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Opinión

Centroamérica y sus desafíos democráticos: El caso de Guatemala

Por: José Orellana Yáñez | Publicado: 15.01.2024
Centroamérica y sus desafíos democráticos: El caso de Guatemala Imagen referencial – Guatemala | Gobierno de Guatemala (CC)
Guatemala obliga a realizar una reflexión sobre Nuestra América, la cual incuba conflictividades diversas, presentes, futuras y a inter-escala (Ecuador, por estos días, también refrenda la situación). Por lo pronto, los desafíos guatemaltecos interpelan regularmente el sentido geoestratégico de la integración regional, instrumento siempre evocado y siempre minado por las fuerzas internas y externas que buscaron-buscan-buscarán satisfacer sus propios intereses y no los colectivos-comunitarios-nacionales de una Latinoamérica integrada en sus diferencias y cercanías.

Mientras se observan con ‘cierto asombro’ los conflictos internacionales contemporáneos en Medio Oriente entre Israel y Hamás, o bien, en Europa, entre Ucrania y la Federación Rusa, por una mezcla de inhumanidad y normalización de los mismos, sumándose ahora la cuestión de Yemen, Latinoamérica, y en específico Centroamérica, desarrollan los suyos, por cierto distintos a los anteriores, pero conflictos al fin. Y estos van desde los procesos migratorios irregulares, prácticas delictivas del narcotráfico, tráfico de personas, etc., todas situaciones vinculadas entre ellas, con un telón de fondo signado por la pobreza y una institucionalidad político–democrática regularmente tensionada y disminuida, anclándose en aquella territorialidad tras sendos procesos revolucionarios, guerrilleros, guerras civiles, intervencionismos extranjeros, entre otros.

En esa línea, Guatemala será testigo de uno de los cambios de mando democráticos más polémicos de los que se tenga recuerdo en esta parte del mundo (que irá más allá del 14 de enero). Integrante de lo que regional e internacionalmente se ha denominado Triángulo Norte, junto a El Salvador y Honduras, muy sensible por la cuestión migratoria entre otros fenómenos enunciados más arriba, viene observando tras la victoria electoral de Bernardo Arévalo (Partido Político Semilla), una concertada estrategia de “descarrilamiento institucional”,  buscando impedir su ascensión programada para este recién pasado 14 de enero 2024. Arévalo lo ha denominado como una iniciativa que se acerca a un Golpe de Estado, a secas.

Este país centro-latinoamericano, viene administrando un proceso político circunscrito en intensos niveles de corrupción, los cuales, como es sabido vía múltiples estudios académicos e institucionales nacionales e internacionales, terminan relativizando la eficiencia y eficacia de la democracia para la adecuada resolución de conflictos en las sociedades en la que se implementa. De todos modos, existen aquellas investigaciones en las que afirman que la corrupción es inherente a la sociedad y no necesariamente la que explica la pobreza y de ahí el mantenimiento de la democracia con instituciones fuertes(i).

Sin embargo, Guatemala tuvo la cooperación-colaboración de la Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIG) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) durante algunos años, terminando su quehacer el 13 de septiembre del 2017, tras la petición de no renovación de mandato por parte del presidente Jimmy Morales Cabreras, quien, se indica, vio una amenaza respecto de su quehacer en la campaña presidencial y círculo cercano que lo llevó a la primera magistratura del país.

Interesa en esta perspectiva lo consignado por Iván Velázquez, comisionado de la CICIG en el año 2019, cuando se le consulta si la CICIG fue víctima de su propio éxito en el país guatemalteco cuando se involucró con el presidente y sus entornos, más los otros pasos adelante que dio en función de dar transparencia a la cooptación del Estado por parte de expresiones corruptas (políticas y no) o lisa o llanamente delincuenciales, indicarán otro. Al respecto señaló que “sí, por supuesto. La presión sobre la CICIG aumentó cuando presentamos las investigaciones sobre la cooptación, es decir, sobre la captura de las instituciones estatales por parte de estructuras corruptas. Círculos influyentes acordaron tomar acciones conjuntas contra la CICIG porque se sentían amenazados. Habían comprendido que no eran intocables como en el pasado. Habríamos sido tolerados si nos hubiéramos quedado en el nivel medio de la política y del sector económico de ese momento. Pero una vez más: nadie está por encima de la ley”(ii).

