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Opinión

76 años de Nakba: Un proceso continuo de colonización y limpieza étnica del pueblo palestino

Por: Dalal Marzuca Abumohor | Publicado: 09.05.2024
76 años de Nakba: Un proceso continuo de colonización y limpieza étnica del pueblo palestino Nakba – 1948 | PICRYL / Creative Commons
La negativa de Israel en relación al último acuerdo de cese al fuego -al que accedió Hamás- solo viene a consolidar una seguidilla de actos previos, cuyo objetivo final siempre ha sido el exterminio del pueblo palestino.

Las imágenes que hemos visto en los últimos meses en Gaza y que seguimos viendo hoy en Rafah son desoladoras. Estamos literalmente presenciando un genocidio por televisión, pero esta vez no se trata de una película de ficción, sino que de la cruda realidad del pueblo palestino. Ya son casi 35 mil muertos, entre ellos más de 19 mil mujeres y 15 mil niños y niñas. Más de 10 niños al día pierden una extremidad y hay más de 8 mil desaparecidos entre los escombros.

Este mes de mayo se cumplen 76 años de la irrupción del Estado de Israel en Palestina. La “Nakba”, es la catástrofe que vivió el pueblo palestino en 1948 con la masacre de más de 500 aldeas y la expulsión de 700.00 personas, como consecuencia del proyecto colonial ideado por el sionismo.

Esto ha sido constatado por historiadores palestinos e israelíes, como Ilán Pappé entre estos últimos, quienes dan cuenta de que existió una planificación para que Israel se constituyera como Estado, apropiándose de la mayor cantidad de territorio palestino con la menor cantidad de población nativa.

La Nakba ha sido un proceso continuo. En 1967 Israel ocupó la totalidad del territorio palestino, expulsando a más de 200.000 palestinos y palestinas de sus hogares, y ha ido consolidando a lo largo del tiempo un sistema de colonización y apartheid.

De facto ha venido ejecutando una limpieza étnica, todos actos que han sido condenados como crímenes de lesa humanidad por organizaciones internacionales de DDHH, como Amnistía Internacional, Human Rights Watch e incluso por ONGs israelíes como B’tselem.

En estos momentos, estamos siendo testigos de la denominada ”solución final”, que consiste en la apropiación total de Palestina. Esto no es algo nuevo, sino que inclusive, previo a los acontecimientos de octubre, ya había sido adelantado en septiembre del 2023 por el Primer Ministro de Israel en la Asamblea de las Naciones Unidas, dejando en evidencia -una vez más- las intenciones de Israel de exterminar al pueblo palestino y apropiarse del todo el territorio.

Benjamín Natanyahu en la ONU

Este objetivo queda además de manifiesto en las mismas declaraciones de los ministros israelíes, deshumanizando al pueblo palestino para cumplir su fin ultimo de exterminarlos definitivamente. Por ejemplo, el ministro de seguridad, Ben-Gvir, declaró: “en Gaza solo tienen que entrar cientos de toneladas de explosivos, ni un gramo de ayuda humanitaria”. Por su lado, el ministro de defensa afirmó: “Estamos combatiendo contra animales humanos y actuamos de acuerdo a ese contexto”.

 

Para constatar la gravedad de lo que sucede en Gaza actualmente, el 62% de los hogares han sido destruidos, 17 mil niños y niñas han quedada huérfanas, el 84% de las instalaciones sanitarias han sido destruidas, el 83% de las fuentes de agua potable fueron destruidas, 12 de 35 hospitales funcionan parcialmente, el 73% de los establecimientos educacionales han sido dañados, 180 trabajadores humanitarios, 137 periodistas y 356 trabajadores de la salud han sido asesinados.

Hoy, 1.1 millones de personas sufren hambruna, habiendo muerto 31 personas por desnutrición, de las cuales 27 son infantes.

El genocidio del pueblo palestino se manifiesta también en la intensificación de las políticas israelíes que impunemente violan de manera sistemática la legalidad internacional (derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario), desacatando abiertamente las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Estamos frente a un politicidio, una destrucción política, social, económica, cultural e identitaria, es decir, de la existencia misma del pueblo palestino. Asimismo, la negativa de Israel en relación al último acuerdo de cese al fuego -al que accedió Hamás- solo viene a consolidar una seguidilla de actos previos, cuyo objetivo final siempre ha sido el exterminio del pueblo palestino.

Hoy no solo está en juego la sobrevivencia del pueblo palestino, sino que Israel está poniendo en jaque todo el sistema universal del derecho internacional que ha pretendido, desde la Declaración Universal de los Derechos humanos, mantener una convivencia pacífica entre los estados y la protección de los DDHH de todo pueblo.

Israel y la hipocresía de las potencias europeas han permitido que hoy sea el pueblo palestino el que está siendo víctima de limpieza étnica, apartheid y genocidio. Sin embargo, así como hoy se justifica y se deja impune esta masacre, mañana podríamos ser nosotros.

Dalal Marzuca Abumohor
Egresada de Derecho de la Universidad de Chile