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Opinión

Chile no da más

Por: Maite Orsini | Publicado: 05.06.2022
Chile no da más | Agencia Uno
Chile no da más en términos de seguridad. Y es por ello que no se entendería que haya oposición a una política nacional de desarme. Debemos avanzar en una prohibición total a la tenencia de armas por parte de civiles. Esto nos permitirá, además, avanzar más rápidamente en el desarme de las bandas delictivas y de narcotráfico.

Todos parecemos tener el mismo diagnóstico sobre delincuencia e inseguridad, pero a la hora de tomar medidas las visiones comunes parecen desaparecer.

Chile no da más. No da más con la delincuencia, con la inseguridad, con los portonazos, los robos, asaltos, homicidios. Es lo que vemos cada día en los matinales y noticieros. Hay espacios públicos que simplemente han sido abandonados al narcotráfico y la delincuencia y que tienen a los vecinos viviendo tras las rejas. Las políticas de prevención, si han existido, han fracasado y nuestro sistema penal genera una sensación de impunidad difícil de contraargumentar. Todos parecemos tener el mismo diagnóstico sobre delincuencia e inseguridad, pero a la hora de tomar medidas las visiones comunes parecen desaparecer.

Es evidente que nadie tiene la única y perfecta solución, pero en más casos de los que quisiéramos la incapacidad de resolver algunos de los problemas asociados a la delincuencia tiene más que ver con (falta de) voluntad política que con otro tipo de problemas.

Uno de los mejores ejemplos de esto es el reciente anuncio de la ministra del Interior, Izkia Siches, sobre un Chile sin armas, el cual fue ratificado por el presidente Gabriel Boric en su Cuenta Pública este 1 de junio.

Es un tema que ha pasado relativamente inadvertido, pese a la importancia y diferencia sustantiva que podría hacer no sólo en términos de la cantidad de delitos sino también en cuanto a disminuir los heridos o muertos en ellos.

El exceso y el tráfico de armas es un asunto que ya no se soluciona con mayor regulación: la mayoría de las armas incautadas son armas que estaban registradas, según cifras que el propio ex subsecretario de Interior, Juan Francisco Galli, expuso en la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados. Los dueños de armas no están suficientemente especializados en su uso y en muchas ocasiones ni siquiera notan cuando han sido robadas. No sólo eso, sino que tener un arma a mano, en caso de un asalto, puede empeorar el hecho en vez de repelerlo.

Según un estudio de la Universidad de Chile “la defensa activa (sean forcejeos, gritos, golpes o armas) aumenta en cuatro veces la probabilidad de resultar lesionado en comparación a quienes responden pasivamente a la amenaza o agresión”.

Esto no significa que sean las víctimas las que deben aprender a no serlo, pero como Estado sí debemos proporcionar todas las medidas a nuestra disposición para resguardar a las personas. Y un Chile sin armas es un paso necesario en ese camino.

Chile no da más en términos de seguridad, es cierto. Y es por ello que no se entendería que existiera oposición a una política nacional de desarme. Debemos avanzar decididamente en una prohibición total a la tenencia de armas por parte de civiles. Esto nos permitirá, además, avanzar más rápidamente en el desarme de las bandas delictivas y de narcotráfico.

Las armas no son un deporte ni un pasatiempo, causan dolores irreparables y deben estar únicamente en manos de la fuerza policial y armada. Es de esperar que como parlamentarios estemos unidos tras una medida que sin duda salvará vidas y logrará aumentar la seguridad en nuestro país.

Maite Orsini
Diputada (de Revolución Democrática).