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Opinión

Reforma Previsional en Chile: una demanda pendiente

Por: Rodrigo López Tamayo | Publicado: 12.10.2022
Reforma Previsional en Chile: una demanda pendiente Camila Vallejo en la Cámara | AGENCIA UNO
Llegar a un acuerdo en una Reforma Previsional se ve complejo. Los dos gobiernos anteriores fracasaron en el intento. Ante la panorámica actual (con el triunfo del Rechazo, además de que el gobierno no cuenta con una mayoría parlamentaria), existe una alta probabilidad de que nuevamente se postergue la Reforma Previsional, dejando el problema de las bajas pensiones sin resolver. Una situación altamente conveniente para las AFP.

Las AFP, o Administradoras de Fondos de Pensiones, cumplieron 42 años de funcionamiento. Antes existía en nuestro país un sistema de pensiones de reparto (sistema que se financia con los aportes que realizan los trabajadores activos y el Estado, por lo tanto el dinero aportado va a un fondo común con el cual se pagan las prestaciones; este sistema se concibe bajo los principios de solidaridad intergeneracional e intrageneracional), que agrupaba a un conjunto de cajas previsionales.

Existía un consenso, antes del Golpe militar, que había que hacer una reforma previsional para homogenizar el sistema y darle mayor sustentabilidad. Sin embargo, llegada la dictadura, se crearon e impusieron las AFP en 1981, sin legitimación ciudadana (ya que no existía Parlamento), de carácter privado y con fines de lucro. El gobierno dictatorial de la época y las AFP generaron una serie de promesas; por ejemplo, que si cotizaba de manera permanente el 10% de su remuneración las personas gozarían pensiones sobre el 70% de los salarios obtenidos en la vida laboral (José Piñera, El cascabel al gato, p. 18). Sin embargo, esas promesas nunca se cumplieron. De acuerdo a datos de la Fundación SOL (https://fundacionsol.cl/blog/estudios-2/post/pensiones-bajo-el-minimo-2020-6161), a diciembre de 2019, el 50% de los 984 mil jubilados que recibieron una pensión de vejez obtuvieron menos de $ 202 mil ($ 145 mil, si no se incluyera el Aporte Previsional Solidario del Estado). Y de las personas que cotizaron entre 30 y 35 años, el 50 % recibió una pensión autofinanciada menor a $ 301 mil, valor muy inferior al salario mínimo.

Estas alarmas respecto a los resultados de las bajas pensiones no son nuevas. A 20 años de funcionamiento del sistema, el Instituto de Normalización Previsional (hoy IPS) encargó un estudio a Fundación Cenda («Proyección Previsional de la población afiliada a las AFP, por región y ramas de actividad», 2003) que encendió las primeras alarmas respecto a las bajas pensiones que entregaría el sistema de capitalización individual en el futuro. El sociólogo Robert Castel define la jubilación señalando primeramente lo que no es: “Pero la jubilación no es una medida de asistencia, es un derecho construido a partir del trabajo” (La inseguridad social, ¿qué es estar protegido?, p. 43, 2004).

La pregunta es si las jubilaciones que recibe un trabajador alcanzan para brindar seguridad social y económica al momento de llegar a la vejez; si su derecho a la jubilación le permite vivir con dignidad. Los datos evidencian que no. Durante las últimas décadas se han llevado a cabo una serie de reformas paramétricas, es decir, no estructurales, que han intentado mejorar el sistema, pero que a la larga no han tenido mayores resultados. En el año 2016 se llevaron a cabo una serie de protestas que irrumpieron la agenda pública cuyo reclamo eran las bajas pensiones. La consigna que se levantó fue “No+AFP”. El gobierno del momento, de la presidenta Bachelet, presento un proyecto de ley que contenía elementos estructurales de reforma, pero que no se concretó, hasta que llegó el segundo mandato del presidente Piñera, quien también presentó un proyecto de ley al respecto, con similares características al de Bachelet, que tampoco prosperó.

