La Contraloría General de la República (CGR) zanjó la polémica que levantaron parlamentarios de derecha, luego de conocerse las reuniones que diversos ministros de Estado sostuvieron con empresarios y otras personalidades, en la casa del lobbysta Pablo Zalaquett.
Luego de estas citas en domicilio del que anteriormente fuera alcalde de la Florida y Santiago y militante de la UDI, diversos parlamentarios hicieron requerimientos, acusando que no fueron ingresadas a la Ley de Lobby.
Las acusaciones fueron vertidas por Francisco Pulgar y Rubén Oyarzo (PDG); los republicanos José Meza y Benjamín Moreno; los RN Jorge Durán, Mauro González, Sofía Cid, Carla Morales, Andrés Celis, Frank Sauerbaum, Hugo Rey y Miguel Mellado y el independiente pro Chile Vamos Leónidas Romero.
El argumento de los parlamentarios de oposición era que los ministros, dentro de los cuales estaba Carolina Tohá, Jeannette Jara y Maisa Rojas, entre otros, no dejaron constancia de las reuniones, los temas y los protagonistas en sus respectivos registros de agenda pública,
A juicio de los diputados y diputadas de derecha, “se vulneraba la ley N° 20.730, que regula el lobby y las gestiones que representen intereses particulares ante las autoridades y funcionarios”.
Contraloría tajante
Sin embargo, la CGR desestimó las acusaciones. “La Contralora (S) señala que el artículo 2 N° 1 de la ley N° 20.730, define el lobby como aquella gestión o actividad remunerada, ejercida por personas naturales o jurídicas, chilenas o extranjeras, que tiene por objeto promover, defender o representar cualquier interés particular, para influir en las decisiones que, en el ejercicio de sus funciones, deban adoptar los sujetos pasivos (ministros)”.
En consecuencia, a juicio del órgano contralor, no consta que en tales reuniones se hubieren requerido u obtenido decisiones que deban registrarse de acuerdo a lo dispuesto en la Ley de Lobby.
“No todas las actividades de los sujetos pasivos están reguladas por dicha ley, ni todas las audiencias o reuniones que estos sostengan deben anotarse en el registro de agenda pública, sino sólo aquellas que importen una actividad de lobby o de gestión de intereses particulares”.
Sin ir más lejos, CGR concluyó que las reuniones “constituían trabajo en terreno, o de representación propios del cargo, y que no configuraban actividades que deban registrarse en la agenda pública de lobby”.
Temas tratados en reuniones
Además, para dejar más en claro su rechazo a los requerimientos de parlamentarios de oposición, Contraloría detalló los temas tratados:
- Situación de sequía en el país
- Momento político del país
- El futuro de la alianza de Gobierno y la estrategia del Ejecutivo en materia de seguridad
- Situación del sistema de pensiones y perspectivas de reforma
- Situación país, la actividad y los desafíos de nuestro sector
- Contexto global
- Cambio climático y pérdida de biodiversidad
- Visión (…) sobre la industria de salmonicultura
“En consecuencia, a la luz de lo sostenido en los precitados dictámenes, referidos a situaciones de similar naturaleza, y teniendo presente el principio de certeza jurídica, la Contralora (S) concluye que no resulta posible observar las omisiones de registro que se reclaman en base a una interpretación administrativa distinta a la aplicada en la jurisprudencia obligatoria que esta Entidad de Control mantenía vigente para toda la Administración al momento de la ocurrencia de tales hechos”, cerró CGR.