Un partido para volver a la raíz

¿Qué es Convergencia Social? La respuesta puede tener varias dimensiones. Lo primero, es el partido político del actual Presidente de Chile, hito logrado en parte importante gracias a una militancia activa en las calles y territorios de todo el país. Otra está en la raíz de lo que somos: La “convergencia” fue el primer punto de encuentro de diversas visiones sobre cómo ser y hacer izquierda en el Chile de la segunda década del siglo XXI. Partidos y colectivos de inclinaciones socialistas decidimos unir nuestras ideas y personas para llevar adelante un proyecto colectivo que empujara una forma material de superar el neoliberalismo y las injusticias que este reproduce, convocando a un nuevo modelo social para Chile.

A casi cuatro años de la creación de esta “Convergencia Social”, como tendencia “Reimpulsar la Izquierda” (hoy llamada “Raíces Socialistas”), nos sentimos orgullosos de lo realizado para dar forma a nuestro proyecto político. En un comienzo lideramos el proceso de formación y legalización del partido, levantamos a la primera presidenta de Convergencia Social, la diputada Gael Yeomans, y levantamos organización territorial y comunal en diversas regiones del norte y del sur de Chile buscando no sólo fortalecer la orgánica interna, sino también descentralizar la toma de decisiones.

El próximo 22 y 23 de octubre no sólo tendremos la oportunidad de renovar toda nuestra estructura y democracia interna, sino también dotarnos de una dirección y estrategia política para empujar nuestro gobierno de cara al complejo periodo que nos toca enfrentar.

De la mano de una lista de tres diferentes tendencias que formaron el partido, disputaremos la Dirección Nacional y, en mi caso personal, tengo el grato honor de ser candidata a la Secretaría General, espacio fundamental para entregar conducción al funcionamiento del colectivo. En este sentido, proponemos una estrategia clara para conectar con las aspiraciones del pueblo de Chile, la cual se sustenta en tres pilares fundamentales:

Dotar de dirección política al partido y profundizar su democracia interna. Con todos sus órganos electos, será primordial definir de manera participativa los objetivos y prioridades que debemos alcanzar, tanto a nivel partido como de gobierno, promoviendo el debate interno, el diálogo y el trabajo conjunto entre nuestros espacios basales. La reflexión sobre llevar a cabo un Congreso interno será una de nuestras primeras tareas. Es sumamente relevante que, así como se definan lineamientos comunes para toda nuestra militancia, los comunales y frentes tomen el liderazgo y la autonomía que les corresponde para desarrollar sus propias políticas de trabajo e inserción comunal y sectorial.

Reinserción en el tejido social. Debemos aportar a resolver proactivamente la tensión que existe entre los partidos políticos y las organizaciones sociales. Hemos dejado de ser herramientas para canalizar el descontento y construir soluciones. Si bien el rechazo a la propuesta de nueva Constitución fue un golpe duro para un proyecto social de base, aún tenemos la oportunidad y el deber de conformar un bloque social y político entre todas las fuerzas progresistas, movimientos y partidos, para construir un proyecto político unificado que ponga freno al avance de la ultraderecha e impulse cambios que mejoren la calidad de vida de las personas. Así, Convergencia Social debe posicionarse desde un rol articulador, promoviendo un diálogo genuino con el resto de las fuerzas políticas y sociales, donde se limen las diferencias a través del debate y se construya desde lo común.

Profesionalizar nuestra orgánica. Si queremos que Convergencia Social se constituya como un proyecto sólido, con una perspectiva de largo plazo, es primordial dotarnos de una estructura orgánica profesional. Proponemos fortalecer y profesionalizar nuestros equipos, no solamente porque tenemos la convicción de que la política también es un trabajo, sino porque de no hacerlo se reproducen las diferencias de clases sociales, donde solamente quienes cuentan con recursos pueden dedicarle su tiempo libre a dirigir las organizaciones políticas. Siempre en aras del fortalecimiento, nuestra tendencia impulsará también la primera “Escuela de Formación Política” para la militancia y la ciudadanía, con el fin de ampliar metodológicamente la formación de nuestra gente.

El desafío es gigante. Las tres tendencias que hoy disputamos en unidad la conducción de Convergencia Social tenemos como norte y sur la co-construcción de un partido que sea protagonista en la próxima década. Y desde “Raíces Socialistas”, tenemos la vista no sólo en esta elección de octubre, sino que también estamos reflexionando en el crecimiento de cara a las próximas municipales, donde tenemos el deber histórico de demostrar nuestra fuerza, ampliando nuestra base política en la mayor cantidad de territorios posibles. Todo mientras somos el soporte político de uno de los hitos más importantes para nuestra generación política: el gobierno de Gabriel Boric, Presidente de Chile.