Avisos Legales
Opinión

Ni podar, ni dividir: Año de la Reforma y el rol del Movimiento Estudiantil

Por: Daniel Andrade | Publicado: 21.03.2017
Ni podar, ni dividir: Año de la Reforma y el rol del Movimiento Estudiantil mineduc 3 |
Como estudiantes debemos exigir que el gobierno y la NM asuman definitivamente la idea de que la educación debe ser un derecho social y que el proyecto de Ley debe garantizarlo en todos sus niveles, creando un único Sistema de Educación Superior, coherente y lo suficientemente concreto para fortalecer la educación pública.

Ya es un hecho que el gobierno dividirá el Proyecto de Ley de Reforma a la Educación Superior, algo que, como estudiantes, generación movilizada y actores que estamos por el derecho a la educación, nos exige comprender qué significa esa poda y división, cuáles son sus implicancias, cuál será la postura del Movimiento Estudiantil frente a lo que queda de Reforma, qué objetivos nos plantearemos este 2017 y cómo los conseguiremos.

Como es de esperar, la decisión de dividir el proyecto no se tomó en el Mineduc, sino en el cónclave de la Nueva Mayoría, donde entre cuatro paredes decidieron aprobar la Reforma a toda costa, encontrando en la división del proyecto la salida más eficaz para facilitar su tramitación.

En concreto, dividirán el proyecto en dos: uno para las estatales y otro para el resto del sistema. Junto con ello, buscan conseguir recursos del Banco Mundial, para construir un paquete que atraiga y silencie al Cuech. Claro está que este paquete no asegurará jamás un crecimiento porcentual de la matrícula estatal y el aporte fiscal prioritario a las instituciones más abandonadas, sino que seguirá funcionando bajo convenios de desempeño.

Mientras tanto, el otro proyecto que regirá sobre el 85% de los estudiantes del país, quedará en la generalidad y con una superintendencia que no tendrá un marco regulatorio claro y eficaz. Por otro lado, se pretende “podar” el proyecto en lo referido a los elementos reglamentarios y “detalles” de procesos como la acreditación. En este punto, la estrategia consiste en dejar todo dispuesto para que Chile Vamos no recurra al Tribunal Constitucional y así evitar un nuevo fracaso.

El gobierno toma este camino, porque la NM es consciente de la deslegitimación profunda del duopolio y, en un año electoral, tienen la necesidad de mostrar avances que les permitan afirmar que “cumplieron con el programa”. Todo esto es parte de un cálculo político con objetivos meramente electorales: la NM está dispuesta a consensuar todo con la DC y la derecha, vaciando de contenido la Reforma de modo que responda a los distintos intereses en conflicto, salvo el problema de fondo: la crisis de la educación en Chile producto del deterioro de la educación pública y la agudización del debacle educacional del sector privado.

¿Cuál es la posibilidad del Movimiento Estudiantil de corregir este curso y salvar la Reforma? Creemos que es mínima, que finalmente quedará a nuestro cargo una Reforma pendiente que realmente haga eco de las demandas de la ciudadanía, y cuya construcción será tarea del Movimiento Social por la Educación; pero aún así debemos tomar la ofensiva y marcar posiciones a favor del fortalecimiento de la educación pública, develando los intereses de la NM y la intransigencia de un gobierno que, en su afán por instalar una reforma mediocre, demuestra total cierre al diálogo con los actores del mundo social. Hace más de dos meses que como estudiantes presentamos nuestras indicaciones al Proyecto de Ley de Reforma a la Educación Superior sin recibir respuesta alguna del Mineduc, y con ello el ejercicio por parte de la Confech de plantear un nuevo articulado de Ley que incluya nuevos organismos para asegurar el derecho social a la educación, quedó totalmente marginado del debate.

