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La Cueca sola, ayer y hoy

Por: Paloma Vargas | Publicado: 10.09.2020
La Cueca sola, ayer y hoy Cueca sola |
La “cueca sola” es una de las más persistentes y emblemáticas manifestaciones culturales y de resistencia contra la dictadura militar. Su origen comienza desde la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos a fines de los años 70 y, al día de hoy, ha sido un testimonio tomado por las nuevas generaciones a través de los nuevos movimientos sociales.

A casi un año de la revuelta de octubre 2019, y a 50 años del aniversario de la Unidad Popular, las constantes denuncias a las violaciones de derechos humanos han tomado relevancia a través de distintas manifestaciones por justicia, verdad y castigo a los responsables políticos y materiales de estos crímenes de lesa humanidad. Una de las manifestaciones que ha tomado vigencia durante estos últimos años es la “cueca sola”, que se ha transformado en un dispositivo de denuncia contra la herencia dictatorial y la violencia machista en las últimas marchas por “Ni Una Menos”.

Recordamos que en la dictadura militar de Pinochet familiares de más de mil detenidos desaparecidos buscaron el paradero de sus seres queridos, mientras que el régimen negó y ocultó los cuerpos apelando a una Ley de Amnistía frente a los hechos ocurridos entre el 11 de septiembre de 1973 y marzo de 1978.

A 47 años de la dictadura cívico militar, apenas se ha revelado el paradero de 170 detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, siendo éste un secreto de Estado sellado por los gobiernos de la ex Concertación, luego de llegar al poder tras conversar con la élite nacional, compuesta entre militares, partidos políticos y empresarios.

Sin embargo, la constante pelea de los familiares de detenidos desaparecidos y sobrevivientes de la dictadura se ha vuelto un emblema de la lucha contra el olvido a través de distintas manifestaciones por la permanencia de memorias en disputa de una historia fragmentada. Así como “El Siluetazo” que utilizaron las Madres de la Plaza de Mayo junto a familiares de detenidos desaparecidos en Argentina para manifestarse desde una práctica artístico-política contra la dictadura de Jorge Rafael Videla, “la cueca sola” ha sido una danza de resistencia que comenzó en 1978 por la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos ante el “oasis” de opresión y represión instalado en dictadura.

Esta singular danza -rescatada por el cantante británico Sting a fines de los 80, en su canción de protesta a Pinochet «They Dance Alone»- toma las raíces del baile nacional desde la ausencia del cuerpo de compañeros, amigos y familiares, denunciando los crímenes cometidos por la dictadura militar y, también hoy, por el reclamo de la presencia de las mujeres que han sido asesinadas durante estos últimos 10 años a través del reimpulso del movimiento feminista. La canción de Sting dice: «¿Por qué están aquí / Danzando solas? / ¿Por qué hay tristeza en sus miradas? / Hay soldados también ignorando su dolor / Porque desprecian el amor / Danzan con los muertos, los que ya no están / Amores invisibles no dejan de danzar».

La “cueca sola” se caracteriza por la contraposición al sentido festivo de la cueca, restituyendo la huella de un cuerpo ausente en una danza de a dos, la que nos interpela a la recuperación de nuestras memorias y los lazos de solidaridad que alguna vez nos arrebató la dictadura. En su lugar, la “cueca sola” expresa un ritual del duelo visibilizando la soledad, la espera y tristeza. Una politización del dolor que lo hace colectivo en las calles y espacios sociales, y que nos ubica en el lugar del desaparecido o de la víctima de un feminicidio para evitar que esta historia se repita.

Paloma Vargas