Siguen apareciendo nuevos antecedentes del intrincado caso denominado “Pacto de Muerte” entre dos mujeres de avanzada de edad, el cual comenzó con el hallazgo de un cuerpo en estado esquelético, dentro de una maleta, dejado en la vía pública en la comuna de Ñuñoa.
Algunos medios se apuraron en hablar del crimen organizado en días con noticias de bandas internacionales, pero el trabajo policial los llevó a un domicilio de dos mujeres que se vestían con hábito de monja.
Tras la revisión de cámaras se determinó que una de ellas, de avanzada edad, dejó la maleta en la calle, reconociendo que era un pacto de muerte de no informar el fallecimiento de la otra persona. Tuvo su cadáver guardado por un año antes de dejarlo en la calle debido a la visita de una de sus hijas.
No son monjas, tampoco religiosas
Conocido este intrincado e impactante caso policial, desde el Arzobispado de Santiago se apuraron en descartar, mediante un comunicado de prensa, que dichas mujeres sean monjas.
“La mujer adulta mayor que habita su domicilio particular en Ñuñoa, no es religiosa, ni pertenece a un instituto de vida consagrada de la iglesia católica. Su hija sí es religiosa y vino desde Italia, hace poco tiempo para cuidarla”, comenzó.
“En relación a la mujer fallecida, no tenemos registro que sea religiosa (…) La Iglesia exhorta vivamente la inhumación de restos mortales, en la fe por la resurrección y por la dignidad humana y pedimos por el eterno descanso de quien ha sido encontrada”, cerró el texto.
En tanto, la PDI sigue trabajando para determinar las causas de muerte de la mujer hallada dentro de la maleta, para determinar si existe delito en un caso que, hasta el momento, sólo sería una infracción sanitaria, pese a todos los antecedentes.