El 21 de mayo

Este domingo 21 de mayo, en Valparaíso, se conmemora el Día de las Glorias Navales, hito que recuerda el combate naval de Iquique, uno de los muchos enfrentamientos bélicos que, en pleno siglo XIX, permitieron a Chile forjar su identidad nacional y hacerse de tierras con valiosos minerales (mismos que hoy nos permiten ser uno de los países con mejores condiciones materiales de existencia del continente).

Este ritual vuelve en gloria y majestad, luego de años en que se vio opacado por otro ritual, uno político que se desarrollaba en el Congreso: la Cuenta Pública del Presidente de la República. Fueron años en que el desfile de las Fuerzas Armadas y de Orden pasó a segundo plano, pues en el otro extremo de la ciudad desfilaban sindicatos, organizaciones sociales y encapuchados que convertían la Avenida Pedro Montt en un escenario de enfrentamiento entre carabineros y manifestantes.

Si hasta el mismísimo Presidente Boric, en una de esas puestas en escena, salió raudo del Congreso (donde ejercía su rol de diputado) para saltar las vallas papales y sumarse al bando de los impugnadores al sistema (con ese inolvidable impermeable color crema que casi siempre le acompañaba).

Hasta el año 2016, último año en que la Cuenta Pública se realizó el mismo día de las Glorias Navales, se podía ver a uniformados celebrando el triunfo de esa denominada Guerra del Pacífico (se perdieron batallas, pero se ganó la guerra) gracias a la cual Chile obtuvo el preciado botín del cobre y el litio (entre otros) y, a pocos metros, a miles de civiles exigiendo más derechos a los gobiernos de turno que administraban las arcas fiscales que, principalmente, se llenaban desde los recursos provenientes del norte que antes fue de Bolivia.

En aquellas jornadas con aroma a lacrimógenas (y que de alguna manera fueron el preámbulo de la revuelta del 2019) eran los estudiantes universitarios quienes, mayoritariamente, se movilizaban y arengaban el día con sus diversas demandas de: fin al lucro, perdonazo del CAE, triestamentalidad, derogación de los tratados de libre comercio, fin del neoliberalismo, entre otras (aún no predominaban las demandas identitarias).

En 2017 una reforma constitucional aprobada por el Congreso en el mes de abril del mismo año, modificó la fecha de la Cuenta Pública, trasladándola desde el 21 de mayo al 1 de junio.

Para entonces, muchos de los rostros de las inolvidables marchas de la Avenida Pedro Montt (incluida la del 21 de mayo del 2015, cuando un funcionario de la Municipalidad de Valparaíso falleció en dependencias municipales producto del incendio generado por una turba de encapuchados y el estudiante Rodrigo Avilés resultó gravemente herido a causa de un carro lanza aguas de carabineros) ahora figuraban como ilustres parlamentarios, funcionarios de Estado y hasta ocupaban el mismísimo sillón edilicio de la ciudad de Valparaíso (Sharp fue un guaripola de las marchas impugnadoras).

Hoy, el Día de las Glorias Navales se conmemora en un contexto especial, en un país que viene de respaldar, mayoritariamente, la obra constitucional redactada en un régimen militar que se diseñó y originó en la Plaza Sotomayor de Valparaíso, misma donde ahora desfilarán uniformados que, no cabe duda, cantarán, con voz casi desgarrada, clásicos de guerra como el “Adiós al Séptimo de Línea”, “Lily Marlene” y “Los viejos estandartes”.

Es probable que también veamos a las jóvenes autoridades políticas impregnarse de esa pachorra militar cuando pasen desfilando los infantes de Marina o los cadetes de la Escuela Naval.

Entonces, a sus mentes se vendrán aquellos soldados que, en el siglo XIX, a poco de estrenado El Capital de Marx, dejaron sus vidas por esas tierras bendecidas con metales valiosos a los cuales ahora les sacaremos mucha más ventaja desde el reciente royalty minero aprobado.

Este 21 de mayo de 2023, más que una celebración de las Glorias Navales, se pone en escena al verdadero Chile, es decir, a esa identidad que aflora de nuestras venas y que ni los espectros del capitalismo ni del comunismo podrán permear. Celebramos el royalty a los metales que, a sangre y fuego, nuestros antepasados consiguieron.

Se celebra el amor a la cuna de origen. Celebramos el apego a la Constitución, al orden y a nuestras materias primas.

Entonces, junto al monumento de los Héroes de Iquique, vemos, en vivo por televisión, al Presidente de la República, a sus ministros, a los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, al alcalde de Valparaíso y a los espectros de Diego Portales, Arturo Prat, el general Baquedano, Salvador Allende, Toribio Merino y Augusto Pinochet.

Es decir, este 21 de mayo, vemos, en ese monumento de la Plaza Sotomayor de Valparaíso, un gran espejo donde se devela nuestro verdadero rostro.