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Opinión

Alemania: un nuevo «Contrato de Coalición» para gobernar

Por: Arturo Moreno Fuica | Publicado: 10.12.2021
Alemania: un nuevo «Contrato de Coalición» para gobernar Scholz y líderes verdes y liberales |
En Alemania, es ya parte de la cultura política el que los miembros de las futuras coaliciones oficialistas se sienten a redactar y coordinar un programa antes de asumir el gobierno. La fuente de toda la estabilidad política está en esta promesa programática. De hecho, el nombre oficial del programa de gobierno es “Koalitionsvertrag” (Contrato de Coalición) y, en términos generales, expresa, como cualquier contrato, un acuerdo políticamente vinculante.

Este miércoles 8 de diciembre el Parlamento alemán (Bundestag) ha elegido al socialdemócrata Olaf Scholz como nuevo Canciller. Por primera vez en la historia política de Alemania una “coalición semáforo”, como se le denomina coloquialmente por los colores de los partidos que la integran, gobernará el país. De esta manera, tras 16 años la era Merkel llega a su fin.

Después de ganar ‒con mayoría relativa‒ las elecciones del 26 de septiembre, Scholz podría haber optado por la continuidad. Seguir gobernando con la así llamada “gran coalición”, integrada por los democratacristianos (CDU) y su socio electoral histórico, la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), era una alternativa tentadora. De partida, esta opción aparecía como una preferencia matemáticamente cómoda. Además, el mismo Scholz había sido durante el último gobierno de la “gran coalición” el ministro de Finanzas de Merkel, ni más ni menos, y, como si esto fuera poco, su Vicecanciller. Estos y otros argumentos inclinaban razonablemente a pensar que el entonces candidato socialdemócrata buscaría apoyarse en la comodidad de la continuidad. Sin embargo, esta alternativa fue prontamente rechazada por el propio Scholz. Todas las energías de la socialdemocracia (SPD) serían desplegadas para buscar una alianza de gobierno con Los Verdes y el partido liberal (FDP, Partido Democrático Libre).

La tarea de formar una nueva coalición de gobierno no aparecía como una tarea fácil. Por un lado, a las profundísimas discrepancias ideológicas y de personalidades entre Los Verdes y los liberales, se sumaban, por otro lado, los fracasos estrepitosos en el pasado para formar alianzas con ambos partidos. Sin embargo, esta vez la historia sería diferente. Efectivamente, la dirigencia del FDP, representada por su presidente, Christian Lindner, y la de Los Verdes, encabezados por sus presidentes, Annalena Baerbock y Robert Habeck, exhibieron esta vez la requerida vocación de poder para evitar ser lanzados nuevamente al Hades de la oposición. Paralelamente, los democratacristianos, después de haber vivido su mayor caída en toda su historia electoral, habían quedado prácticamente paralizados para emprender seriamente algún tipo de negociación. En este contexto, los ahora partidos oficialistas pudieron trabajar con relativa tranquilidad. Coletazos externos no existieron.

En Alemania, es ya parte de la cultura política el que los miembros de las futuras coaliciones oficialistas se sienten a redactar y coordinar un programa antes de asumir el gobierno. La fuente de toda la estabilidad política está en esta promesa programática. De hecho, el nombre oficial del programa de gobierno es “Koalitionsvertrag” (Contrato de Coalición) y, en términos generales, expresa, como cualquier contrato, un acuerdo políticamente vinculante. De este modo, el texto no se entiende simplemente como un compromiso de buenas intenciones, sino que posee el estatus de mandato político cuya realización está políticamente asegurada por la mayoría oficialista en el Parlamento que, a su vez, eligió al gobierno.

Aquí me es imposible presentar el contenido total de las 177 páginas del programa de la nueva coalición de gobierno. Sin embargo, deseo resaltar algunos compromisos políticos y directrices administrativas que deberían aprobarse en el Bundestag en los meses siguientes.

Partamos diciendo que el nuevo gobierno creará una comisión federal permanente para hacer frente a la crisis de la pandemia. En relación con esta temática, es importante saber quién es el nuevo ministro de salud. Se trata del socialdemócrata y experto en salud pública, Karl Lauterbach. De él estaremos escuchando constantemente. Su ministerio recibirá mayores recursos financieros por parte del Estado para superar ciertas deficiencias que el sistema de salud ha demostrado tener.

