin embargo, terminaron regalándose muñecas, peluches, que es todo lo que uno no quisiera trabajar en el área niñez, porque uno lo que busca es que tengamos niñas y niños que piensen y sean tratados de igual forma y que crezcan siempre desde una perspectiva y un enfoque de derecho», agrega.

«Cómo se relacionaba con nosotros, era siempre a través de la amenaza y siempre viendo que la municipalidad era algo de ella. Celebrar cumpleaños personales en dependencias municipales, no sé si la municipalidad esté para eso, sobre todo en un período de pandemia donde las prioridades y las necesidades (eran otras), la gente se estaba enfermando y se estaba muriendo», profundiza.

«Proveedores incluso llegaron a quebrar»

Respecto de las arcas municipales, un tema que mantiene a Barriga con arresto domiciliario total, Bustamante cuenta que «los proveedores llamaban permanentemente a la municipalidad preguntando por sus pagos, los pagos que salían siempre atrasados. Durante años se había trabajado en un proceso de modernización para poder pagar las facturas a 30 días y acá llegaron a pagarse después de un año y muchas facturas quedaron sin pagar».

De hecho, asegura, «hay proveedores que incluso llegaron a quebrar porque son pequeñas pymes que, obviamente, no resisten un contrato que no les retribuya el pago por sus servicios»

Considerando todo este contexto, Bustamante se refiere a la medida cautelar que desde este jueves pesa sobre Barriga. «Es una señal errática para Chile en general, porque hoy lo más importante es que todos los actos de corrupción sean combatidos, no importa de donde vengan», sostiene.

«No me equivoqué, creo que hoy aparentemente hay una justicia para uno, y otra para otros. Por el monto de lo defraudado, es grave, es delicado porque la defraudación no tiene que ver sólo con llevarse los recursos para la casa, tiene que ver con el daño que se le hace al patrimonio público y eso es lo que está en cuestionamiento. Cuando se toman decisiones en materias de gestión y son decisiones erráticas que le generan un desmedro a una institución, eso no puede ser solamente ‘no lo vuelvo a hacer’, tiene que haber severidad en la sanción», concluye Bustamante.