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La inesperada salida de la vicerrectora que buscaba llegar a la rectoría de la UTEM

Por: Natalia Figueroa | Publicado: 14.03.2021
La inesperada salida de la vicerrectora que buscaba llegar a la rectoría de la UTEM AGENCIA UNO |
Durante ocho años Marisol Durán fue la vicerrectora académica de la UTEM y en este último tiempo manifestó su intención de llegar a la rectoría. El mismo 8M se enteró de su remoción, como lo hizo saber a la comunidad universitaria. Ella fue impulsora de abrir cupos especiales para equidad de género en carreras que históricamente han sido espacios masculinizados. La brecha de género en la academia es abismante: en las rectorías hay solo una mujer electa, es decir, un 3,4% frente a un 96,6% de hombres.

El 8M pasado el rector de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), Luis Pinto Faverio, ingeniero agrónomo, de 83 años, envió un mensaje a la comunidad universitaria alineándose con las demandas de género de trabajadoras y estudiantes. Llamó a “seguir transformando la UTEM y el mundo para avanzar hacia el pleno igualitarismo entre hombres y mujeres”. Él está en el cargo desde 2009, después de un primer periodo durante los 90.

Ese mismo día la vicerrectora académica, Marisol Durán Santis, se enteró de la destitución de su cargo, en el que se desempeñaba hace ocho años. Ella fue una de las que leyó el mensaje enviado por Pinto, pero que más tarde saldría a cuestionar. “Mi aspiración es que sea realidad cotidiana lo expresado por el Rector en su reciente mensaje enviado a la comunidad con ocasión del Día Internacional de la Mujer”, señaló en un escrito que envió por correo a la comunidad universitaria el 9 de marzo.

Aunque el rector tiene plenas atribuciones por normativa para aplicar estos cambios, Durán hizo notar que esto no ocurría en una fecha cualquiera. “El Rector me informó su decisión de removerme del cargo de Vicerrectora Académica una vez que le expresara mi decisión de presentar mi candidatura a Rectora en las elecciones que deberán realizarse en el curso de este primer semestre”. Su intención de presentarse como candidata para el periodo 2021-2025 en las elecciones de junio próximo, sin embargo, podrán seguir en curso, pero ahora con un puesto menor. Durán tampoco se ha referido sobre esto último.

La explicación de Pinto fue que “existiría una incompatibilidad entre el ejercicio del cargo y esta decisión que había tomado” de seguir ascendiendo en la carrera académica. Para Durán nada de eso se condecía con lo que dispone el cuerpo normativo ni tampoco con la historia de la UTEM en que ningún académico ha debido abandonar las responsabilidades institucionales que ejerce para presentar una candidatura rectoral. Menos aun considerando que ella todavía no inscribía oficialmente su candidatura.

La decisión de inmediato conmocionó a la comunidad, sobre todo a las profesoras y funcionarias agrupadas en la Asamblea de Mujeres y Disidencias de la UTEM. Vieron claramente la intención de despejar el camino para no correr en paralelo con una vicerrectora que podría llegara al sillón de la rectoría. Preocupó, además, que la decisión se tomara durante el proceso de acreditación en el que se encuentran y ad portas de la visita de pares evaluadores en mayo que revisarán exhaustivamente la formación académica, de la que se encargaba Durán. «Ella había manifestado abiertamente su intención de ser rectora y pasó esto y, en general, no hay muchos candidatos a este puesto porque hay todo un tema con Pinto (…) Casi siempre la representante a eventos oficiales era Marisol, entonces, aquí están poniendo intereses políticos por sobre la misma acreditación (…) Esto implica una pérdida de trabajo», opina Soledad, una funcionaria que pidió reservar su identidad.

Lo que después llamó la atención fue el comunicado difundido por el rector, pasadas las 22:00 horas del miércoles 10 de marzo. Aquí afirmó que se trataba de una “renuncia voluntaria”, desmintiendo la versión de Durán, además, en un horario en el que nunca antes se habían enviado notificaciones de este tipo. También anunció que Diana Veneros Ruiz-Tagle, que hasta ahí era Directora General de Docencia, ocuparía el puesto. Ella cuenta con una vasta experiencia profesional y ha sido académica en diversas universidades chilenas y extranjeras.

Marisol Durán

El trabajo de la vicerrectora

Las complejidades de llevar adelante un año académico virtual en medio de la pandemia, fueron un desafío para Durán en en su cargo. Aunque desde antes hubo situaciones de admisión necesarias de resolver, como el ingreso al año académico 2020 después de que muchos estudiantes no rindieran la PSU tras el estallido social.

En ese contexto, fue impulsora de flexibilizar los criterios de ingreso para que los alumnos no quedaran marginados del proceso y se logró revertir la cifra de matrícula que, en general, fueron muy bajas en las universidades estatales. En la UTEM ampliaron cupos extras en algunas carreras para recibir a los nuevos estudiantes, donde Durán solicitó aumentar el presupuesto para darles soporte y acompañamiento. «El año pasado resultó bien, las tasas de renuncia fueron bajas, a pesar de que estuvimos con teletrabajo y con clases virtuales de los chicos«, señala Nicole, otra funcionaria que revisó de cerca estas medidas.

