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¿Un solo día del año?

Por: Patricia Crispi | Publicado: 22.03.2023
¿Un solo día del año? |
Día de la Mujer. Su sola existencia nos remite a una cultura donde lo masculino es gravitante. Hombre sol, mujer luna. La pura idea de un Día del Hombre resulta irrisoria. Ellos no necesitan un día. Hace muchos siglos colonizaron el tiempo.

Día de la Mujer. Un solo día al año para nosotras a mí me resulta demasiado poco. Contemos entonces como nuestro el día de la Madre (aunque no todas las mujeres seamos madres). También cabe el Día del Niño (que incluye a las Niñas), está el Día de la Secretaria (no se si incluye a los Secretarios), súmese el día de la Inmaculada Concepción (algunas santas, vírgenes y mártires) y finalmente, a punto de acabar el año (sin distinción de género), tenemos el Día de los/las Inocentes. Total 6 o 7 días al año. Muy poco. Bueno, ahora se ha extendido a todo marzo. Mes de la Mujer. Igual muy poco. Un solo mes entre 12 no resulta aceptable.

¿Y conmemorando qué? La muerte de 129 obreras quemadas vivas, encerradas en una fábrica de textiles en Chicago, a comienzos del siglo XX. Y esa quema rememora la otra quema, la mayúscula a fines de la Edad Media, cuando muchos miles de mujeres murieron en la hoguera por orden de la Inquisición Católica Romana. Por brujas, porque sabían, porque intuían. Un estudio reciente cifra el horror en 60.000 mujeres. Hay quienes apuestan que fueron 200.000, incluso hablan de más de un millón. En cualquier caso no hay nada que celebrar. Ni flores, ni chocolates, ni Feliz Día con corazoncitos morados.

¡Y menos a comienzos de marzo!  A las mujeres del Hemisferio Norte que inventaron la efeméride 8M, la fecha ya les va bien. Pero nosotras por el sur del mundo, sudando un verano que no se decide acabar, reubicándonos en un cotidiano de infantes y adolescentes retomando clases, los cuerpos y la ciudad colapsada, más que Día de la Mujer a mí me resulta Día del Estrés.

El 8M, sin embargo, se despliega con un propósito y sentido claro: visibilizar nuestra historia de lucha por más derechos. Conmemora y actualiza nuestra protesta. En el siglo XIX fue por el derecho a la educación, en la primera mitad del siglo XX por la participación política. Resulta increíble que hasta mediados del siglo XX teníamos poco derecho a voz y ningún derecho a voto. Lo obtuvimos en 1948, pero lo perdimos 25 años después, con la dictadura.

“Democracia en el país y en la casa”, pedíamos tímidamente unas pocas decenas de mujeres en los años 80. Hoy miles de jóvenes por todo el mundo, extendieron la petición de Democracia también “en la cama”. Con sus lienzos y gritos de frases cortas, insisten que NO es NO, ¿qué parte no entendiste la ENE o la O…?. con sus máscaras y disfraces, reclaman “¿y cómo es la weá?, nos matan y nos violan y nadie dice na”.

Día de la Mujer. Su sola existencia nos remite a una cultura donde lo masculino es gravitante. Hombre sol, mujer luna. La pura idea de un Día del Hombre resulta irrisoria. Ellos no necesitan un día. Hace muchos siglos colonizaron el tiempo.

Y también el espacio. Con sus guerras de conquista y expansión, reinos e imperios, democracias tuteladas, dictaduras y dicta-blandas, expandiendo lucro producción y consumo ilimitado, están llevando no solo a las mujeres, a toda la humanidad a un punto de involución sin retorno.

La protesta se extiende a los cimiento de una cultura que autodestruye nuestra vida en el planeta tierra. El 8M las mujeres por todo el mundo cantan: “El patriarcado va a caer, y va a caer; el feminismo va a vencer y va a vencer”.

Patricia Crispi
Narradora.