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Pensando al papá y la mamá

Por: Jaime Coloma | Publicado: 31.05.2017
Pensando al papá y la mamá |
Lo que uno lee tras las palabras de Piñera u Ossandón es simplemente la idea de que las parejas homosexuales son patológicas y posibles patologizadoras de la infancia, algo así como si ser homosexual fuera contagioso y, por supuesto, muy peligroso. El discurso que creo que hay detrás de sus palabras es que si un niño o niña es criado por dos personas del mismo sexo que tiene una relación amorosa podrían pervertir de alguna manera al infante en cuestión.

Luego de escuchar la declaración del candidato a la presidencia Sebastián Piñera, donde se refería a los cambios relacionados con la ley de adopción vigente y la posibilidad de que parejas homosexuales puedan adoptar, haciendo alusión a la clara idea de que la prioridad la tendrían las familias conformadas por un hombre y una mujer.

Esa misma idea ha desarrollado otro candidato a la presidencia, Manuel José Ossandón, por lo que me puse a reflexionar sobre el tema. Quizás no sea fácil de digerir y es un tópico difícil de pensar en una sociedad como la nuestra, donde a cada rato se dan comentarios y pensamientos homofóbicos o intolerantes frente a la diversidad –cualquiera que esta sea- . Sin embargo, esos dichos nos representan de cuerpo y alma en varios aspectos.

La idea de papá y mamá es más que una conformación genital que define una identidad muy conservadora de género, es una actitud. Ser maternal o paternal poco o nada tiene que ver con los órganos sexuales ni con cuáles sean los gustos de una persona a la hora de satisfacer su libido. Tendemos a creer de forma naturalizada y poco cuestionadora que lo maternal es inherente a la mujer así como lo paternal es inherente al hombre, cuando en realidad -y sobre todo considerando las dinámicas actuales de conformación tanto del hombre como de la mujer en el chile actual- estas características se dan por las capacidades emocionales del sujeto y la relación que establece con sus hijos, por lo mismo es que esta idea en todo aspecto está de por sí obsoleta.

Un hombre puede ser tremendamente maternal así como una mujer tremendamente paternal. Según algunos entendidos en ésta materia la maternidad tiene que ver con aquello que es nutritivo emocionalmente y con lo que contiene y acoge, rasgos evidentemente más femeninos que masculinos pero que no por eso son exclusivos de uno u otro sexo, como también lo paternal se establece en la capacidad de entregar herramientas de socialización y de una adecuación en ámbitos de éste tipo. Como se puede ver y como ya lo dije, estas características no necesariamente implican genitalidad y es así como en parejas heterosexuales se encuentra uno con mujeres más paternales y hombres más maternales.

Si pensamos un poco un niño o niña podría ser educado por una pareja del mismo sexo, no una pareja sexual, un par de tías o tíos que por distintas razones tuvieron que hacerse cargo de un sobrino, probablemente de forma natural se dará que uno es más permisivo y cariñoso en el actuar que el otro, como también de manera natural se conformaran roles que permitan al niño establecer sus patrones de identificación que nada tienen que ver con la construcción de género, la identidad o los gustos que vaya desarrollando en el futuro.

No soy psicólogo, sólo establezco una visión desde el sentido común, y por lo mismo me permito ir un poco más allá y establecer una mirada a cómo se van desarrollando ciertos discursos.

La idea de tratar de quedar bien con un sector un poco más progresista al no definir con claridad lo que realmente pasa en la cabeza de aquellos que creen que una familia homoparental es inviable tiene que ver con una mirada fundamentalmente prejuiciosa respecto al mundo LGTB. No es que yo lo conozca a cabalidad, pero por lo menos no me niego a la posibilidad de establecer una mirada libre de prejuicios e inclusiva respecto a personas cuya única diferencia se establece en que sus gustos son distintos a los que se han establecido cultural y socialmente como la norma. Por lo mismo, lo que uno lee tras las palabras de Piñera u Ossandón es simplemente la idea de que las parejas homosexuales son patológicas y posibles patologizadoras de la infancia, algo así como si ser homosexual fuera contagioso y, por supuesto, muy peligroso. El discurso que creo que hay detrás de sus palabras es que si un niño o niña es criado por dos personas del mismo sexo que tiene una relación amorosa podrían pervertir de alguna manera al infante en cuestión.

Lo que sorprende es ir captando como todo esto es cultural. Tanto mi hijo mayor como mi hija en muchos aspectos me han educado -al igual que mi mujer, que sabe mucho de temas de género- respecto a esto y me han permitido ampliar mi mirada, la que creo no es fácil de ampliar pero bueno sería hacer el intento, ¿no?

Jaime Coloma