«Estas medidas son más bien parches»: Experta en seguridad cuestiona estrategia de Lo Valledor

Uno de los temas que se instaló en la agenda pública iniciado abril, fue el derivado del ataque de Mariana Cea Oyarce, una mujer chilena de 54 años que, en medio de un control de identidad en Lo Valledor, terminó quitándole un arma a un guardia, hiriendo a tres personas.

La situación se generó en el contexto de un nuevo sistema de fiscalización del mercado de abastos, donde desde esta semana se está exigiendo carnet de identidad chileno para ingresar a él.

¿Se trata de una medida correcta? Rocío Zepeda Majmud, cientista política y magíster en Seguridad y Defensa, doctora en Ciencias Políticas y docente Escuela de Gobierno y Administración Pública de la Universidad Mayor, plantea sus dudas argumentando las falencias de esta estrategia, apuntando además a la implementación de la Ley de Infraestructura Crítica aprobada recientemente.

«Es una persona que, como delincuente que es, le quitó la pistola al guardia y decidió disparar y hubo tres heridos en este altercado», comenta sobre lo ocurrido a comienzos de semana.

Además, plantea, «hay que considerar que la persona, al parecer, tiene algunos problemas, entonces no es que esté interrumpiendo el abastecimiento de Lo Valledor, fue un altercado civil público que comprometió la seguridad de ciertas personas, pero en este caso por lógica, la ley es algo que no debería aplicar», dice apuntando a la normativa de infraestructura crítica.

«Guardias no tienen grandes atribuciones»

Apuntando al sistema que se empezó a implementar ayer, Zepeda se muestra poco convencida sobre su eficacia. «Creo que no es muy efectivo porque esos guardias no tienen grandes atribuciones, tienen que recurrir de todas formas a la fuerza pública en este tipo de casos», sostiene.

En consecuencia, recalca, «igual hay que llamar a Carabineros, igual hay que pasar por todo el protocolo, entonces, este tipo de medidas son más bien parches (…) tampoco apuntan hacia lo central del problema, que es otro».

De hecho, insiste, «una persona puede identificarse, tener carnet chileno y puede entrar y cometer delitos igual. Esta persona reaccionó de mala forma frente a su control de identidad por parte de civiles y pasó todo lo que pasó, pero a la larga no es una medida que sea eficiente y tampoco se debería tomar, porque los encargados de vigilar el orden y la seguridad interior son Carabineros y la PDI, por lo tanto, son funciones de otro de otro tipo de fuerza».

«Cómo debiera la administración de Lo Valledor generar otro tipo de medidas, hay que tener en cuenta también las atribuciones que tendrían estas personas en las medidas de control de identidad, eso es importante porque tampoco están facultadas para tener grandes atribuciones. Pueden detener como civiles, pero más allá, poco es lo que pueden hacer, creo que el camino no va por ahí», comenta a renglón seguido.

Policías desconocen cómo enfrentar nuevos delitos

Consultada respecto de qué otras medidas se podrían implementar desde el Ejecutivo y vía Poder Legislativo para neutralizar a delincuentes y evitar hechos como el de este lunes, es clara. «Esto se debe trabajar conjuntamente, se debe trabajar directamente con la fuerza de orden de seguridad. Se les debe capacitar para que enfrenten este nuevo tipo de delitos y también para poder neutralizar a este nuevo tipo de delincuente, un delincuente al que no estamos acostumbrados», comenta Zepeda.

¿Cómo hacerlo? La experta apuesta a que se apele a «normativas especiales, capacitaciones especiales que le enseñen a la fuerza de orden y seguridad a enfrentarse a estos nuevos delincuentes».

No obstante, sobre lo sucedido en Lo Valledor, recalca que «fue un delito simple (…) que puede ocurrir en todas partes, el problema es que fue excesivamente mediático y, a raíz de esto, se empiezan a tomar otros temas, pero se tiende a confundir este problema con temas más profundos».

De hecho, insiste, «acá la crisis de inseguridad está dada básicamente porque nuestras policías no saben enfrentar el nuevo tipo de delito, ese es el problema».

«Nos estamos viendo enfrentados a un nuevo tipo de delincuente, mucho más violento, y no están las herramientas para atacarlo ni logísticamente, ni formativamente, ni legalmente. Ese es el drama de todo», resume.