Niñez y nueva Constitución

Chile tiene una deuda gigante con la niñez, en especial con la niñez pobre. En un informe del  Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas de 2018, sobre la situación de la niñez  sometida a institucionalización, los resultados fueron claros: la pobreza constituye per se un criterio de discriminación de niños, niñas y adolescentes y toda la institucionalidad del Estado (poder judicial incluido) han sido partícipes de vulneraciones por acción u omisión de los  derechos de la niñez vinculada a los sistemas de protección administrados por el Estado o  por privados.

Nuestro Estado ha vulnerado sistemáticamente los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes y debemos hacernos cargo de reparar simbólica y materialmente el daño producido. Debemos terminar con la invisibilización de la niñez en Chile y para ello el proceso constituyente abre una oportunidad única. Hoy la Constitución de la dictadura no menciona a la niñez como sujeto de derecho; todo lo contrario, la reduce a un objeto ya sea del entorno familiar (art. 1) o de los padres respecto del proyecto educativo (art. 19, Nº 10). Es tiempo de reconocer que niñxs y adolescentes son personas que progresivamente desarrollan su madurez y no son meros objetos de otros seres superiores (ya sea sus padres o cuidadores directos). Esto último es una lógica de propietarización de seres humanos que ha servido como un espacio para tolerar y proteger diversas clases de violencia y abuso.

Existe otro dato que es conocido principalmente por las mujeres en nuestro país y que incide de manera directa en los derechos de la niñez: el no pago de las pensiones de alimentos. El 84% de los demandados en causas de alimentos no paga la pensión, lo que representa que 70 mil alimentarios, principalmente niños, niñas y adolescentes, no reciben lo que por ley les corresponde (dato de hasta 2019). La nueva Constitución debe remover los obstáculos que impiden medidas más eficaces en este sentido.

¿Cómo cambiar el paradigma y reconocer los derechos de la niñez en la nueva Constitución? Podemos hacerlo y todos quienes creen en los derechos humanos como horizonte debemos unir fuerzas en el proceso constituyente para aislar a los conservadores que ven en la niñez meros objetos. Comenzar por reconocer a la niñez como sujetos de derecho y garantizar el principio de autonomía progresiva y del interés superior; para ello: 1) reconocer la voluntad política de la niñez dándoles derecho a la ciudadanía conforme a su desarrollo; 2) reconocer derechos específicos de la niñez y un mecanismo de tutela que los garantice asumiendo la interpretación del Derecho internacional de los derechos humanos; 3) constitucionalizar la defensoría de la niñez o sus atribuciones; y 4) constituir al Estado como uno de carácter garante y con un enfoque eminentemente preventivo en la vulneración de los derechos de la niñez mediante un sistema integral de garantía de sus derechos. 

Desde el Maule Norte, al menos 142.715 niños y niñas (población del Distrito 17, de entre 0 y 15 años) tienen derecho a ser protagonistas del proceso constituyente y los mecanismos de participación ciudadana deben incorporarlos. Debemos estar a la altura del desafío y que nadie quede fuera en nuestra futura Constitución.