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Ciudades más sabias

Por: Karina Gatica | Publicado: 14.07.2023
Ciudades más sabias Desafíos Ciudad Amigable | Agencia Uno
Las ciudades amigables, es decir, aquellas que se adaptan a las necesidades y capacidades de las personas mayores, reconociendo la diversidad de este grupo etario y contribuyendo a su inclusión social, sin duda mejoran su movilidad. Si bien en Chile se ha avanzado, es relevante que las y los planificadores no vean como única alternativa la tecnologización como ámbito exclusivo de mejora, si no también pueda aplicarse una visión más integral desde las posibilidades de lo que implica habitar la ciudad.

A partir del reciente estudio de Insure my trips, en el que Santiago fue elegido el peor destino turístico para las personas mayores y en el que la movilidad urbana se destaca como uno de los aspectos peor evaluados, es necesario señalar que la capital se constituye para muchos no solo en un mal destino turístico para los y las mayores, sino como una ciudad que presenta limitaciones para la movilidad de sus habitantes. Ello producto de la desigualdad social de la población, expresada en la segregación socioeconómica de la espacialidad de Santiago y las dificultades que presenta para los desplazamientos cotidianos.

La movilidad urbana se relaciona con diversos ámbitos, entre estos: la accesibilidad, la infraestructura y la funcionalidad de la persona mayor, que se visibilizan, por ejemplo, en las condiciones de uso del transporte público o la experiencia de ser peatón. Las dificultades que las personas mayores experimentan al movilizarse por la ciudad disminuyen el incentivo por salir de sus hogares y afecta las posibilidades de ejercer su autonomía e independencia.

Las ciudades amigables, es decir, aquellas que se adaptan a las necesidades y capacidades de las personas mayores, reconociendo la diversidad de este grupo etario y contribuyendo a su inclusión social, sin duda mejoran su movilidad. Si bien en Chile se ha avanzado, es relevante que las y los planificadores no vean como única alternativa la tecnologización como ámbito exclusivo de mejora, si no también pueda aplicarse una visión más integral desde las posibilidades de lo que implica habitar la ciudad.

Así se refleja en los resultados del estudio “Movilidad urbana y oportunidades de mejora para la calidad de vida de las personas mayores”, realizado por la Universidad Autónoma de Chile, donde los encuestados que reportaron mayor calidad de vida, estaban mayormente satisfechos con realizar actividades como salir de casa, para diferentes propósitos como reunirse con amistades o familiares, realizar trámites o acudir a atenciones de salud. Por tanto, la oportunidad de movimiento al interior de la ciudad contribuye a mejorar la calidad de vida de este grupo etáreo, disminuyendo su nivel de dependencia y aumentando su nivel de participación social.

Entre los aspectos más críticos, destacaron el mal estado de las calles y veredas, que se convierten en obstáculos para realizar sus desplazamientos cotidianos, y la lejanía de los servicios urbanos.

El Estado, el sector privado y la ciudadanía deben articular y ofrecer espacios más inclusivos para este colectivo, no sólo depositar en las personas mayores y su entorno la responsabilidad de ser un o una ciudadano/a activo e integrado socialmente, sino que reconociéndolos como un actor relevante para la construcción no solo de ciudades amigables e inteligentes, sino que también sabias, siendo capaces de integrar los intereses de sus mayores y ceder espacio físico y simbólico en la construcción de una ciudad para todas las edades.

Karina Gatica
Directora del Grupo de Investigación Calidad de Vida, Familia y Envejecimiento, Universidad Autónoma