El 2017 nos obliga a tomar postura. Como estudiantes hemos presentado ya nuestras indicaciones y propuestas para dar respuesta a la crisis de la educación superior en Chile, mientras tanto, el colapso de la educación privada se agudiza exponencialmente: la UCINF se fusionó irregularmente con la Universidad Gabriela Mistral, la Universidad ARCIS ha sido cerrada, se destaparon los conflictos económicos de la Universidad Iberoamericana y cobros abusivos en la Universidad de Las Américas, y siendo más de 9 mil las familias afectadas.

En realidad la elaboración de un proyecto aparte para el sector privado, en lugar de solucionar la crisis solo la agudiza, pues no se piensa al sistema educacional de manera integral, no se regula realmente al sector privado, y queda abierta la posibilidad de que casos como la Arcis sigan apareciendo. Tampoco se fortalece la educación pública, pues con la división no habrá una mirada coherente sobre el rol de las instituciones, y la orientación en extensión, docencia e investigación no se pensarán en el marco de la educación que necesita Chile, sino en función de la Reforma que necesita la NM para que la derecha no frene el proyecto y la DC garantice su apoyo.

Como estudiantes debemos exigir que el gobierno y la NM asuman definitivamente la idea de que la educación debe ser un derecho social y que el proyecto de Ley debe garantizarlo en todos sus niveles, creando un único Sistema de Educación Superior, coherente y lo suficientemente concreto para fortalecer la educación pública.

Esta Reforma debe garantizar el aumento de matrícula estatal, poner fin al CAE y la bancarización de la deuda educativa, otorgar gratuidad con financiamiento de las instituciones, penalizar del lucro, regular de la situación de la educación privada, donde hoy está la mayor parte de la matrícula, asegurando que las y los estudiantes afectados por el colapso de la educación privada puedan continuar sus estudios en la educación pública, y definiendo que el rol del Estado ante quiebras/cierres de instituciones privadas es asumir su administración, para sumarlas a una red de instituciones de educación pública.

Desde el mundo estudiantil hemos sido claros: nuestro objetivo es fortalecer la educación pública y arrinconar a los mercaderes de este rubro. Si antes fuimos escépticos a que este gobierno apuntara en esa dirección, hoy estamos convencidos de que esta Reforma desmenuzada es mediocre y no la queremos. Invitamos a la NM a dejar sus intereses electoralistas y sus “salidas” mediocres, para ponerse a la altura de una verdadera reforma.

Por nuestra parte, no guardamos esperanza en este gobierno, ni en el rol que puedan jugar aquellos parlamentarios que rechazan la división, más allá de denunciar y tensionar al gobierno. Sin embargo este 2017 es distinto y decisivo: años atrás también presentamos propuestas, pero el gobierno manejaba su agenda y definía los tiempos de la Reforma, aplazándola y modificándola a su antojo, desalojando al Movimiento Estudiantil del debate. Hoy la Reforma es un hecho, el gobierno no puede aplazarla más, y con ello esta generación -que no vivió el 2006 ni el 2011-, tendrá la misión de irrumpir para decir que no, explicando el por qué de nuestro rechazo, y dando muestra de una propuesta diferente. Tenemos que resguardar el sentido de la lucha que hemos dado todos estos años, y por lo mismo no podemos permitir que nuestras demandas sean fuente de legitimación para el gobierno de las promesas rotas.

Nuestra apuesta será construir otra Reforma, una integral se ocupe de la educación superior, y de todo el sistema educacional, y en eso tenemos las puertas abiertas para trabajar con el Colegio de Profesores y el mundo secundario, de cara y con la ciudadanía, en articulación con los demás movimientos sociales.

No estamos dispuestos a pasar inadvertidos, denunciaremos las promesas rotas y falsas reformas, y exigiremos que se cumpla con nuestras demandas. Por eso, estudiantes de todo Chile, de universidades estatales y privadas, CFT e IPs, junto a la ciudadanía, nos movilizaremos este 11 de abril, dejando claro nuestro rechazo al proyecto de ley.

Este 2017 nuestra Reforma se construirá en las calles.

Daniel Andrade