A propósito de la Reforma Laboral: Carta al Olmo

Estimado Olmo, desde siempre he admirado y agradecido a la naturaleza no sólo la vida, sino el placer que produce observarla.
Cada día es una maravilla ver cómo se transforma y hace que los sentidos se conecten y produzcan nuevas visiones, a veces creativas.

Hace un tiempo, esa capacidad se ha visto interrumpida por factores estructurales de control que me obligan a escribirle para pedirle perdón. Yo siempre he sabido que a Ud. no se le pueden pedir peras. Sin embargo, en shilito se ha instalado un afán creado en dictadura y usado en el post dictadura para hacernos creer lo contrario.

El Tribunal Constitucional es una instancia creada en dictadura para volver al riel todo intento por romper las bases de la estructura que mantiene el modelo para que pocos abusen de los más, sin que éstos se den cuenta o con el aguante de éstos.

Por ello, cualquier reforma que vaya en ese sentido, se sabe que será requerida por los guardianes del orden establecido (los parlamentarios) y acusada al TC para que sus miembros (nombrados desde ellos mismos) corrijan la aspiración.

Si se sabe que eso será así, las reformas o son una demostración más de estupidez o no tienen más sentido que ganar tiempo para que sigamos igual (serían así parte del narcótico que nos duerme, que nos cansa e inmoviliza)

Estimado Olmo, sepa Ud. que por lo anteriormente expuesto, no le pido a Ud. una Asamblea Constituyente, sino seguiré difundiendo en todos mis espacios que esa es y será la única forma de lograr derribar pacíficamente esta estructura carcelaria que favorece a los pocos de siempre, ahora sumados sus empleados, ubicados en todo el andamiaje.

Le agradezco su tiempo y que, como parte de la naturaleza y la realidad, me permita ver la diferencia.
Atte.

Soraya