Avisos Legales
Opinión

¿Tenemos una real oportunidad ante la COP26?

Por: Ximena Salinas | Publicado: 11.11.2021
¿Tenemos una real oportunidad ante la COP26? Huemul | @PEtchegaray
Si bien Chile es parte de los países que menos impactan, al sólo alcanzar el 0,25% de las emisiones de los gases efecto invernadero (GEI) a nivel mundial, somos los que más hemos aumentado las emisiones en los últimos años con nuestro actual sistema de vida y consumo energético. Es por ello que el compromiso de nuestro país de mitigar las emisiones y tomar medidas, como el cierre de las termoeléctricas al año 2050, se torna una decisión urgente de apresurar, comprometiendo una transición energética de la mano de una transición justa que vele por los derechos humanos y proteja la biodiversidad existente en nuestro país.

Según la ciencia y los integrantes de las negociaciones presentes en la Conferencia de las Partes de Cambio Climático en su versión 26 (COP26), en Glasgow, existe unanimidad en que el cambio climático llegó para quedarse, sigue aumentando la temperatura del planeta y se ha agudizado por causa humana. Las responsabilidades únicas y diferenciadas de cada país se tornan cruciales, y lo que está claro es que cada parte tiene que comprometerse y disminuir su impacto.

Si bien Chile es parte de los países que menos impactan, al sólo alcanzar el 0,25% de las emisiones de los gases efecto invernadero (GEI) a nivel mundial, somos los que más hemos aumentado las emisiones en los últimos años con nuestro actual sistema de vida y consumo energético. Es por ello que el compromiso de nuestro país de mitigar las emisiones y tomar medidas, como el cierre de las termoeléctricas al año 2050, se torna una decisión urgente de apresurar, comprometiendo una transición energética de la mano de una transición justa que vele por los derechos humanos y proteja la biodiversidad existente en nuestro país.

Somos una isla ecológica entre montañas y océano, y la longitud de Chile nos permite poseer distintos climas capaces de albergar distintos ecosistemas, únicos en el mundo. De las 31.000 especies existentes aquí, el 58,5 % de los reptiles y 76,7% de los anfibios sólo existen en el país. De ellas, seis de cada diez especies nativas se encuentran amenazadas. Sólo pensarlo nos debe estremecer, ya que esto ocurre porque su hábitat (es decir, sus hogares) han sido invadidos, destruidos, arrasados por nosotros, por una forma de vida que no respeta los ciclos de la naturaleza. A ello se suma que Chile cumple con 7 de 9 condiciones de vulnerabilidad definidas por la ONU ante el cambio climático y que es un país de altos riesgos naturales que pueden agudizarse.  

Ante este escenario, todos los esfuerzos por el clima son fundamentales. Tenemos que entender que todas las acciones cuentan. Que debemos informarnos aún más, educar socioambientalmente a la población, establecer redes y alianzas que potencien acciones concretas en la mitigación como en las acciones de adaptación. La adaptación al cambio climático es el gran tema y estamos al debe. Es un gran desafío que requiere inversión directa y sostenida para encauzar y establecer cambios que promuevan la protección de valiosos ecosistemas que tienen en definitiva otros tiempos de adaptación. Tomando en cuenta este factor, la consiga puede ser fácilmente «adaptarse o morir», pero le agregaría inclusive el lema: «tomar conciencia o morir».

Las oportunidades de la COP26 son alarmantemente reducidas; hasta se habla de un nuevo fracaso para implementar el Acuerdo de París. Pero en Chile estamos haciendo historia con la nueva Constitución de base paritaria y pluricultural, y con una gran representación del pueblo chileno. En esta construcción confiamos para el resguardo de los bienes naturales comunes, mal llamados “recursos naturales”. Pero más exigente es el rol que le corresponderá al nuevo Parlamento, en la tramitación con urgencia la Ley SBAP (Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas)el Proyecto de Protección de Glaciares y la Ley Marco de Cambio Climático, entre otras, que nos preparen y den seguridad ante la crisis climática e hídrica. Este sería el desafío de la nueva normativa que nos regirá por los próximos años.

No podemos esperar más. No podemos confiar en falsas soluciones o en lo que algunos proponen como soluciones maquilladas de responsabilidad empresarial o GreenWashing. Debemos ser actores conscientes de esos cambios fundamentales y exigir a las autoridades un mayor compromiso para cambiar el real problema de nuestra sociedad actual, un modelo consumista y extractivista que depreda. La gran oportunidad es sembrar un cambio de paradigma para cosechar el buen vivir comunitario en armonía con la naturaleza.

Ximena Salinas
Ex presidenta del Comité Nacional pro Defensa de la Fauna y Flora (CODEFF) y actual candidata a diputada ecologista por el Distrito 12.