Urge una decisión sanitaria con enfoque regional ahora

El sábado a las 05.00 a.m. la comuna de Santiago volvió a entrar en cuarentena total. Una vez más nuestras vecinas y vecinos deberán confinarse en sus casas, y nuestros locales y comercios barriales tendrán que bajar sus cortinas.

Comprendemos que, ante la terrible pandemia que ya ha cobrado la vida de más de 29 mil personas en nuestro país (casos confirmados hasta la fecha), se haga necesario adoptar medidas extremas como la restricción de movilidad, incluso con los costos para la salud mental que esta determinación acarrea. Pero lo que no entendemos es la insistencia del Gobierno por implementar decisiones parcializadas, “dinámicas” y confusas que no han contribuido a frenar el avance del virus.

Ante la mirada de nuestros vecinos y vecinas resulta contradictorio que, mientras Santiago vuelve a la cuarentena, otras comunas del sector oriente que presentan un importante aumento de casos activos se encuentren en una fase diferente dentro del denominado plan Paso a Paso.

¿Qué sentido tiene implementar restricciones distintas en comunas vecinas, entre las cuales se trasladan miles de personas en un transporte público que no garantiza el distanciamiento mínimo recomendado? ¿Cómo deben entender las y los santiaguinos que mientras ellos permanecen encerrados, a tan solo cuadras del límite comunal otros pueden estar bebiendo y comiendo en locales abiertos de Providencia o de compras en grandes centros comerciales en Las Condes?

Ya en noviembre del año pasado un estudio elaborado desde la Escuela de Gobierno de la UC advertía que la duración de la cuarentena y los efectos indirectos de las comunas contiguas afectan fuertemente su efectividad, y sugería que las medidas para suprimir la transmisión del virus se adoptaran usando estrategias focalizadas en áreas geográficas globales, como por ejemplo, el Gran Santiago.

No podemos pensar en nuestras comunas como territorios separados de su entorno. Las cuarentenas solo tendrán efecto si entendemos que vivimos en un territorio integrado y, además, profundamente desigual, donde la mayor parte de las fuentes laborales están concentradas en una misma zona geográfica.

Por lo anterior, hago un llamado enfático a las autoridades a adoptar medidas desde una mirada multidimensional, regional y coherente, que considere la interdependencia de las comunas en nuestra gran ciudad.

Si no pasamos de un enfoque diferenciado, de cuarentenas y desconfinamientos comuna por comuna, a una mirada más amplia, que considere a la región como un todo conectado, continuaremos sin detener el avance del virus y agudizando las ya profundas desigualdades en nuestra región. Ya es tiempo que el Gobierno escuche a la comunidad científica y corrija su estrategia sanitaria.