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Senadora Pascual (PC) y reforma al sistema político: “Es un mal momento para dar esta discusión”

Por: Daniel Lillo y Nicolás Sánchez | Publicado: 08.05.2024
Senadora Pascual (PC) y reforma al sistema político: “Es un mal momento para dar esta discusión” Senadora Claudia Pascual (PC) |
En conversación con El Desconcierto, la senadora Claudia Pascual (PC) reflexiona sobre la eventual reforma al sistema político que ingresará al Senado, adelantando que no apoyará la moción del senador socialista Alfonso de Urresti, por varias razones. Una de ellas, dice la parlamentaria, es que “es un mal momento para dar esta discusión”.

Ayer martes estaba previsto que ingresara un proyecto de reforma al sistema político a la Comisión de Constitución del Senado. La iniciativa, de autoría del senador Alfonso de Urresti (PS), iba a ingresar con el apoyo de Jaime Quintana, presidente del PPD, José García Ruminot (RN), presidente de la Cámara Alta, Luz Ebensperguer, jefa del comité UDI y Rodrigo Galilea, presidente de RN. 

La idea de conseguir esos apoyos era dar dos señales: que el proyecto era transversal y contaba con el respaldo de los partidos. Sin embargo, otras voces, como la de la senadora Claudia Pascual (PC), —también integrante de la Comisión de Constitución—, plantearon reparos a la iniciativa que, aunque finalmente no se presentó, sí se comenzó a socializar en el Congreso 

En concreto, esta plantea dos normas de corrección al sistema político. La primera, que se establezca un umbral del 5% de votos —o un piso de ocho parlamentarios— para que los partidos puedan verse representados en el Congreso. Y en segundo lugar, cesar del cargo a diputados y senadores que renuncien a los partidos por los cuales fueron electos. 

Respecto de la primera propuesta, Pascual es tajante; sería “meter la mano a la urna”, dice la senadora. Y en relación a la segunda, asegura estar de acuerdo, pero advierte que parlamentarios que renunciaron a sus partidos, terminarían votando la norma, lo que resultaría problemático. 

Sobre sus reparos al proyecto y las reflexiones que le genera la crisis del sistema político, conversa esta entrevista con El Desconcierto la senadora comunista.

—El senador De Urresti ha comenzado a socializar una propuesta de reforma al sistema político para ingresarla a la Comisión de Constitución de la cual usted es parte, ¿comparte su contenido?, ¿piensa apoyarla?

Lo primero es que yo no voy a firmar esa moción, porque no comparto su contenido. Por lo tanto, no la voy a suscribir. Si bien creo que efectivamente tenemos que reformar ciertos aspectos de nuestro sistema político, ese tipo de proyectos deben estar sustentados en evidencia; con estudios comparados. Por otra parte, a mi entender los problemas que presenta nuestro sistema político no necesariamente son provocados por la cantidad de partidos que hay en el Parlamento, como plantea el proyecto. El problema hoy es que ciertos partidos, independiente si son grandes o chicos, se oponen a las reformas que la gente requiere, como es el caso de la reforma de pensiones. 

—Entonces usted no está de acuerdo con establecer el umbral del 5%…

Lo que pasa con el umbral es que también se propone un piso mínimo de ocho parlamentarios, lo que no estaba ni siquiera en el binominal. Eso supone que los partidos grandes, al final de cuentas, obtengan más escaños. En perspectiva, para mí eso es ‘meter mano a la urna’. Desde esa perspectiva, creo que no se resuelve el problema de fondo, porque si un distrito o una circunscripción da los votos para que esa persona sea electa y no sale, ¿cuál es la explicación que le vamos a dar a la ciudadanía?

— Y la pérdida del escaño para diputados o senadores que renuncien, ¿le parece una buena medida?

Es una medida coherente desde el punto de vista que busquemos que nuestro sistema político se vea representado más por las ideas y no solo por candidatos o individualismos. Sin embargo, advierto que una moción de ese tipo puede terminar con los mismos incumbentes que han renunciado a su partido votando la norma. 

—En definitiva su visión es más bien negativa de la reforma…

Es que me parece que no responde  a una evidencia concreta de cuáles son los cambios que necesitamos. Y, por cierto, estoy convencida de que las urgencias de la gente están en otro lugar: las pensiones, resolver la ley corta de las isapres o mejorar las condiciones laborales. Por lo mismo, a mí me complica que desde el Congreso se instalen estos temas. Eso no quiere decir que el sistema político no requiere reformas, pero nosotros no hemos sido convocados a ningún debate técnico, solo nos llega esta moción. Y por lo que he visto hasta esta hora, no estoy dispuesta a firmarla. 

—Un diagnóstico que parece ser transversal es que la fragmentación afecta la capacidad del Congreso de sacar adelante grandes reformas, ¿no lo comparte?

Si es que los partidos, más allá de su tamaño y cuántos son, legislarán en función de lo que la gente pide, ¿estaríamos hablando de que el problema del Parlamento es la fragmentación? Por eso digo que tenemos mal puesto el ojo en el diagnóstico. Por otro lado, pienso que el debate democratico no puede darse en el contexto de solo dos grandes opiniones, y esas visiones tienen que verse reflejadas en este Congreso. 

Si me preguntan cuál creo que es el problema de fondo, para mí es que en el Parlamento vivimos algo que le pasa al país en otro ámbito; que es el exceso de individualismo. Aquí ni hay proyectos colectivos, no se deponen los intereses particulares para ir en pos de solucionar las necesidades colectivas. Y esa realidad no veo que se esté combatiendo con esta moción de reforma. 

— El hecho de que se recoja parte de la propuesta de los expertos —que fue suscrita por todos los partidos— ¿no es un aspecto que le atraiga para apoyar este proyecto?

A pesar de mi opinión personal de las diferentes propuestas constitucionales, lo cierto es que los dos procesos fracasaron. Es decir, las propuestas que se plantearon en ese contexto no tienen el respaldo ciudadano. Si me dicen que esto tiene sustento en lo que propusieron los expertos, yo creo que eso era un piso mínimo para abrir una discusión. Que el Consejo Constitucional se haya impuesto una posición conservadora ya es otra cosa. Pero ‘cortar y pegar’ de procesos que tuvieron objetivos distintos, puede ser algo peligroso. 

—¿Qué condiciones deberían darse para que como comité del PC se abrieran a apoyar una eventual propuesta de reforma al sistema político?

Lo primero es que se dé un debate con mucha profundidad y evidencia de lo que necesita nuestro sistema político. Analizar bien cuáles son las causas, necesidades y posibles salidas para este problema. Y en segundo lugar, para decirlo en buen chileno, pongámosle la misma ‘tincá’ y celeridad a los proyectos de seguridad, salud, educación y pensiones. Porque lo que a mí me preocupa, es que le demos mayor urgencia a estos temas en desmedro de otras necesidades que tiene la gente. 

—¿No ve posible entonces que esta reforma salga antes de la próxima elección parlamentaria?

No tengo una bola mágica para hacer ese tipo de pronósticos… 

—Pero considerando el contexto, ¿debería ser un debate más “pausado”?

Creo que ninguna reforma política resulta con los tiempos suficientes para que todas y todos los actores políticos nos convenzamos del todo. Sobre todo con escenarios electorales. Desde esa perspectiva, me parece un mal momento para dar esta discusión. 

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