Reivindicando el Trabajo de Cuidado en el Día Internacional de los Trabajadores

Este 1 de mayo, mientras conmemoramos el Día Internacional de los Trabajadores y Trabajadoras, es crucial reflexionar sobre un aspecto fundamental pero a menudo invisible del trabajo: el trabajo de cuidado. En un mundo donde la economía y la sociedad dependen en gran medida del cuidado de personas, la falta de reconocimiento de este trabajo como tal es una injusticia que debe ser abordada urgentemente.

Según el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, el 85% de quienes se dedican a los trabajos de cuidado son mujeres. Esta estadística es reveladora y plantea una realidad innegable: las mujeres llevan sobre sus hombros una carga desproporcionada de responsabilidades de cuidado. Este trabajo no se limita al cuidado de niños, sino que abarca una amplia gama de actividades, desde el cuidado de personas mayores hasta el apoyo emocional y doméstico.

Lo más preocupante es que este trabajo de cuidado no se limita al horario laboral remunerado. Por el contrario, se extiende mucho más allá de las horas de trabajo convencionales, ocupando un lugar central en la vida cotidiana de quienes lo realizan. Esto se traduce en menos tiempo para el descanso, la recreación y el desarrollo personal, lo que contribuye a la perpetuación de desigualdades de género en el ámbito laboral y social.

Es responsabilidad del Estado avanzar en la reivindicación y valorización del trabajo de cuidado. Esto implica reconocerlo como un trabajo legítimo y fundamental para el funcionamiento de la sociedad, así como implementar políticas y programas que apoyen a quienes lo realizan.

El trabajo legislativo desempeña un papel crucial en este proceso, ya que puede establecer leyes que protejan los derechos de los trabajadores de cuidado, promuevan la igualdad de género y redistribuyan de manera más equitativa las responsabilidades de cuidado.

Desde el Gobierno del Presidente Boric, ha existido una clara política de reconocer el cuidado como trabajo, lo que ha llevado en avanzar en leyes como la de Conciliación de Vida Familiar, Personal y Laboral o en el Sistema Nacional de Cuidados. Pero quedarnos en estos avances no es suficiente, se necesita compromiso transversal de los sectores políticos en continuar por esta vía.

Es hora de que el trabajo de cuidado deje de ser invisible y se reconozca como lo que es: una labor vital que sostiene la vida y contribuye al bienestar de toda la sociedad.

En este Día Internacional de los Trabajadores y Trabajadoras, hagamos un llamado a la acción para valorar y respetar el trabajo de cuidado, y para trabajar juntos hacia un futuro más justo e igualitario para todos y todas.