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Opinión

El triunfo de la Convención Partidista o la perversión de las matemáticas

Por: Roberto Rivera | Publicado: 23.12.2020
El triunfo de la Convención Partidista o la perversión de las matemáticas | AGENCIA UNO
El sueño independiente y ciudadano llega a su fin, por ahora, pese al holgadísimo triunfo obtenido en las urnas. Las duras condiciones impuestas por quienes perpetraron el “acuerdo constituyente” del 15 de noviembre 2019, vuelven imposible la participación de independientes sin partidos, o de partidos en formación imposibles de formar, haciendo de la próxima elección de constituyentes un teatro macabro, al más puro ingenio de Jaime Guzmán, cuyo espíritu, se ve, sigue vivo más allá de la Unión Demócrata Independiente.

No contabais con mi astucia, querido ingenuo independiente, creíais que os abriría el paso a una nueva Constitución así como así. No, no, de ninguna manera, todo se hizo y se acordó al más puro espíritu de Jaime Guzmán, es decir, en caso de que ganarais vos el Apruebo, ganábamos ambos, y si ganaba la Convención Constitucional sin parlamentarios por sobre la Convención Mixta con parlamentarios en ejercicio, igual y a todo evento y siempre gana la Convención Partidista, que corresponde a la realidad más cruda. ¿Por qué? Porque todo está hecho para que ningún independiente pueda llegar al número de firmas solicitadas, y los conglomerados independientes menos podrían cumplir con las condiciones impuestas. Una muestra inequívoca de lo aprendido a lo largo de estos años, esa astucia de terror, digna de Jaime Guzmán en los mejores años de la dictadura, sin respeto por nada ni nadie ni por los números, ni por el consumidor como os gusta llamarnos a los giles que pagamos cuentas.

En simple, una incógnita perversa: 21,01% debemos entender que es mayor que 78,99%, y con eso especulo, ofrezco cupos, me vuelvo generoso y hasta comprensivo con los derrotados mirando como gatos a la carnicería, pidiendo un pase de favor a alguna lista partidaria que pueda adoptarnos, cuando en estricto rigor los partidos oficiales representados en el Parlamento podrían llevar un máximo del 21,01% de los candidatos y bien identificados para no equivocarnos y votar por ellos; y el otro 78,99% debiera corresponder íntegramente a independientes con y sin partido en formación. Así de claro, es lo que dicen los números, sin embargo, sin embargo, no será así, la sartén por el mango la tienen los partidos oficiales desde que –entre gallos y medianoche– perpetraron este “acuerdo constituyente” y que no deja espacio a nadie más que a sí mismos, con la lección de Jaime Guzmán bien aprendida.

¿Se precisará que el resultado de esta nueva Constitución no sea ratificado en las urnas y quedemos en las mismas, o la misma Constitución de Guzmán, con un huracán social rondando el ambiente?

En todo caso queda claro que no tratamos con gente digna de confianza, antes, al contrario, y debemos cuidarnos de ellos aún más que del Covid-19, porque este, aunque tarda, pasa. Con estos otros, sin embargo, ya llevamos 30 años y se preparan para los próximos 30. Aunque por nuestra parte nosotros, los giles, somos giles hasta el 11 de enero, después veremos.

Roberto Rivera
Presidente de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH). Miembro del Tribunal Supremo del Partido por la Dignidad.