Avisos Legales
Opinión

Giorgio Jackson y Jaime Guzmán

Por: José Sanfuentes Palma | Publicado: 08.08.2023
Giorgio Jackson y Jaime Guzmán Giorgio Jackson | Agencia Uno
En su obsesión inventan cada día más falacias (UDI y Republicanos) para denostar a Jackson y debilitar al Gobierno y a la democracia. Ahora dicen que Jackson es culpable por que un “Consejo de Auditoría”, en el que no participaba, habría relajado el control sobre las transferencias a terceros. El Consejo lo preside una destacada subsecretaria y es auditora general otra destacada profesional.

Se derrumbó la falsedad de la UDI y los Republicanos que el ministro Jackson estaba involucrado en corrupción. De los 29 convenios que la Contraloría declaró ilegales y de los 32 investigados por la Fiscalía nacional por sospecha de delitos, ninguno involucra al ministro Jackson ni al Ministerio que dirige.

Sin embargo, en su obsesión inventan cada día más falacias para denostar e Jackson y debilitar al Gobierno y a la democracia. Ahora dicen que Jackson es culpable por que un “Consejo de Auditoría” en que no participaba, habría relajado el control sobre las transferencias a terceros. El Consejo lo preside una destacada subsecretaria y es auditora general otra destacada profesional.

Como la derecha acostumbra a ningunear a las mujeres y dejarlas en segundo plano, ni se les ocurrió preguntarles a ellas sobre el asunto que resolvieron, dado que estarían “pintadas” en sus cargos, manipuladas por un “macho peludo”. También levantan el “argumento” que Jackson es al final culpable por ser el fundador de Revolución Democrática y por tanto responsable de haber cobijado y formado algunos seguidores que han estado o están involucrados en delitos de corrupción.

Jaime Guzmán fue autor, promotor y defensor de variadas normativas, incluso la Constitución de 1980, que ampararon el atropello a los derechos humanos, políticos y sociales de amplios sectores de la ciudadanía. Y formó un partido que ha cobijado a decenas, sino centenares, de militantes acusados o condenados por delitos. Al respecto el prontuario de los udirepublicanos sí es claro y abundante.

Caso Corpesca. Senadores y diputadas involucrados, con condenas de cárcel y multas, y otros colaboradores sancionados con multas. El más escandaloso fue el condenado Jaime Orpis.

Caso Penta. Involucrada la alta dirección udirepublicana como imputados con algunos condenados. José Antonio Kast, Jovino Novoa, Ernesto Silva, Iván Moreira (el del raspado de la olla) y otros y otras.

Caso Soquimich. Esta empresa financió generosamente a partidos políticos de derecha y centroizquierda aún cuando el 45% de esos fondos fueron para la udirepublicanos. Más de veinte personas, entre ellas altos dirigentes, que orquestaban el fraude, además de militantes de base o colaboradores, se coludieron en este fraude al fisco. José Kast, Larraín, Coloma, Longueira y Jovino Novoa fueron algunos de ellos. Los dueños de Penta, Délano y Lavín, militantes udirepublicanos, también fueron condenados.

Caso Colonia Dignidad. Desde la dictadura militar y los primeros años de la Unión Demócrata Independiente, Jaime Guzmán junto con otros futuros políticos como Andrés Chadwick, Pablo Longueira, Hernán Larraín, entre otros, realizaron constantes visitas en la controvertida Colonia Dignidad, organización donde se cometieron múltiples violaciones a los derechos humanos, posesión de armas ilegales, torturas y desapariciones de opositores bajo el régimen de Augusto Pinochet, junto con el hecho de que Paul Schäfer, en juicios posteriores, sería culpable de numerosos abusos sexuales de menores. Incluso crearon un »grupo de amigos» para defenderla, entre los que se encontraron políticos como Evelyn Matthei,  Hernán Larraín, Juan Antonio Coloma Correa, Carlos Bombal, Jaime Orpis, entre otros.

Saquemos conclusiones. Desde la actual lógica udirepublicana de acusar y condenar por determinadas normativas o por haber fundado un partido político donde hay personas que cometen delitos, entonces, a su líder, Jaime Guzmán, los parlamentarios que hacen show en el Congreso lo habrían metido preso y además, su Partido y los medios afines lo habrían condenado al infierno. Insisto que esto es lo que se desprende de la lógica udirepublicana y, para que no se pasen de roscas, reitero mi condena al asesinato de un honorable senador chileno.

José Sanfuentes Palma