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TECHO y su desafío 2.0 en Viña post tragedia: Hoy comienza a levantar las primeras 50 casas

Por: Carolina Ceballos | Publicado: 21.02.2024
TECHO y su desafío 2.0 en Viña post tragedia: Hoy comienza a levantar las primeras 50 casas Los trabajos son incesantes en la zona de catástrofe | TECHO
«Lo que se experimenta en terreno es difícil de traducir en palabras. A diferencia de otros eventos catastróficos, un incendio tan violento y masivo como este no deja prácticamente nada”, testimonia Benjamín Donoso, capellán de la fundación, relevando la envergadura de la tragedia en la Región de Valparaíso que los mantiene desplegados en terreno, ad portas del levantamiento de las primeras viviendas TECHO.

Constatada la envergadura de la tragedia generada en la Región de Valparaíso a comienzos del mes en curso, como consecuencia de los devastadores e históricos incendios forestales, una de las entidades que se puso rápidamente detrás de los urgentes trabajos para ayudar en las complejas labores derivadas de una emergencia de estas características fue TECHO-Chile, desde donde Benjamín Donoso, su capellán, conversó con El Desconcierto acerca de esta desafiante labor para ir en ayuda de sus miles de damnificados.

Consultado respecto del real nivel de afectación en la zona, el sacerdote jesuita es categórico. «Los incendios en la Región de Valparaíso son una tragedia de una magnitud que no habíamos visto en los últimos años, y cuyos efectos seguimos dimensionando, probablemente los más grandes después del terremoto del 27F del 2010″, comenta en el inicio de su diálogo con nuestro medio, alineado con las declaraciones del Presidente Gabriel Boric una vez desatada la catástrofe.

«Ha sido especialmente complejo el hecho que la mayoría de las viviendas siniestradas son parte de áreas urbanas densamente pobladas, y en zonas con muchas laderas y quebradas, lo que inicialmente hizo difícil las tareas de ubicación de personas perdidas y recuperación de fallecidos, labores de despeje y catastro de damnificados», complementa.

Siguiendo con su testimonio acerca de lo que se vive a pocos kilómetros de la capital, Donoso comenta que «lo que se experimenta en terreno es difícil de traducir en palabras. A diferencia de otros eventos catastróficos, un incendio tan violento y masivo como este no deja prácticamente nada. Las personas se ven despojadas de todas sus pertenencias, del hogar que han construido por años de esfuerzo y objetos que tienen un valor emocional y personal, además de incorporar un evento brutalmente traumático a su historia de vida».

«Abordar esta emergencia en terreno hace la diferencia, pues permite aquilatar la pérdida y el desafío que implica para las personas volver a levantarse», recalca luego.

Significativa afectación

«Por experiencia vemos que lo mejor de la respuesta a la emergencia ha tenido tres motores: uno, la solidaridad espontánea de miles de voluntarios que acudieron con herramientas, agua y comida, enseres básicos y calidez humana; dos, la fuerza de la organización comunitaria que permiten ir resolviendo las necesidades inmediatas de manera efectiva y personalizada, atendiendo preferentemente a los más vulnerables; y tres, la colaboración de las diversas instituciones, especialmente relevantes las de orden y seguridad que han permitido que las tareas de apagar el incendio, cuidados sanitarios y de despeje avancen de buena manera», detalla.

Posteriormente, cuando lo requerimos acerca del trabajo específico que TECHO está haciendo en la zona de catástrofe, ilustra cómo ha sido el despliegue. «Desde el primer día nos pusimos en contacto con las dirigentas de los campamentos que acompañamos de manera permanente. Comenzamos apoyando con voluntariado en centros de acopio, en los albergues instalados por el municipio y removiendo escombros. La semana pasada terminamos de reconstruir las primeras tres sedes comunitarias de 38 m2, instaladas en los campamentos Monte Sinaí y Naciones Unidas (sector Miraflores Alto)», relata.

¿Por qué? Donoso releva el trabajo mancomunado y bien articulado. «Entendemos lo importante que es la organización y la coordinación entre vecinos, y el diálogo con las autoridades y las distintas iniciativas de ayuda, y la planificación de la rehabilitación habitacional, todo lo cual se hace más necesario que nunca en este momento en que las familias necesitan salir juntas adelante», asegura.

TECHO en terreno-Imagen cedida

TECHO en terreno tras los incendios en Viña-Imagen cedida

«Paralelamente, fuimos levantando información de la afectación general de los campamentos en las zonas donde estos se concentran, tomando distintas comunidades en Achupallas, Villa Independencia, Miraflores Alto, Santa Julia, El Olivar, Villa Hermosa, Chorrillos, El Salto, Reñaca Alto y en la comuna de Quilpué, específicamente en Pompeya sur y Calicheros, conociendo en terreno el grado de afectación, y las necesidades más urgentes de las comunidades», agrega el capellán de la fundación.

Y en relación al nivel de afectación, comparte el registro que manejan. «En base a información levantada por los distintos líderes comunitarios, tenemos una cifra actualizada de 1.987 viviendas de campamentos con daño total o grave. Es importante decir, en todo caso, que no es un levantamiento exhaustivo por hogares, sino la cifra que reportan los distintos dirigentes que residen en el territorio afectado. Respecto de las 26 comunidades donde tenemos intervención permanente en la región, cinco de esas comunidades (que) fueron afectadas, presentan un 80% de afectación en promedio», ilustra.

