Logros y deudas medioambientales en la comuna de Santiago

Hace algunos días, la alcaldesa Irací Hassler (PC) fue reconocida como una de los “100 Latinos Más Comprometidos con la Acción Climática” por la ONG Sachamama. En 2020, el mismo reconocimiento fue otorgado al alcalde de Santiago de ese momento, Felipe Alessandri (RN), y también a la ex ministra del Medio Ambiente Carolina Schmidt, quien dejó su cargo tras cuestionamientos en su desempeño en la COP 25, y las irregularidades vinculadas al proyecto minero Dominga.

La ONG Sachamama sólo publica la lista anual de su galardón, donde dice destacar a “personas por su compromiso en áreas como el activismo climático, la ciencia, la comunicación, los derechos ambientales, las políticas sostenibles y el impacto empresarial”. Lamentablemente, esta ONG no publica argumentos individuales para justificar el reconocimiento a cada político o empresario que recibe el homenaje, por lo que, en el caso de Irací Hassler, sólo nos queda conjeturar los motivos que la convirtieron en merecedora del reconocimiento. Podemos nombrar, por ejemplo, las siguientes acciones medioambientales emprendidas por la alcaldesa en los seis meses que ya lleva de mandato:

• Oponerse a la construcción de una estación en Parque Forestal de la nueva línea de metro L7, defendiendo 20 árboles que se verían afectados. Esta estación otorgaba acceso expedito a un área verde central y a puestos de trabajo para miles de habitantes de la periferia del Gran Santiago, pero con las acciones judiciales impulsadas por organizaciones sociales y respaldadas por la municipalidad, la estación se encuentra en suspenso, con posibilidades de reubicación y retrasos en su construcción.
• La realización, dentro de los últimos meses, de “cabildos temáticos” abiertos a la comunidad, para conversar sobre temas barriales, algunos dedicados al medioambiente.
• Asistir en fin de semana a una sesión de trabajo voluntario de vecinos del sector sur de la comuna de Santiago (en realidad, principalmente un grupo de vecinas de género femenino y de edad media), que intentan despejar algunas veredas y platabandas cercanas a viviendas de su propiedad que se encuentran convertidas en microbasurales, para la instalación de “huertos comunitarios”.
• Presentar una querella por incendios y daños calificados contra quienes resulten responsables de los daños causados en los jardines del Cerro Huelén/Santa Lucía, tras la marcha conmemorativa de la revuelta popular, el 18 de octubre de 2021.
• Anunciar la realización de una consulta ciudadana respecto a la realización del megaconcierto Lollapalooza en el Parque O’Higgins, que no fue necesaria realizar ya que, ante los requerimientos previos realizados por la municipalidad, la empresa productora optó por realizar el evento en un parque de otra comuna.

Tras recibir el reconocimiento de la ONG Sachamama, en el sitio web municipal se publicó la siguiente declaración de la alcaldesa: “En Santiago, tenemos un compromiso con el medioambiente, declaramos nuestra comuna en emergencia climática y ecológica, ha sido prioritario defender nuestros territorios, que cuidemos y no destruyamos nuestros parques y que vecinos y vecinas se hagan parte de este trabajo. Porque aquí necesitamos el compromiso de la institucionalidad, del sector privado y también de todas las chilenas y chilenos”.

Aprovechando el impulso de las declaraciones de Irací Hassler, el conocimiento que tiene del territorio tras ser concejala de la misma comuna desde 2016, y la visibilidad que le otorga el reconocimiento de una ONG que opera en Estados Unidos y se dedica al posicionamiento en prensa y redes sociales de la temática medioambiental, la municipalidad podría también tomar acciones frente a las graves faltas e incumplimientos que se vienen perpetuando, y se han agravado en el último año, entre ellas:

1. Las decenas de microbasurales causados (entre otras cosas) por el aumento de población y una insuficiente recolección, particularmente en el sector sur de la comuna de Santiago.
2. Falta de mantención en los camiones recolectores y falta de planificación de aseo ante fechas de mayor demanda.
3. La nula existencia de sistemas de reciclaje y compostaje que aborden todo el territorio de la comuna.
4. Las escasas, precarias y peligrosas ciclovías existentes, muchas sin mantención.
5. El completo abandono en el que se encuentran jardines de establecimientos educacionales de dependencia municipal, que han permanecido cerrados durante la mayor parte del año 2021 (por segundo año seguido).
6. La inexistencia de un centro veterinario o alberge municipal para animales menores.
7. La escasa fiscalización que se realiza para revertir y prevenir el frecuente uso de espacios públicos como estacionamiento y zona de carga y descarga, por parte de vehículos particulares y/o empresas.
8. El deplorable estado en el que se encuentran las escasas áreas verdes de la zona sur de la comuna.
9. La falta de mantención en juegos infantiles y la falta de regulación del uso de las plazas como locación de fiestas clandestinas, focos de microtráfico y delincuencia.
10. La ausencia de estrategias efectivas de educación y promoción medioambiental en los establecimientos educaciones de dependencia municipal.

Entendiendo que estas medidas implican un arduo trabajo a largo plazo, la administración municipal podría partir, también, asegurando la disponibilidad de áreas verdes a todos los vecinos de la comuna, no sólo a quienes viven en la parte central del municipio. Ya que los parques parecieran ser la prioridad, se podría disponer, por ejemplo, de acceso abierto al parque del ex “Asilo Hermanitas de los Pobres” en el barrio Matta-Sur, donde actualmente sólo funciona una biblioteca perteneciente a una fundación privada. Este inmueble y parque patrimonial, cuya compra en 2017 fue realizada por la municipalidad bajo la administración de Felipe Alessandri por $ 6.000 millones de pesos, permanece desde entonces cerrado para el acceso público, a la vez que las diez bibliotecas vecinales de dependencia municipal se mantienen cerradas desde hace más de un año. Si de espacios públicos se trata, ¿por qué no abrir los parques y bibliotecas municipales al acceso público?