Avisos Legales
Opinión

Raúl Torrealba, un caso especial

Por: Pablo Varas Pérez | Publicado: 30.12.2022
Raúl Torrealba, un caso especial Raúl Torrealba, exalcalde de Vitacura | Foto: Agencia UNO
En el interior de Vita Salud/Vita Emprende/Vita Deportes los billetes muy acomodados pasaban directo a la cuenta bancaria del «Tronco» Torrealba en el Banco Chile. La policía informó que, luego de haber sido revisada su segunda casa, donde pasa sus vacaciones en el sur del país, se encontró más dinero escondido en una muralla. Hasta donde se conoce, eso lo hacen los ladrones y los viejos en el oficio de estafar. De servicio público nada; sencillamente enriquecimiento ilícito.

Vitacura, una de las comunas ricas entre las más de 300 del país, fue dirigida por Raúl Torrealba del Pedregal por 25 años. Era, hasta el año 2021, militante de Renovación Nacional, partido al cual renunció luego que se iniciara una investigación en su contra por varios delitos cometidos durante su largo periplo como alcalde: malversación de caudales públicos, cohecho, fraude al fisco, falsificación de documentos públicos y lavado de activos.

La cantidad defraudada no es menor: algo así como $ 2.300 millones. Su salario como autoridad edilicia alcanzaba a $ 3 millones 500 mil, según lo observado en SII. Cuesta mucho entender cómo fue posible tal cantidad de dinero ahorrado con un salario bastante reguleque, como se le escuchara a la actual diputada Ximena Ossandón hace algunos años: ella, militante de RN, gana el doble actualmente en el Parlamento.

Extraña paradoja. Al día siguiente de haber asumido el actual presidente Gabriel Boric, el líder de RN senador Francisco Chahuán lanzó un misil. “Vamos a levantar un gobierno en las sombras” para estar atento a la forma de gobernar de esta izquierda radical, dijo. “Vamos a defender los intereses de la patria y daremos todas las batallas contra la corrupción”. La política chilena se estremeció, nunca antes se habían dicho tan duros conceptos, él mismo que sabe tanto de futbol y cocina. Nunca un senador había llegado con una guitarra a La Moneda, pero esta vez sí; Francisco, el más astuto de todos, lo había logrado… Eso de la paja en el ojo ajeno es verdad.

Ninguna instancia en RN logró explicar los caudales de billetes que circulaban alocados por los pasillos de Vitacura. Crearon corporaciones, establecieron alianzas con las comunas cercanas mientras Joaquín Lavín también ejercía poder comunal en Las Condes y Felipe Guevara firmaba contratos millonarios en beneficio de su hermano en Lo Barnechea. Un festín sin control con connotados políticos nacionales que vivieron a costo del erario fiscal.

Se suponía que el tema de platas y fraudes ya eran asuntos del pasado.

Lo único que le interesa a la izquierda es robar, decía voz en cuello el Tronco Torrealba, y también Guevara proclamaba que había estar muy atentos con los fondos de las municipalidades para que nadie hiciera mal uso de ellos. Ciertamente esa parafernalia servía solamente para que fuera publicada por el duopolio mediático, y en el interior de Vita Salud/Vita Emprende/Vita Deportes los billetes muy acomodados pasaban directo a la cuenta bancaria del Tronco Torrealba en el Banco Chile. La policía informó que, luego de haber sido revisada su segunda casa, donde pasa sus vacaciones en el sur del país, se encontró más dinero escondido en una muralla. Hasta donde se conoce, eso lo hacen los ladrones y los viejos en el oficio de estafar. De servicio público nada, sencillamente enriquecimiento ilícito.

El asunto es que RN manifiesta que el Tronco Torrealba ya no es militante y aquello es verdad. Pero se debe dejar constancia que mientras cometía aquellos delitos que se le imputan sí era militante. Él renuncia, o se la pidieron, para salvar a RN y dejarlo que dé su batalla frente a los tribunales sin manchar la pulcritud partidaria. El que es ladrón ahora también lo fue antes.

De corruptos la lista es muy larga, algo parecido a una de supermercado. Todos renuncian para dedicarse a limpiar su honra, aportar antecedentes a sus procesos para demostrar que son honrados ciudadanos. Desde los que buscaban en el raspado de la olla algunos bonos para los últimos metros de la carrera senatorial. Orpis preso por recibir órdenes de Corpesca y llevado al sacrificio como un cordero para salvar a la manada.

Constituyen un insulto conductas delictuales como las cometidas por Raúl Torrealba. Molesta sencillamente porque Chile tiene comunas pobres donde no pueden esforzados alcaldes y concejales dar respuestas a las miles de necesidades de sus habitantes. Colegios en las ciudades con precarias condiciones de infraestructura o escuelas en el mundo rural, muchas en estado de semi abandono, y donde sólo la vocación de los maestros rurales hace más digno el camino a niños y niñas.

En los colegios en las comunas con millones en recursos es muy diferente. Allí también comparten la educación comunal la clase dominante donde se transmite y se traspasan los cargos, las empresas y también los que serán los futuros ministros y Presidentes. La lista de los pobres es más larga, claro, pues los pobres son una pesada carga a la que siempre se les olvida a los que gobiernan.

Chile debe dejar de ser un país con todas las ventanas abiertas para que inescrupulosos hagan de la política pingües ganancias. Sucede ante una flaca legislación a la que nadie le interesa hacerla fuerte y es así porque en aquello está el pozo interminable del fraude y las casas de los ladrones.

Casos como el de Raúl Torrealba, ex alcalde de Vitacura, ex militante de RN, o Virginia Reginato en Viña del Mar, deben ser considerado no una alarma: se debe ejercer la más dura condena judicial para el tamaño de sus delitos. Todavía no ingresa a prisión la ex alcaldesa Karen Rojo, que salió arrancando luego de también haber hecho uso de dineros que no le pertenecían. El listado es largo, no sólo en estos tiempos, también en épocas anteriores. Los alcaldes son una especie de reyecitos a los que finalmente se les acotaron los periodos de su mandato, pero sigue imperando que “el que tiene mantiene”. Son la caja de votos para sus diputados y senadores en sus comunas.

Pablo Varas Pérez
Escritor.