En segundo lugar, todo proyecto legislativo deberá someterse a un “control climático” (así el texto), es decir, a un proceso de revisión para establecer si ella está en armonía con los objetivos climáticos del Estado alemán y la Unión Europea. En este mismo sentido, se estableció el año 2030 como límite para suspender totalmente la generación de energía a base de carbón. En los nuevos edificios comerciales, el uso de energía solar será obligatorio, mientras que en los privados deberá “convertirse en la regla” (así el texto) gradualmente. Todas las inversiones para la protección del clima se podrán deducir en las declaraciones de impuestos del 2022 y 2023. Por último, los estados federales deberán dedicar el 2% por ciento de su territorio a la energía eólica.

En tercer lugar, el freno de la deuda estatal, establecido en la Ley Fundamental alemana se cumplirá, pero a partir de 2023. Para el próximo año la aplicación de este articulado se suspende nuevamente, algo que la misma Constitución establece para situaciones de emergencia. El presupuesto para investigación y desarrollo se acrecienta al 3,5% del PIB. Se establece un “presupuesto digital adicional” (así el texto) y todas las leyes deberán estar sujetas a un “control de digitalización”. También un objetivo central aquí será alcanzar el suministro de fibra óptica total a nivel nacional.

Entre las políticas sociales destaca el aumento del salario mínimo de 9,60 a 12,00 euros la hora a partir del 2022. Según cálculos oficiales, dos tercios de las mujeres con trabajo remunerado salen ganadoras con esta medida. Asimismo, debido al aumento de los precios de la energía, se establecerá un subsidio de calefacción para los hogares de bajos ingresos. Además, la edad de jubilación no se modificará, pero la tasa de contribución a este seguro (actualmente 18,6%) ‒impuesto que pagan en partes iguales (9,3%) trabajadores y empleadores‒ aumentará. Sin embargo, durante este periodo legislativo dicho incremento no excederá el 20%. Finalmente, se le permitirá a la “Deutsche Rentenversicherung” (la institución alemana que administra el seguro de pensión obligatorio) que pueda invertir ‒en una primera fase‒ diez mil millones de euros de los fondos acumulados en el mercado de capitales. Además, se introducirá una prestación básica única por hijo en la que se agrupen todas las ayudas estatales. Se considerará un monto garantizado independiente de los ingresos y una contribución adicional en función de los recursos financieros de la familia. Por último, pero no menos importante, la “coalición semáforo” incluirá los derechos de las niñas y los niños en la Ley Fundamental alemana y la edad mínima para participar en las elecciones federales se reducirá de 18 a 16 años.

Con el nuevo Ministerio de Construcción, se fomentará la construcción de 400.000 nuevas viviendas por año. 100.000 de estas se construirán con subvención estatal y se entregarán como viviendas sociales. En ciudades con un mercado inmobiliario “disparado”, los alquileres ya en curso podrán ser aumentados solamente hasta un 11% durante tres años. Hasta ahora el límite era del 15%. Este freno al aumento de los alquileres se mantendrá hasta 2029 y será ampliado a los nuevos contratos de arriendo.

En cuanto a las políticas de migración, el derecho de residencia será más flexible y se elimina la prohibición de trabajar para los solicitantes de asilo cuyos trámites aún están en curso. La adquisición de la nacionalidad alemana se hará más expedita y se posibilitará la doble ciudadanía.

Aquí habría que destacar también la eliminación del polémico parágrafo 219a del Código Penal alemán, el cual hasta ahora permite procesar a cualquier médico o médica que informe públicamente sobre métodos o prácticas de abortos. Pues bien, entregar información, por ejemplo, en la página web de una médica, se entiende jurídicamente como publicidad. Esta fue la razón por la cual la médica de la ciudad de Giessen, Kristina Hänel, todavía pudiese ser condenada, en enero de 2021, a pagar una altísima multa.

Finalmente, en el futuro, los adultos podrán comprar cannabis en tiendas autorizadas para su venta. Sin embargo, después de cuatro años, se realizará una revisión para determinar qué posibles efectos negativos ha generado esta ley en la sociedad.

Arturo Moreno Fuica
Doctor en Ciencia Política Universidad de Heidelberg.