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7 de abril: Gabriela y la educación rural

Por: Carola Sepúlveda | Publicado: 07.04.2022
7 de abril: Gabriela y la educación rural |
A 133 años de su natalicio, reconocer a Gabriela Mistral y su relación con la educación rural, nos permite revisitar, reflexionar y también soñar con formas de educación diversas, plurales y libres, no sólo para los espacios rurales, sino también para todos los que recuperen las experiencias, la creación, la belleza y la vida, principios pedagógicos que fueron defendidos por ella.

 

Este 7 de abril conmemoramos el natalicio número 133 de Gabriela Mistral, profesora, escritora, intelectual y diplomática chilena y, además, desde 1998, por iniciativa del Gobierno de Chile, en reconocimiento al natalicio de la autora y a su compromiso con esta materia, instituimos también el Día de la Educación Rural.

A lo largo de su vida, Gabriela Mistral se relacionó de forma cercana con la educación rural, viviendo numerosas experiencias que dejaron marcas profundas en ella y su trabajo. Visibilizó a sujetos y experiencias tradicionalmente excluidos y construyó un concepto de educación que valorizó saberes tradicionales y rurales, y que al mismo tiempo fue transmitido por medio de su escritura, poniendo en circulación informaciones útiles para desarrollar la educación rural en Chile, transmitiendo sus propias experiencias. Es interesante reconocer que Mistral también pensó en la forma en que la educación rural pudiese impactar en otros tipos de educación, como la educación de los espacios urbanos, tratando de rescatar, por ejemplo, las experiencias, la belleza y la creación, que para ellas eran fundamentales.

Entre sus experiencias con la educación rural destacamos su infancia en el norte de Chile, su amistad con Pedro Aguirre Cerda, sus viajes y trabajo en México, donde conoció un concepto amplio de educación, y en Brasil, donde se relacionó con referentes intelectuales comprometidos con la educación y las políticas públicas.

Mistral en numerosas ocasiones recordó su infancia en el campo, reconociendo las marcas significativas que esta había dejado en ella y en su formación. Esto le permitió construir un diferencial que se convirtió también en un elemento de autoafirmación que la acompañó a lo largo de su vida: “La infancia en el campo, que avergüenza como un vestido de percal a nuestra gente cursi, la he sentido yo siempre, y la considero todavía, y cada día más, como un lujoso privilegio, agradeciendo la mía y deseando delante de cualquier niño que ya se endereza, el que la tenga semejante, cargada ‘del mismo maravilloso’ que me ha sustentado a mis 40 años” (Mistral, 1928).

Entre los aprendizajes que Mistral le atribuía a su educación en el campo, a “su ruralismo”, como ella decía, destacaba el conservar sus sentidos vívidos y hábiles, además de ingresar al mundo de los libros contando ya con “formas y siluetas legítimas” (Mistral, 1928). Fueron muchos los recuerdos que la autora tuvo de su formación en espacios rurales, donde su relación con la tierra le permitió desarrollar una profunda admiración por las personas, las tradiciones, las narraciones y la belleza que conoció en ellos.

Las marcas de su infancia y de su educación rural generaron en Mistral un interés por las temáticas de educación y ruralidad, llevándola a relacionarse con diferentes personas y espacios intelectuales, y a problematizar la educación tradicional llevándola a preguntarse acerca de saberes y metodologías, permitiéndole valorar todos aquellos elementos que conoció en sus experiencias de educación rural con su familia y en el Valle de Elqui, destacando particularmente la narración.

Al preguntarse por la educación, Mistral también se pronunció de manera crítica sobre las relaciones de poder, refiriéndose, por ejemplo, al rol que les correspondería a los hacendados(as) en el acompañamiento del desarrollo espiritual de las personas que trabajaban en sus tierras y a la necesidad de “construir al maestro rural”, figura central en la obra de la autora, ejemplo de ello, es su poema “La maestra rural” (1922), que contribuyó a la creación de algunas imágenes sobre este sujeto profesional femenino.

Al preguntarse sobre el rol que ocupaban los maestros(as), Mistral señalaba que el haber trabajado en Europa le permitió preguntarse por los “maestros urbanizantes” que conoció en esas tierras, los que en su opinión no tuvieron “el amamantamiento con la leche gruesa y vigorosa del campo, y de ahí les viene la desabrida manera con que ‘cuentan’ y la indigencia de imágenes que tienen en las descripciones” (Mistral, 1928).

En 1922, Gabriela Mistral viajó a México invitada por el gobierno de ese país para colaborar en la implementación de la Reforma Educativa propuesta por la Revolución mexicana, conociendo en esa experiencia un concepto de educación pública como “cruzada”, constructo amplio entendido más allá de la educación formal.

Mientras vivió en Brasil (1940-1945), comprometida con el gobierno de Pedro Aguirre Cerda, Mistral visitó escuelas públicas y agrícolas, preocupada de aprender y hacer circular, a través de su escritura, información útil a la educación y a los procesos de modernización chilenos. Se destacan, especialmente, los Recados que publicó en diferentes diarios latinoamericanos, los que en sus propias palabras llevaban las marcas de su ruralidad: “Estos Recados llevan el tono más mío, el más frecuente, mi dejo rural en el que he vivido y en el que me voy a morir “(Mistral, 1938).

A 133 años de su natalicio, reconocer a Gabriela Mistral y su relación con la educación rural, nos permite revisitar, reflexionar y, por qué no, también soñar con formas de educación diversas, plurales y libres, no sólo para los espacios rurales, sino también para todos los que recuperen las experiencias, la creación, la belleza y la vida, principios pedagógicos que fueron permanentemente defendidos por la autora. Porque sigamos reconociendo a esa Gabriela Mistral creadora, la que no siempre nos han mostrado las lecturas tradicionales que se han hecho sobre ella, para seguir aprendiendo de esas formas de educación que ella imaginó.

Carola Sepúlveda
Doctora en Educación. Profesora Visitante Extranjera en la Universidade Federal da Integração Latino-Americana.