Las primeras viviendas TECHO

Pero como luego de la tragedia el desafío es apelar a la resiliencia y apuntar a la urgente reconstrucción, el capellán de TECHO hace un relevante anuncio. «Sobre construcción de viviendas transitorias, este miércoles 21 de febrero llegan hasta la Región de Valparaíso cerca de 150 voluntarios de las regiones Metropolitana y de Valparaíso para comenzar la construcción de las primeras 50 viviendas de emergencia de TECHO. Esto se realizará en Monte Sinaí y esperamos que los trabajos se completen el jueves 29 de febrero.

«Para el 26 de febrero esperamos entre 250 y 300 voluntarios que viajarán desde La Araucanía, Los Ríos, Los Lagos y Biobío, quienes levantarán 70 viviendas más. Esperamos que estos trabajos sean un aporte sustantivo a la necesidad de una respuesta ágil en habitabilidad que miles de familias necesitan», sincera Donoso.

¿Cómo han visto en terreno el despliegue de la autoridad local y central tras los incendios?, le consultamos a renglón seguido. «En general el despliegue ha sido efectivo. Las labores de seguridad y orden público (las) han cumplido las Fuerzas Armadas, Carabineros, PDI, Servicio Médico Legal y otros. También se vieron activos la Defensa Civil y diversas brigadas brindando apoyo in situ. Todo esto han sido esencial para apagar el incendio y facilitar las tareas de retiro de escombros», comenta al tiempo que asegura que, además, «ha entregado ese primer apoyo directo a las personas afectadas, que es fundamental».

«La Municipalidad de Viña también se ha visto superada por la escala de este desastre. Ellos mismos tuvieron numerosas personas de sus equipos que perdieron sus casas e, incluso, familiares, lo cual complejizó su respuesta por estas lamentables circunstancias. Aún así se les ha visto en terreno repartiendo bienes básicos, y en la labor fundamental de aplicar la ficha FIBE (Ficha Básica de Emergencia) que están permitiendo tener la información certera a nivel de hogar para el otorgamiento de bonos de recuperación y otras ayudas tempranas», agrega.

Benjamín Donoso, capellán de TECHO-Chile

Benjamín Donoso, capellán de TECHO-Chile

El despliegue del Ejecutivo

«Paralelamente, el gobierno ha activado diversas mesas interministeriales con el objetivo de abordar de manera integrada y efectiva la reconstrucción, poniendo énfasis en la mirada macro, que es muy necesaria y que, efectivamente, representa una oportunidad de crear ciudades más justas y humanas», ilustra Donoso.

Respecto a la ayuda temprana en vivienda, asegura el capellán de la fundación, «la semana pasada el Presidente (Gabriel Boric) anunció diversas soluciones transitorias, entre ellas, la instalación de viviendas transitorias. Valoramos esta medida, ya que creemos que es un primer refugio fundamental para que las familias puedan estabilizar mínimamente la vida para permitirles levantarse poco a poco».

«En los diálogos que hemos participado como TECHO-Chile ha estado presente la voluntad de las instancias de gobierno para coordinar acciones con organizaciones de la sociedad civil. Sin embargo, vemos con preocupación la demora en las respuestas en materia de habitabilidad de emergencia, en que organizaciones como la nuestra están a disposición y pueden trabajar de manera colaborativa con el Estado para entregar una respuesta más ágil a los hogares afectados», dice relevando una significativa arista de la desafiante labor post catástrofe.

Apoyo a quienes no acceden a ayuda estatal

¿Cuál es el llamado de Techo a la gente a colaborar?, le preguntamos luego a Donoso, quien apunta a la campaña ‘Arriba Chile: Juntos nos levantamos’. «Nuestro objetivo es convocar al mayor número de personas con aportes, compartiendo y sumándose a la reconstrucción. Nuestra respuesta está enfocada en que ninguna familia afectada quede fuera del apoyo que debemos brindar como sociedad en general con la responsabilidad mayor del Estado, en particular, para coordinar estas acciones urgentes», destaca.

«Por experiencia sabemos que habrán hogares que quedarán fuera de las soluciones que brinda el Estado u otras instituciones.​​ Nuestra acción está especialmente orientada hacia estas familias que encuentran mayores dificultades para volver a levantarse», comenta acerca del enfoque de la fundación.

Se trata de un desafío no menor establecido en función de la envergadura de lo sucedido. «Nuestra meta es muy alta dada la magnitud de esta catástrofe. Calculamos en 2.000 las familias que necesitan desde ya la vivienda transitoria y que cuentan con menos redes para acceder a apoyos y recursos. Día tras día estas familias siguen sin un techo, por eso necesitamos responder como sociedad con urgencia y rapidez a través de una vivienda de emergencia que pueda funcionar como un primer apoyo para ir levantándose», sincera el capellán de TECHO.

Y ante tan titánica misión, anticipa el trabajo que tienen proyectado. «Durante los próximos días estaremos haciendo convocatorias de construcción de viviendas de emergencia para jóvenes. Hay muchos deseosos por llegar con sus palas y martillos a trabajar por los afectados, haciendo concreta la solidaridad y fraternidad en estos momentos. Este miércoles comienza la primera tanda de voluntarios a construir viviendas de tránsito y la meta es levantar alrededor de 120 en el transcurso de las dos semanas que vienen», concluye.

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