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Opinión

El problema de Monty Hall y las elecciones presidenciales

Por: Emiliano Vargas | Publicado: 27.04.2021
El problema de Monty Hall y las elecciones presidenciales |
El escenario post-elecciones de mayo se parecerá al “Problema de Monty Hall”. Este problema matemático se origina en un programa concursos de la televisión norteamericana de los años 70, en el cual un presentador hacía elegir a un concursante entre tres puertas (dos de ellas tenían cabras y la otra tenía un auto, que era el premio del concurso). En la primera ronda, el concursante elegía una puerta y el presentador (Monty Hall) descubría siempre una de las dos puertas que tenía una cabra (distinta a la escogida por el concursante) y preguntaba: ¿se cambia o se mantiene en la primera que eligió? La intuición, fundada en las creencias y prejuicios que tenía el concursante, llevaba a veces a tomar malas elecciones (perder el auto). En el caso de las próximas elecciones presidenciales, este problema podría ser usado para redefinir estrategias después de las elecciones de mayo.

Las elecciones de alcaldes, concejales, gobernadores y constituyentes determinarán a las y los representantes democráticos, que decidirán el destino del país en el corto, mediano y largo plazo. Además, estas elecciones servirán para todo tipo de cálculos políticos referente a la elección presidencial de 2021 que, por supuesto, es la instancia previa para alcanzar el mayor poder público del gobierno nacional, que incide en todas las personas y los territorios. Por tanto, para los partidos y sus candidatas(os), las elecciones de mayo pueden ser mucho más que una encuesta, pues pueden ser usadas para definiciones en materia de candidatas(os) y programas, dado que el escenario post-elecciones se parecerá al “Problema de Monty Hall”. Este problema matemático se origina en un programa concursos de la televisión norteamericana de los años 70, en el cual un presentador hacía elegir a un concursante entre tres puertas, dos de ellas tenían cabras y la otra tenía un auto, que era el premio del concurso. En la primera ronda, el concursante elegía una puerta y el presentador (Monty Hall) descubría siempre una de las dos puertas que tenía una cabra (distinta a la escogida por el concursante) y preguntaba: ¿se cambia o se mantiene en la primera que eligió? La intuición, fundada normalmente en las creencias y prejuicios que tenía el concursante (y de los espectadores) de lo evidente, llevaba algunas veces a tomar malas elecciones (perder el auto). En el caso de las próximas elecciones, este problema podría ser usado para analizar y redefinir estrategias después de las elecciones de mayo, entendiendo que en este caso los partidos representan al concursante.

En la actualidad existen más de 15 postulantes posicionados por los partidos políticos en miras de las presidenciales. Ellos ofrecen  propuestas y cuñas para ganar posicionamiento en la  intención de votos  y con ello ganar el gobierno  entre los años 2022 y 2026, ya sea en primera o segunda vuelta.  Lo interesante y distinto en esta elección es que la distancia temporal entre las elecciones de mayo y la presidencial (pandemia mediante) será de sólo 6 meses, lo cual dificulta que las encuestas y los medios influyan en las personas. Ellas en este caso mostrarán anticipadamente sus preferencias en una elección que asemeja al problema del concurso de televisión norteamericano.

En realidad este problema se origina en el error de la intuición sobre elecciones que parecen obvias, pero que, aplicando análisis de probabilidad, se demuestra que no siempre la respuesta evidente entrega los resultados esperados. El concurso es un análisis de probabilidades, donde la mejor estrategia (del concursante) es justamente la contraria a la que entrega la intuición (de 1/2, al existir dos puertas restantes) y afecta a  las creencias (intuición) de los partidos políticos. El problema de la elección, en la cual parece evidente que el concursante elija mantener la primera puerta (la candidata o candidato actual) es la de menor posibilidad de éxito, es decir, ganar el auto (ser electo). La respuesta es justamente la contraintuitiva, porque cambiarse de puerta, en este caso de candidata/candidato o estrategia de campaña, es la que desde el punto de vista probabilístico asegura mayor posibilidad de ganar (2/3). En este símil, el presentador corresponde al votante, que conoce por quién votará y a quién dará el premio de gobernarlo, pero señalizará su preferencia en esta especie de primera vuelta en mayo. Por tanto en este juego el concursante, que son los partidos políticos, tendrá la oportunidad de cambiar o mantener a sus candidatas(os) y estrategias basados en los resultados de esta  primera elección a tres vueltas.

Emiliano Vargas
Ingeniero comercial, Master of Arts in Economics de Georgetown University-Ilades.