Así las cosas, ya en el año 2017, cuando deja de ser vigente la CICIG en Guatemala, se tendría horizonte espacio-temporal para entender mejor cómo el proceso político permite un traspaso de un gobierno a otro tan ‘ripiado’ en el periodo 2023/24, donde, además, se encuentran involucradas expresiones estatales para impedir el mismo, configurándose un verdadero circulo vicioso desde lo conceptual y político-práctico, a propósito de la cooptación de la estructura del Estado guatemalteco, que para algunos es corrupta, funcional a los intereses que se verían afectados por la asunción de Arévalo y el Partido Semilla (intensamente asediado en su legalidad)… ¿cómo se entiende que el Ministerio Público, con jueces asociados se concierten para impedir la asunción de Bernardo Arévalo?

Pero, Guatemala con Arévalo, no sólo tendrá que enfrentar el desafío de gobernabilidad con el Ministerio Público de Consuelo Porras, apenas se encuentre en ejercicio pleno de sus facultades legales y políticas, también tendrá que hacerlo con un Congreso Nacional que tampoco le es favorable, hecho que le exigirá una intensidad de diálogo que en más de una oportunidad podría tentar al nuevo gobierno a ocupar mecanismos espurios para sacar adelante su agenda, hipotecando su capital político que lo ha legitimado en la llegada a la máxima magistratura (a declarado luchar contra la corrupción). Su programa de gobierno, además, proyecta ambiciosas definiciones y medidas, no sólo respecto de la corrupción, sino que también para detonar procesos de desarrollo económico-sustentable-humano, en el entendido que la pobreza en la cual se encuentra la población la coloca en una vulnerabilidad sistémica para la satisfacción de necesidades básicas.

En esa clave el compromiso con los pueblos originarios fue uno tempranamente logrado por la candidatura de Arévalo y su Partido Semilla, quienes han defendido en las calles su triunfo, incrementado su compromiso y demanda por dar cumplimiento a las definiciones programáticas donde aparecen directamente involucrados.

En el concierto internacional-regional los desafíos no son pocos, ya que parte de lo enunciado al principio de esta opinión, en cuanto a dinámicas migratorias e ilícitos asociados, debe asociarse también a las definiciones políticas que vayan teniendo los Estados-Gobiernos como los de El Salvador, el cual ya enfrenta su siguiente proceso electoral con el controvertido con Bukele, y una Honduras conflictuada con los altos niveles de violencia que administra Xiomara Castro en las dificultades de gobernabilidades internas. Qué indicar sobre México, permanente e histórico involucrado Estado sobre la región y país limítrofe de Guatemala, y EEUU, involucrado directo desde lo migratorio y en ilícitos asociados que ocurren en la región. China, es otro actor que se proyecta sobre este espacio geográfico y qué duda cabe, buscará influir.

Guatemala obliga a realizar una reflexión sobre Nuestra América, la cual incuba conflictividades diversas, presentes, futuras y a inter-escala (Ecuador, por estos días, también refrenda la situación). Por lo pronto, los desafíos guatemaltecos interpelan regularmente el sentido geoestratégico de la integración regional, instrumento siempre evocado y siempre minado por las fuerzas internas y externas que buscaron-buscan-buscarán satisfacer sus propios intereses y no los colectivos-comunitarios-nacionales de una Latinoamérica integrada en sus diferencias y cercanías. El desafío, como siempre es… desafiante.

Notas al pie de página

i.- Ver Dirkmaat, O. (2023) Guatemala no es pobre por corrupta. Una crítica a la narrativa de la «lucha contra la corrupción» en https://cadep.ufm.edu/investigacion/guatemala-pobre-corrupta/
ii,. Ver en ¿Qué pasó con la Comisión contra la Impunidad en Guatemala? En https://nuso.org/articulo/corrupcion-guatemala-cicig-velasquez-jimmy-morales/

José Orellana Yáñez
Doctor en Estudios Americanos Instituto IDEA-USACH, Magister en Ciencia Política de la Universidad de Chile, Geógrafo y Licenciado en Geografía por la PUC de Chile. Integrante del Centro para el Desarrollo Comunal de Padre Hurtado.