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Opinión

Comencemos por el principio (y con las comunidades educativas)

Por: Viviana Rivera | Publicado: 20.07.2023
Comencemos por el principio (y con las comunidades educativas) Educación Inicial | Cedida
La educación parvularia es la base del desarrollo futuro de niños y niñas y su objetivo debe ser favorecer aprendizajes relevantes y significativos, lo que implica potenciar el explorar, descubrir, elegir, pensar, buscar, etc. Por tanto, se debe eliminar métodos anticuados y academicistas en un nivel donde los y las niñas deben aprender lúdicamente a través del juego.

Aprender a leer escribir es más que decodificar letras, más que asociar grafemas con fonemas, es adquirir una cosmovisión que cambiará nuestras vidas definitivamente. Sin embargo, estamos haciendo poco para que niñas y niños ingresen a primero básico y puedan adquirir estas habilidades adecuadamente.

Las cifras muestran que estudiantes de básica no saben leer y esto es gravísimo, pero no estamos haciendo las preguntas correctas para responder a ese problema: ¿qué se ha hecho en los niveles de prebásica para prevenir este retraso? ¿Las prácticas pedagógicas en parvularia van bien encaminadas? ¿Los objetivos y actividades que se realizan en los niveles de prekínder y Kínder apuntan a desarrollar habilidades para que niños y niñas adquieran la lecto-escritura de una manera espontánea y fluida?

Según los datos, al parecer no.

Tal como lo he comentado en otra de mis columnas, por segundo año consecutivo en el liceo Antonio Hermida Fabre de Peñalolén hemos aplicado un instrumento para evaluar el estado de las habilidades de la conciencia fonológica en casi 300 estudiantes de prekínder a segundo básico, habilidades que están relacionadas directamente con el aprendizaje de la lecto-escritura.

En prekínder se evaluaron a 64 estudiantes, de los cuales el 45% tienen rendimiento en riesgo o deficiente en las habilidades de conciencia fonológicas correspondientes a su edad cronológica. En kínder se evaluaron a 63 estudiantes, de los cuales el 80 % no tienen adquiridas las habilidades esperables para su edad cronológica. Por lo tanto, son estudiantes en el próximo año no tendrán las habilidades necesarias para aprender la lectura y escritura. Y el círculo se repetirá.

Lo que hemos comprobado es que niños y niñas llegan a parvularia con algunas habilidades adquiridas pero éstas no se desarrollan ni potencian en la escuela.

Entonces, debiésemos reflexionar sobre la importancia y el significado del aprendizaje de estas habilidades y su importancia para leer y escribir.

Su déficit o ausencia no puede ser atribuida a la pandemia; la pandemia lo que hizo es evidenciar un problema que se viene presentando desde hace mucho tiempo.

La educación parvularia es la base del desarrollo futuro de niños y niñas y su objetivo debe ser favorecer aprendizajes relevantes y significativos, lo que implica potenciar el explorar, descubrir, elegir, pensar, buscar, etc. Por tanto, se debe eliminar métodos anticuados y academicistas en un nivel donde los y las niñas deben aprender lúdicamente a través del juego.

Si nos apropiamos de este enfoque y estamos convencidos de que este nivel es el más importante, podríamos prevenir un rezago que se presenta hace tiempo y que la pandemia lo único que hizo fue evidenciar.

El llamado a las autoridades y a la academia es muy simple: debemos comenzar desde el principio, es en la educación inicial donde debe iniciarse el combate a las graves deficiencias que tenemos y debemos hacerlo desde las comunidades educativa y no por fuera de ellas.

Viviana Rivera
Fonoaudióloga y educadora diferencial. Académica de la Facultad de Educación, Universidad Central.