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Expansión de la matriz productiva y complejidad económica en Chile

Por: Roberto Gormaz | Publicado: 18.07.2021
Expansión de la matriz productiva y complejidad económica en Chile |
Chile se encuentra en el puesto número 72 de 133 países con un índice de -0,18: esta es una complejidad baja, reflejando lo “básico” de nuestra matriz productiva y la poca capacidad de demandar empleos de alta cualificación. Esto es relevante porque, si existe un común denominador entre los siete precandidatos presidenciales (Mario Desbordes, Joaquín Lavín, Ignacio Briones, Sebastián Sichel, Gabriel Boric y Daniel Jadue), es que Chile necesita ampliar su matriz productiva. Sin embargo, sus visiones son limitadas, ya que sólo se basan en una expansión “progresiva”.

En economía existe un concepto llamado “Índice de Complejidad Económica” (ICE), que es una medida holística de las capacidades productivas de los grandes sistemas económicos, generalmente ciudades, regiones o países. En particular, el ICE busca explicar el conocimiento acumulado en una población y que se expresa en las actividades económicas presentes en una ciudad, país o región. Dicho de otra manera, se miden los diferentes “valores agregados” que se utilizan en un producto o servicio para su elaboración.

El índice se expresa en un rango de “3 a -3”: mientras un país se aproxima más a “3”, la complejidad económica de su producción es mayor; mientras que si se aproxima a “-3”, su valoración será inversa. Los países con mayor complejidad económica acorde a la evaluación del año 2018 son Japón (2,43), Suiza (2,17), Corea del Sur (2,11); mientras que los países con menor calificación son Nigeria (-1,90), Republica Democrática del Congo (-1,80) y Angola (-1,71). Chile se encuentra en el puesto número 72 de 133 países con un índice de -0,18: esta es una complejidad baja, reflejando lo “básico” de nuestra matriz productiva y la poca capacidad de demandar empleos de alta cualificación. Esto es relevante porque, si existe un común denominador entre los siete precandidatos presidenciales (Mario Desbordes, Joaquín Lavín, Ignacio Briones, Sebastián Sichel, Gabriel Boric y Daniel Jadue), es que Chile necesita ampliar su matriz productiva. Sin embargo, sus visiones son limitadas, ya que sólo se basan en una expansión “progresiva”.

Una expansión progresiva hace referencia a entregar un valor agregado a un producto determinado. El típico ejemplo es “si vendemos cobre, produzcamos alambre de cobre”, mientras que una expansión regresiva sería “si vendemos cobre, fomentemos la extracción limpia de cobre mediante nuevas tecnologías”. En otras palabras, se mantiene la misma oferta de bienes, aunque el modelo productivo para la obtención de estos cambia.

Es fundamental decidir qué mercados debiesen ser fomentados para expandirse de manera progresía o regresiva, ya que en los desarrollos progresivos nos encontraremos con una competencia establecida, por lo que las nuevas empresas estatales o privadas tendrán que: penetrar mercados, hacerse de cuotas, competir con mayores tecnologías, “know how”, competencia de precios y posicionamiento de marca, colocando en riesgo los dineros invertidos. Pero este no es el caso si decidimos hacerlo de manera inversa; en este sector, no hay competencias, por lo tanto las complejidades del desarrollo “progresivo” se eliminan.

Ante la disyuntiva de decidir qué mercados expandir progresiva o regresivamente, es necesario realizar un ejercicio matemático llamado “Matriz de Leontief”, el cual permite calcular “determinantes” de impacto al Producto Interno Bruto (PIB), conociendo que áreas son las que, en una cadena productiva, agregan mas valor.  Si un área determinada agrega valor monetario, significa que ya está desarrollada en términos de competencia, por lo cual debiese expandirse de manera regresiva; si el área no aporta de manera significativa, es porque no hay competencia aún y debiese hacerse de manera progresiva. Es de vital importancia que los candidatos entiendan a cabalidad esta visión debido a que, si se comienzan políticas de expansión mediante inversión pública, banco de desarrollo o programas Corfo, es fundamental velar por la optimización de los mismos.

Roberto Gormaz
Ph.D (c) en Economía de la Universidad Rovira e Virgili, Barcelona. Académico de la Universidad Viña del Mar.