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Los 7 años de huida del militar venezolano secuestrado con rango de asilado político desde 2023

Por: Matias Rojas | Publicado: 22.02.2024
Los 7 años de huida del militar venezolano secuestrado con rango de asilado político desde 2023 Ronald Ojeda Moreno, militar (r) venezolano secuestrado en Chile | Captura de pantalla
Ronald Ojeda, un exteniente del Ejército venezolano opositor al régimen de Maduro, fue secuestrado en la comuna de Independencia en la madrugada del 21 de febrero, tras siete años de exilio que lo habían hecho merecer el rango de asilado político en Chile a finales de 2023.

La madrugada del pasado 21 de febrero, cuatro hombres armados y con copias muy bien hechas de chalecos de la Policía de Investigaciones (PDI) irrumpieron en el departamento de Ronald Ojeda Moreno, ubicado en la comuna de Independencia. Sin mediar palabra, lo esposaron y se lo llevaron en ropa interior en un vehículo Nissan Versa 1.6.

Su pareja, su hijo de cuatro años y su hermana, que vivían con él, quedaron atónitas y según su declaración a la policía lograron distinguir el acento venezolano en los secuestradores.

Así comenzó el último capítulo de la historia de Ronald Ojeda, un exteniente primero del Ejército venezolano que se convirtió en asilado político en 2023, tras haber sido acusado de traición a su patria, rebelión y conspiración contra el régimen de Nicolás Maduro.

Brazalete Blanco

Una historia que se remonta al año 2017, cuando Ojeda participó en un movimiento de militares disidentes que desconocían la autoridad del Presidente venezolano y a quien intentaron derrocar mediante una operación llamada “Brazalete Blanco”.

Una operación que buscaba atentar contra la vida del gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, y luego iniciar una serie de acciones violentas que incluían el asalto a varios puestos militares, la liberación de presos políticos y el asesinato del propio Nicolás Maduro.

El plan fue frustrado por los organismos de inteligencia del gobierno, que detuvieron a varios de los implicados, entre ellos Ojeda, el 25 de marzo del 2017.

Cárcel de Ramo Verde

Ojeda fue recluido en la cárcel militar de Ramo Verde, donde sufrió torturas y maltratos, según denunció su familia. Allí, permaneció 249 días, hasta que el 30 de noviembre de ese mismo año logró escapar, junto a otros 11 militares, aprovechando una salida a un tribunal.

La fuga no fue fácil y tuvo consecuencias. Uno de sus compañeros, el teniente Rafael Arreaza, murió a manos de las fuerzas de seguridad que los perseguían. Otros fueron recapturados o se entregaron. Solo Ojeda y otros tres lograron evadir el cerco.

A través de una entrevista telefónica al programa Factores de Poder, el mismo día del escape, el militar detalló la operación: “Teníamos alrededor de un mes planificando ya este escape”, aseguró.

“La policía nacional abrió contra nosotros, pero no herimos a ningún funcionario de Ramo Verde ni a ningún policía. Solamente los tomamos como rehenes, los apuntamos con las armas y nos dimos a la fuga con el vehículo y unos armamentos, pero no herimos a ninguno de ellos”, agregó. Para luego cerrar con un sucinto: “nos vamos ahorita en ruta hacia donde nos vamos a mantener escondidos por un tiempo”.

Llegada a Chile

Ese tiempo se transformó en varios meses, hasta que por fin consiguió salir de Venezuela por vías irregulares.

Su destino fue Chile, donde hay indicios de su llegada en 2018, gracias a sus redes sociales, desde cuando empezó a tramitar su condición de asilado político que le fue concedida a finales de 2023.

En Chile, Ojeda se reunió con su pareja, su hijo y su hermana, quienes también habían huido de Venezuela.

Allí intentó rehacer su vida donde empezó a ser un activista político, denunciando las violaciones de derechos humanos en su país y apoyando al presidente encargado Juan Guaidó, mostrándose crítico con todas las expresiones de la izquierda latinoamericana.

 

Reciente degradación

A pesar de su arribo a Chile, la persecución no terminó. El 24 de enero de 2024 el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, publicó una lista de 33 exefectivos militares que habían sido degradados y expulsados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) por estar implicados en planes para atentar contra el gobierno.

Entre ellos figuraba Ojeda, a quien se le atribuía el cargo de “técnico en soporte técnico” y se le acusaba de “traición a la patria” y de «conspirar para matar al primer mandatario nacional».

Una decisión que fue directamente ordenada por Nicolás Maduro porque estos militares “no son dignos de pertenecer a nuestras filas”.  «¡Cero tolerancia con los traidores!, ¡Chávez vive… la Patria sigue”, ¡Leales siempre…Traidores nunca!”, cerraba el comunicado.

Incluso, el 19 de febrero, el fiscal general venezolano, Tarek William Saab, entregó nuevos detalles de la operación Brazalete Blanco sobre la participación de civiles y formuló de forma retórica la pregunta de si «el Estado venezolano debería bajar la guardia ante este tipo de hechos«.

Un hito reciente que muestra la importancia en el gobierno venezolano de la incursión del 2017. se preguntó si «el Estado venezolano debería bajar la guardia ante este tipo de hechos».

El 21 de febrero, Ojeda fue secuestrado en Chile. La acción fue denunciada por su familia, por la ONG Foro Penal, y por diversas organizaciones de derechos humanos, que exigieron su pronta liberación y su protección.

Secuestro fue también fue condenado por el gobierno chileno, que activó una alerta a la Interpol, reforzó el control fronterizo y pidió la colaboración del Ejército para dar con el paradero de Ojeda.

Todas las hipótesis abiertas

El Gobierno se hace cargo de todas las hipótesis posibles, en ese contexto, durante la mañana el gobierno les ha pedido a las policías que refuerce los controles fronterizos. Tanto a Carabineros de Chile, que tiene a cargo el control de las fronteras, como a la Policía de Investigaciones, que tiene a cargo el control migratorio”, aseguró el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.

Hasta el momento, se desconoce el paradero y el estado de Ojeda, así como la identidad y el móvil de sus secuestradores. La principal pista a horas de su secuestro era la pareja de chilenos dueños del vehículo en que fue secuestrado y luego abandonado en la vía pública.

Algunas hipótesis apuntan a que se trataría de una operación de agentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) del régimen de Maduro, que habrían trasladado a Ojeda inmeditamente a Venezuela.

Otras versiones sugieren que se tratarían de grupos criminales o de extorsión que buscarían un rescate o una negociación con el gobierno venezolano.

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