No+AFP: La promesa que el gobierno deberá cumplir

Esta semana, el Congreso inició su funcionamiento con una serie de carteles pegados en la entrada. Las consignas más repetidas en ellos fueron: “5to RETIRO: NO+AFP” y “Las AFP roban, queremos nuestro dinero”; demandas que acusan el fracaso del sistema previsional chileno, pero también suponen que los retiros han estado destruyendo a las administradoras de fondos de pensiones, cuando los números indican todo lo contrario.

Los retiros han aumentado las utilidades de las AFP: hasta ahora, las afiliadas y afiliados han retirado cerca de 51.000 millones de dólares, lo que ha liberado 500 millones de dólares por encaje, que han engrosado las ganancias de las aseguradoras. Por esto, con tres retiros encima, las AFP registraron un alza de un promedio 14,7% (algunas llegaron al 30%) en sus utilidades durante el último año; hablamos de más de 400.000 millones de pesos.

En realidad, los costos de los retiros han recaído únicamente en el bolsillo de las y los trabajadores. En términos individuales, porque han afectado sus futuras pensiones, pero también en términos colectivos: no sólo porque aumentan los precios, sino porque disminuyen el valor de los fondos en general. Una persona que estaba por jubilar en el Fondo E con una pensión de $ 200.000, y decidió retirar parte de sus ahorros de pensión, los redujo a $ 134.600; pero, además, por la disminución del valor de su fondo, aquello cayó a $ 118.448.

Y esto no es todo: pues, dado el aumento de los precios, aquellos $ 118 mil y fracción le alcanzarán para comprar menos productos, pagar menos cuentas y cubrir menos deudas que antes de los retiros. Dramático, considerando que un nuevo retiro implica que 5,8 millones de personas quedarán sin ningún ahorro. Esto es, prácticamente, la mitad de afiliados y pensionados del país.

Sin embargo, y tan relevante como aquello, es que los retiros consolidan una visión de la seguridad social como una cuestión de propiedad individual. Una lógica que, lejos de terminar con las AFP, las fortalece.

Cuando la derecha económica y las propias administradoras hacen campaña en pos de mantener la capitalización individual, bajo las ideas de “propiedad” y “libertad”, no es una cuestión de principios, sino de negocios. En otras palabras, una defensa encubierta del interés de las AFP.

En contraposición, la propuesta de la Coordinadora que popularizó el eslogan NO+AFP, apunta al término de las administradoras porque busca convertir el actual sistema de pensiones en un verdadero sistema de seguridad social como los existentes en el 95% de los países del mundo: tripartito (con aporte de empleadores) y solidario. Ambos principios, inexistentes en Chile, son la única forma de conseguir pensiones dignas.

El actual gobierno ha recogido el espíritu de esta propuesta en su programa. Ahora esa promesa tiene que volverse realidad, porque es una de las demandas más sentidas por las personas, especialmente las y los jubilados que llevan más de 30 años postergados y ahora invisibilizados tras el debate de los retiros.

Por eso valoramos que el gobierno escuche las urgencias de las familias y busque responder afectando lo menos posible los actuales ahorros previsionales; no porque estén cuidando a las administradoras, sino -precisamente- para ponerles término como sistema. Ahora toca abrir el debate de un nuevo modelo lo antes posible y avanzar, firmes y en conjunto, por la seguridad social, terminando así, definitivamente, con la herencia previsional de la dictadura.