Corruptos y para todo servicio 

Han pasado muchos años para que en el congreso se vote la posibilidad de legislar un cambio profundo al sistema de pensiones. En sus inicios, cuando fue anunciado el sistema de ahorro obligatorio bajo las normas de las AFP, fueron pocos los que alcanzaron a comprender que aquello sería el inicio del robo más grande que recuerde la historia de Chile, y que se sigue consumando.

Se insistió que era el camino que era necesario recorrer para llegar a un país desarrollado.

José Piñera no bajó desde el Olimpo, como si de Prometeo se tratara, con la receta mágica. Aquello fue el diseño de un grupo de economistas que, conjurados con los militares, se dieron a la criminal tarea de asestar golpes a los bolsillos disminuidos de los trabajadores, empleados, maestros y pescadores.

El modelo AFP sólo fue posible bajo el imperio de las armas y del terrorismo de Estado.

De manera insistente se vociferaba que en algún momento mágico las jubilaciones serian iguales al último salario. La realidad se fue haciendo cada vez más desastrosa y los tiempos actuales muestran a millones viviendo bajo la línea de la pobreza.

Los grupos económicos, que controlan los miles de millones de todos los chilenos, necesitan cuidarse las espaldas y nada mejor que asegurarse comprando a diputados y senadores. Son baratos dicen, dado que sencillamente con sus cajas chicas logran armar un rebaño de serviles yanaconas para que los defiendan si en algún momento su modelo y sus negocios corren peligro.

Cuando ya está desenmascarado el robo de dineros ganados con esfuerzo, salen algunos diputados a dar la batalla. Sus votantes son un asunto menor, masa influenciable y barata, como dijera el bisabuelo del presidente del grupo Matte. Se les perdió en la memoria esos paseos electorales a las ferias libres volantes en mano prometiendo cualquier artilugio, besando a niños en brazos para que la madre los premie con su preferencia.

Las AFP no son almacenes de barrio ni puestos en alguna feria libre. Son empresas privadas puras y duras, de incontables ceros de ganancias.

El año 2023 durante nueve meses las AFP alcanzaron ganancias de un 11% más que el 2022. En el mismo periodo el fondo E tuvo una rentabilidad de -8%. Las siete AFP en su conjunto alcanzaron ganancia NETAS por la escalofriante cifra de $314.000 mil millones, que traducidos a dólares es casi igual a 394 millones de dólares.

Cuales son las cifras que aportan a sus parlamentarios las AFP. De público conocimiento son las boletas y facturas ideológicamente falsas. En lenguaje popular se dice que el que paga pone la música, y así es. Se les conoce como parlamentarios, pero en realidad son empleados en eterna condición de oferta y liquidación. Legítimo es entonces pensar que la acciones y los votos de diputados y senadores son el reflejo del compromiso con la bolsa del que sale el dinero para sus campañas.

La corrupción es un asunto de larga data, ya en tiempos del imperio romano existía tráfico de influencias, generales nombrados a dedo, senadores sibaritas comparables al presidente Piñera que comía pizzas mientras Santiago ardía como si de la nueva Roma se tratara.

Jorge Alessandri Vergara, recibió como aporte para su campaña como diputado 500.000 del vicepresidente de Provida. Esta información puede ser encontrada en la página del SERVEL. El diputado Alessandri en la votación de hoy miércoles votó en contra de la idea de legislar. No estudió en la educación pública.

No se puede pasar por alto lo sucedido con la actual senadora Ximena Rincón, recordada directora de la AFP Provida. Diego Schalper (RN), Felipe Donoso (UDI), Juan Antonio Coloma (UDI) los tres fueron bendecidos con millones de pesos para sus campañas parlamentarias, y justamente el miércoles votaron en CONTRA. Tampoco estos diputados son hijos de la educación pública.

Nada más barato que estar de forma permanente pagando por servicios prestados cuando se discute en el congreso alguna política pública que va en beneficio de millones de postergados, en este caso para un nuevo sistema de pensiones más digno y humano. Los tiempos se alargan, los pobres pueden esperar, son hijos del rigor, son verdaderos chilenos.

Los Van Rysselberghe son ya viejos pájaros de cuenta en el juego con carta marcadas. Obedientes hijos de las empresas pesqueras quienes les redactaban las propuestas mientras se redactaba la espuria ley de Longueira.

La derecha insiste en fortalecer el mercado de capitales. Muy lejos está la preocupación por un sistema de pensiones dignas, que no deje en el camino a las mujeres que deben estar permanentemente en sus casas cuidando un hijo enfermo o algún familiar con enfermedad terminal.

No es parte del modelo, está al margen y por lo tanto se considera desechable. Lo mismo con las ISAPRES dedicadas al cuidado solo de persona sanas.

En este cuadro agresivo son las mujeres las más postergadas. Su baja capacidad de ahorro, la precariedad laboral, la falta de jardines infantiles y salas cunas, que posibilitarían sin duda el mejorar sus condiciones para participar en el mercado laboral, no existen.

Que se jodan le dicen desde la vereda de los dueños de las AFP.

“Ya instalada en los altares del neoliberalismo se hace fundamental la creación de una institución pública, ojalá autónoma para que pueda ejercer funciones de fiscalización permanente de parte de los trabajadores y trabajadoras que tenga como objetivo incuestionable administrar los fondos de pensiones para alcanzar pensiones dignas”. Marco Kremerman. Fundación Sol.

La gran mayoría de parlamentarios de derecha que votaron en contra la idea de legislar para debatir el sistema de pensiones son hijos de los grupos económicos de las más variadas raleas. Personajes vestidos de espantapájaros que dan vueltas como el perro que quiere morder su cola.

Una vez más queda demostrada la precariedad parlamentaria, esos que se apropian de la soberanía popular cuando sus amos le piden que se conviertan en la manos del gato para sacar las castañas.