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Reflexión sobre la crisis en la educación pública de Ancud

Por: Carolina Schick | Publicado: 08.07.2023
Reflexión sobre la crisis en la educación pública de Ancud Docentes movilizados en Ancud | Cedida
Al día de hoy las cuentas son dolorosas: cerca de 8 años sin pago de cotizaciones previsionales, no hay fondos para los bonos de retiro de personas en edad de jubilación, el pago de solo un 40% de sueldo en junio y un 38% en julio, sumado a descuentos adicionales, aplicados además como amedrentamiento a las personas que se movilizaron.

Es de amplio conocimiento que la educación pública en Chile ha sufrido un profundo desmantelamiento desde que se instaló el Modelo Subsidiario de Estado. Y en ese contexto, específicamente en la comuna de Ancud (Chiloé, Región de Los Lagos) hoy se vive una problemática de crisis social humanamente insostenible, que requiere de gestiones urgentes ante una histórica vulneración de derechos fundamentales de trabajadoras y trabajadores de la educación, dependientes de la Corporación Municipal de Ancud.

Al día de hoy las cuentas son dolorosas: cerca de 8 años sin pago de cotizaciones previsionales, no hay fondos para los bonos de retiro de personas en edad de jubilación, el pago de solo un 40% de sueldo en junio y un 38% en julio, sumado a descuentos adicionales, aplicados como amedrentamiento a las personas que se movilizaron.

Estos son algunos de los datos de la crisis financiera, pero quiero recalcar que no corresponde reducir el problema sólo a dinero, o los días sin clases de estudiantes.

La crisis actual es un problema social que afecta a familias completas y a toda nuestra comunidad ancuditana.

Por esta razón es que me parece un gesto humano involucrarnos en buscar soluciones prontas y a largo plazo, y hoy escribo mi sentipensar del tema para ayudar a difundir lo que está ocurriendo:

Mientras usted lee mi escrito, le aseguro que más de una persona ha estado llorando por no saber si le alcanzarán los recursos para dar de comer a sus familias, por si pagaran sus arriendos, por cubrir costos de salud y posiblemente otras necesidades sociales básicas.

A nivel de salud mental, han vivido un estrés constante y mantenido hace meses (inclusive años para quienes no se han podido jubilar). Las repercusiones de estos estados permanentes también tienen serias consecuencias que invito a mirar, cuidar y prevenir en comunidad.

En la misma línea tenemos que Ancud es una comuna que se sustenta en economía social local mediante el comercio a pequeña escala, por lo que la sumatoria de estos meses sin sueldo también afecta por añadido al bienestar de la comunidad toda vez que comprendemos disminuirá la capacidad de compra y movilización de recursos entre la gente de Ancud.

En cuanto a los estudiantes, sabemos que la falta de clases interfiere tanto en aprendizajes curriculares esperados como también a nivel socioemocional. Pero también hay que señalar que para muchas y muchos, los establecimientos educativos son un espacio seguro, que hoy se les restringe y que urge recuperar.

Cabe destacar que no podemos atribuir una culpa exclusiva a las trabajadoras y trabajadores que hoy se movilizan, porque ha sido la falta de comunicación y empatía institucional, política y social estructural la que ha generado estas violencias.

La crisis en Ancud no apareció espontáneamente, sino que ha sido histórica. Conocidos son los casos de corrupción y malversación de fondos en la Ilustre Municipalidad de Ancud, los que han sido transversales al espectro político de la comuna.

Tenemos ex autoridades que hoy tranquilamente se alimentan en sus casas fuera de Ancud; y que con la misma tranquilidad se llevaron finiquitos millonarios los que, a pesar de ser legales, dejaron números rojos y esperando otras jubilaciones impagas.

La histórica crisis no resuelta que viven cerca de 500 personas que trabajan en educación pública junto a sus familias, son producto de una paulatina gestión deficiente de recursos.Y lo que es peor aún, producto de situaciones de mal uso de fondos públicos por parte de autoridades de la comuna.

Esto deja a la vista que no todo lo legal es sinónimo de justicia, ni mucho menos de empatía social.

Mi invitación con este escrito es tanto un llamado a la reflexión como una solicitud para que tomen responsabilidad todas las instituciones que debieran velar por el cumplimiento de los derechos fundamentales de nuestra comuna. En especial la Corporación Municipal de Ancud y la Ilustre Municipalidad de Ancud, pero extendiendo el llamado al Gobierno Regional de Los Lagos, a la Secretaria Regional Ministerial de Educación, a la Superintendencia de Educación, al Ministerio de Educación, al Poder Judicial y al Estado Chileno en su conjunto, incluyendo a los organismos civiles que correspondan.

Finalmente, quisiera recalcar a la comunidad en general, pero en especial a las personas afectadas por esta crisis, que afuera hay quienes valoramos su entrega a nuestra comuna y que, dentro de lo que nos sea posible, apoyamos la necesaria y pronta dignificación de su labor, y esperamos que se asegure lo antes posible la restitución de sus derechos, para que por fin termine esta larga crisis.

Para cada profesora, profesor y asistente de la educación, les deseo que su labor en la educación pública de Ancud pronto vuelva a ser de robles gigantes y altivos. Y por sobre todo, que puedan volver a sentarse en sus mesas con la tranquilidad de que les restituyeron sus derechos, los que les corresponden por la labor de educar en nuestra querida tierra chilota insular.

Carolina Schick
Magíster en Educación, Mención Política y Gestión Educativa. UACh Ex estudiante de Ancud en la Escuela Anexa y en el Liceo Domingo Espiñeira Riesco