Prevenir la Violencia contra las mujeres y las niñas en y a través del deporte

La región y Chile está viviendo la efervescencia, alegría y profesionalismo de los juegos Panamericanos y Parapanamericanos STGO2023, con la destacada participación de las deportistas que tantos triunfos y ejemplos positivos han entregado. Sin embargo, el miedo a convertirse en blanco de la violencia es una de las mayores barreras para las mujeres y niñas que quieren participar en deportes, en especial en aquellos dominados por hombres.

Las mujeres que practican deportes viven, en muchos casos, violencia por parte de familiares, comunidades y espectadores, lo que representa otra amenaza para su seguridad junto con la violencia perpetrada por jugadores, entrenadores y preparadores físicos. A lo que se suman sus menores remuneraciones como deportistas profesionales en comparación con los hombres.

En el mundo 1 de cada 3 mujeres ha sufrido violencia física o sexual al menos una vez en la vida por parte de su pareja y/o un desconocido, y más de 5 mujeres y niñas son asesinadas cada hora por un integrante de su familia. Además, hay mujeres que se encuentran en mayor riesgo de ser víctimas debido a características como la edad (niñas y adolescentes, adultas mayores), situación de movilidad humana o migración, pertenencia étnica (mujeres afrolatinas e indígenas) y situación de discapacidad. La violencia contra las mujeres ha permanecido constante en las últimas décadas, demostrando que la sociedad en su conjunto no ha hecho aún lo suficiente para erradicarla.

La violencia de género contra las mujeres, por el solo hecho de ser mujeres, es la más profunda y generalizada violación a sus derechos humanos. Tiene efectos de corto y largo plazo en sus vidas, en el ejercicio de sus derechos, disminuye su participación social y autonomía económica, la calidad de su salud y el aporte a sus comunidades y países. El abordaje integral de la violencia de género debe ser un compromiso de todos los actores, porque esta violencia se ejerce contra las mujeres en un continuo que va desde la violencia doméstica, el acoso callejero, la explotación sexual, la violencia en el espacio digital, la violencia contra las mujeres figuras públicas (periodistas, políticas, artistas, deportistas y activistas), hasta el acoso y violencia en el mundo del trabajo, incluyendo el deporte profesional.

Los deportes son a la vez trabajo y actividades recreativas masivas, en los que ONU Mujeres reconoce un espacio estratégico para trabajar por la igualdad de género. En los últimos años las instituciones deportivas y gubernamentales han adoptado políticas por la igualdad entre hombres y mujeres, junto a protocolos para abordar el acoso y la violencia, pero las acciones son aún insuficientes. Es por ello que, en el marco de la conmemoración del 25 de noviembre Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra Mujeres y Niñas, se reconoce en el ecosistema deportivo, los medios deportivos y en las y los periodistas especializados un potencial fundamental para la sensibilización y generación de acciones para erradicar la discriminación en que se sustenta la violencia contra las mujeres y las niñas, transformando normas y comportamientos nocivos.

ONU Mujeres ha desarrollado diversas estrategias a nivel mundial, latinoamericano y nacional, entre las que destacan las campañas de prevención de la violencia en y a través del deporte en el marco de los Panamericanos Stgo2023 y el mundial de Futbol Femenino 2023. Así también, una de las prioridades es movilizar a nuevos socios para que unan sus fuerzas a las de ONU Mujeres para derribar las barreras y violencias que las niñas y las mujeres han enfrentado históricamente en el deporte.

Este año 2023 la campaña ÚNETE de Naciones Unidas convoca a Invertir para Prevenir la Violencia en todos los ámbitos, bajo el imperativo de que #nohayexcusas para ejercer o tolerar la violencia contra las mujeres. Existe un vasto campo en el ámbito del deporte en el que se puede y debe trabajar para prevenir la violencia y abordar los efectos en las víctimas, asumiendo como sociedad la responsabilidad de haber tolerado esta violencia.