Votaciones de iniciativas populares, una deuda con la diversidad

Estamos viviendo tiempos de cambios sociales históricos, donde la ciudadanía se ha empoderado y concientizado de las transformaciones que quieren para su vida y las futuras generaciones. En este escenario vemos como todos los años personas, empresas, organizaciones e instituciones se comprometen con el avance de la inclusión y apoyo a la comunidad LGBTIQA+ y disidencias sexo-genéricas. Hoy, con la puesta en marcha de las votaciones por las iniciativas populares en la Convención Constituyente, donde la ciudadanía puede votar por una propuesta popular independiente, para que su inclusión en la nueva Constitución pueda ser discutida, aparece una contradicción al observar el bajo apoyo a las iniciativas que buscan impactar directamente en la mejora de la vida de las personas de la comunidad LGBTIQA+, estando muy lejos de alcanzar los 15.000 patrocinios.

Ya de por sí la conciencia de esta instancia es desconocida, realidad que contrasta con la alta participación en el plebiscito de 2020, donde más de 5 millones de personas votaron a favor de una nueva Constitución. Sin embargo, al momento de que las personas comunes y corrientes podemos tener una injerencia y participación directa en la redacción de las nuevas normas, pareciera haber poco interés en su difusión.

A la fecha ya existen propuestas que han llegado a la meta, sin embargo, propuestas independientes que se han presentado hasta el momento y que atingen a la comunidad LGBTIQ+ y disidencias sexo-genéricas no lo han hecho. Las principales propuestas presentadas por DURAS (Disidencias Unidas Reconstruyendo Alianzas Sexopolíticas), que agrupa organizaciones LGTBIQA+ de todo el país, apuntan al “Reconocimiento de comunidades y diversas formas de familia”, el “Derecho a la igualdad, no discriminación y no sometimiento” y el “Derecho a la identidad (incluyendo características sexuales, identidades de género, expresiones de género y orientaciones sexuales)”. También fue presentada el “Derecho a la vivienda y entorno adecuado para disidencias sexuales y de género” por la Corporación SUR, entre otras.

La oportunidad de incidir en la Convención no debe ser desaprovechada. El patrocinio de por lo menos una de estas iniciativas tiene el potencial de cambiar la vida de la población LGTBIQA+ por completo. La próxima vez que hablemos de apoyar a la diversidad, cuestionemos qué hemos hecho por el apoyo directo. Nunca habíamos tenido una oportunidad tan grande como la actual para actuar y el tiempo para hacerlo se acorta. Juntas, juntes y juntos podemos hacer un cambio.