Intoxicados por una política tóxica

Por el bullado robo en el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, me he hecho varias preguntas, algunas bastante obvias:

La primera es: ¿por qué quieren echar al Ministro Jackson?

Y la segunda: ¿existen herramientas en la Constitución para destituir a un Ministro?

Ante la primera pregunta no he leído ni escuchado nada coherente o un motivo de peso, objetivo, como para hacerlo. Pienso que quizás a la derecha y a su topo en el PS no les gustan los calvos, las personas con anteojos, es muy alto tal vez, no muy simpático, o quizás arrogante. Pero, hasta ahora, no han planteado nada que tenga más sustancia que esto.

En cuanto a la segunda pregunta, en la Constitución sí hay caminos para remover a un Ministro. Por lo que cabe hacerse una tercera pregunta: ¿por qué no respetan la Constitución y lo sacan las herramientas que la misma entrega?

Pero en vez de ello, que sería el camino legal, han hecho una chambonada propia de tiempos pasados, y que también genera otras preguntas demasiado elementales. Por ejemplo, ¿cómo conocía un reo, preso desde enero del 2018, el teléfono del guardia del Ministerio?

Y a su vez el guardia, ¿no distingue entre la manera de hablar, de expresarse, de un reo que lleva años en la cárcel y un Ministro educado en la Pontificia Universidad Católica?

¿Y llegan sobrinos, supongo que mayores que el mismo Ministro, porque es muy joven, con overoles blancos y mascarillas, a las 12 de la noche, a llevarse los computadores y la caja fuerte. Pero el guardia no duda si no que, al contrario, les ayuda?

El guardia trabaja para una empresa de seguridad cuyo contrato fue renovado en el gobierno del Sr. Piñera, y su dueño era hermano de un preso por crímenes de lesa humanidad, habiendo asesinado con un corvo a dos personas cuyo único crimen habría sido criticar a la dictadura en un bar de renca en 1974.

No quiero ser tan mal pensado, pero todo este entuerto huele a tiempos pasados, como el kiotazo o kioto gate, es decir, una operación de “hinteligencia militar” brillantemente planificada.

Muy coordinadamente y sin que se hubiera desarrollado la noticia en plenitud, la derecha y su abanderado en el oficialismo, ya habían comenzado a pedir, destempladamente, la renuncia del Ministro Jackson, acusándolo de ser el artífice tras el robo y el líder de una banda criminal, sin ninguna prueba por supuesto. Cabe insistir que la noticia aún estaba en desarrollo.

Pero esto no se quedó en las acusaciones sin fundamento, si no que subieron aún más el tono y el nivel de toxicidad. Sin mediar criterio alguno la UDI le fijó un plazo de 48 horas al Gobierno para que destituya al Ministro Jackson, o cesarían todo tipo de contacto, conversaciones o negociaciones. Y además, como advertencia, se retiraron de la mesa técnica que se encontraba trabajando en el tema de las pensiones.

Hace poco más de un año sucedió un robo similar en dependencias del Ejercito, robaron 56 armas. ¿Alguien recuerda a la derecha, o a su escudero con disfraz de socialista gritando que echaran al Comandante en Jefe del Ejército, o amenazando con que no trabajarían más de no expulsarlo?

Porque eso es, no quieren trabajar más. Se han declarado en paro, como los estudiantes.

¿Cuál es el trabajo de un legislador?, conversar, discutir, plantear, razonar y llegar a buenos acuerdos en las leyes que hacen para el beneficio de los ciudadanos que los han elegido para esa tarea. Y por esto se les paga un sueldo, uno bastante bueno por lo demás. Pero sí deciden no hacerlo, no están cumpliendo con su trabajo. Están en paro.

¿Pueden los parlamentarios declararse en paro?

Y tengo otra pregunta, quizás más urgente: ¿qué culpa tienen los millones de pensionados que hayan robado unos computadores en un Ministerio?

Los pensionados, y soy uno de ellos, estamos esperando que mejoren las pensiones, y que los señores parlamentarios hagan responsablemente su trabajo.

Lo lógico es que dejen trabajar a las policías y a los fiscales, y estoy seguro, llegaremos a conocer la verdad, pues como nos enseñó Jesús hace más de dos mil años: “todo lo secreto tarde o temprano se descubrirá, y todo lo oculto saldrá a la luz y se dará a conocer a todos”.

Pero aún tengo una última pregunta: ¿por qué quieren, artificialmente, enlodar, ensuciar e intoxicar más el ambiente político del país?

Perdón, no era la última, pero esta sí que lo es: ¿es esto bueno para Chile?

Y sobre estas últimas preguntas, mejor que cada uno las responda.