Al llegar el gobierno del presidente Boric, en su programa en materia de pensiones planteaba la idea de generar un “Sistema Previsional sin AFP y Solidario”. Esto implica crear un sistema de Seguridad Social que mejore las actuales pensiones y las futuras “de manera sostenible” (https://www.servel.cl/wp-content/uploads/2021/06/5_PROGRAMA_GABRIEL_BORIC.pdf). Al correr los meses y el tiempo, la propuesta de nueva Constitución consagraba el derecho constitucional a la Seguridad Social, entregándole al Estado un rol protagónico en materia previsional.

Todo lo anterior, le daba al gobierno un soporte constitucional para poder establecer la propuesta establecida en su programa inicial, sin embargo, luego del triunfo del Rechazo frente a la propuesta de la nueva Constitución el escenario para poder llevar a cabo una Reforma Estructural al Sistema de Pensiones cambió. Ex post al plebiscito, el gobierno entregó algunas líneas de lo que sería la Reforma Previsional. La misma ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, señaló en una entrevista que es una “propuesta moderada” (https://www.24horas.cl/actualidad/politica/ministra-vallejo-y-reforma-previsional-del-gobierno-es-una-propuesta-moderada). El ministro de Hacienda, Mario Marcel, indicó que las AFP mantendrán una participación en el sistema, pero bajo otro nombre (“gestores privados”). En esa línea, se propone también terminar con las pensiones de retiro programado y mantener solo las rentas vitalicias. Además, se propone un aumento de un 6% de la cotización, en la cual una parte del ese incremento en la cotización sea destinada a reparto para mejorar de inmediato las pensiones de los actuales jubilados. Finalmente, las personas podrían optar a que un ente público administre la totalidad de sus ahorros, o un ente privado, que serían los gestores privados (https://www.emol.com/noticias/Economia/2022/09/26/1073865/gobierno-reforma-pensiones-detalle.html).

En la oposición, el diputado de Renovación Nacional Frank Sauerbaum cuestionó que los fondos sean administrados por el Estado. Por otra parte el diputado de la UDI Henry Leal indicó que desde su partido “defenderán tres principios considerados fundamentales, que tienen que ver con que el aumento de la cotización del 6% vaya a las cuentas individuales de los trabajadores, que sean heredables, inexpropiables y no se puedan nacionalizar” (https://radio.uchile.cl/2022/09/26/ad-portas-de-su-presentacion-diputados-de-comision-de-trabajo-manifiestan-posturas-encontradas-sobre-reforma-previsional/). El jefe de bancada de RN, Andrés Longton, sostuvo que en el plebiscito «no solamente gana el Rechazo, sino que también pierde estrepitosamente parte del programa de este gobierno». Por otra parte,  su par  Miguel Mellado  señalaba que defenderían con «dientes y muelas» la heredabilidad, y otros parlamentarios de la UDI y republicanos se sumaban en la misma defensa (https://www.ciedess.cl/601/w3-article-10485.html).

En suma, llegar a un acuerdo en una Reforma Previsional se ve complejo. Los dos gobiernos anteriores fracasaron en el intento. Ante la panorámica actual (con el triunfo del Rechazo, además de que el gobierno no cuenta con una mayoría parlamentaria), existe una alta probabilidad de que nuevamente se postergue la Reforma Previsional, dejando el problema de las bajas pensiones sin resolver. Esta situación a las AFP les podría ser altamente conveniente. Seguirían con la administración del sistema, con las cuantiosas utilidades (por las comisiones) para los principales actores del mercado de capitales, que seguirán utilizando los fondos previsionales para la especulación financiera, entre otros. Finalmente, quien pierde con la dilatación de la Reforma son los mismos trabajadores/as y jubilados actuales, que siguen siendo afectados por un sistema altamente cuestionado y sin mayores resultados a la hora de entregar pensiones.

Rodrigo López Tamayo
Trabajador social e ingeniero comercial. Magíster en Política y Gobierno.