Sumado a esto, Durán también tomó partido por equiparar el acceso de mujeres a la universidad, sobre todo, en las carreras de ingeniería donde históricamente ha predominado la presencia de hombres. Durante 2020 trabajaron una iniciativa que permitió el ingreso especial por equidad de género para 22 carreras en cuya composición femenina estuviese por debajo del 50% en las dos últimas admisiones. “Los avances en materia de género no solo benefician a las mujeres, sino que benefician a la comunidad universitaria en su conjunto y a la sociedad”, manifestó Durán cuando se presentó esta iniciativa.

De todos modos, las mismas funcionarias y académicas reconocen que su labor como profesional no estaba muy a la vista de ellas, en parte, porque era poco el espacio y el respaldo de sus pares para proponer más medidas relacionadas a materias de género. “Por lo mismo, nuestra respuesta a esto no tiene que ver con que seamos simpatizantes de ella, sino que por el acto en sí y por la fecha misma. Además, teniendo en cuanta que abogamos por la igualdad de los derechos de las mujeres en estos espacios”, señala la misma funcionaria.

Marisol Durán fue contactada por El Desconcierto para confirmar su versión sobre la destitución, la única hasta ahora que ha hecho pública a la comunidad universitaria. Sin embargo, dijo no estar disponible para conversar en estos momentos porque precisamente estaba en proceso de entregar su cargo.

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La respuesta

A los dos días de enterarse de la salida de la vicerrectora, las académicas y funcionarias salieron a dar un espaldarazo a Durán en una declaración pública. De haber sido una “renuncia voluntaria”, señalaron, el rector no debió haberla aceptado como justificación de un supuesto conflicto de intereses, como él lo hizo saber.

La discrecionalidad y el machismo se vuelven protagonistas atentando contra la libertad de acción y la igualdad de acceso a los cargos de elección democrática, toda vez que la sorpresiva remoción de doña Marisol Durán del cargo de Vicerrectora Académica, no transgrede ninguna norma establecida en nuestros estatutos, ni tiene antecedente histórico en nuestra práctica política interna”, manifestaron.  Además, aclararon que “si el comunicado emitido el día de ayer por Rectoría tenía la intención de desmentir la Carta a la Comunidad enviada por la Sra. Durán, creemos pertinente que la Comunidad Universitaria debe recibir explicaciones y clarificaciones”.

El programa de Equidad de Género depende directamente de Rectoría, pero ha sido complejo para las funcionarias intervenir para hacer cambios. Ocurrió con el protocolo de acoso sexual y discriminación arbitraria que, en principio, se elaboró a “puertas cerradas”. “Hubo bastante insistencia en que nosotras lo trabajáramos porque era para nosotras y finalmente el rector nos dio la oportunidad para que lo hiciéramos. No así el protocolo de acoso laboral, que lo encuentro muy grave, porque, a diferencia del otro, se creó una mesa para trabajarlo. Lo revisó el área jurídica, se iba a consultar al Consejo Superior y de un día a otro lo sacaron. Si ese protocolo estuviera vigente, Marisol, incluso, podría haber denunciado acoso laboral y discriminación arbitraria”, plantea Nicole.

Revisa aquí el comunicado completo:

El patriarcado académico

La brecha de género en el mundo académico es abismante. Los datos de 2020 que maneja el Consejo de Rectores son reveladores: en las vicerrectorías están compuestas por un 30,7% de mujeres y un 69.3% de hombres; en decanatos 21,5% mujeres y 78.5% hombres; y, en las rectorías, hay solo una mujer electa, es decir, un 3,4% frente a u 96,6%.

Antonia Santos Pérez, coordinadora de la Comisión de Igualdad de Género del Consejo de Rectores, dice que la matrícula sigue siendo muy fragmentada en términos de género y también en el acceso a los puestos de poder de académicas. «Estos datos demuestran que a cuanta más alta jerarquía y reconocimiento, en cuanto a toma de decisiones en cargos de gestión, administración, hay menos mujeres. Las instituciones de educación superior siguen reproduciendo estereotipos porque son altamente masculinizadas«, agrega.

El patriarcado académico se ha manifestado de diversas maneras al interior de las universidades haciendo muy hostil el camino que deben transitar las mujeres para acceder a puestos de poder. Susana Gavilanes Bravo, Doctora en Estudios de Género en Perspectiva Interdisciplinaria y académica de la UTEM, señala que todas las luchas que se han dado por la igualdad de derechos se vaya abriendo paso con muchas consecuencias nefastas para las mujeres porque están dentro del poder o están bregando por cambiar la forma de ejercicio del poder. «Muchas mujeres que logran acceder al poder, como es el caso de la vicerrectora, que son pocas por el reconocido ‘techo de cristal’, llegan con las condiciones que la estructura patriarcal coloca”, analiza.

Susana Gavilanes asegura que dentro de este espacio lamentablemente se produce un silenciamiento por el temor a perder la fuente laboral y las confianzas de los cargos más altos. «Cuando comienza a aparecer un liderazgo de género comienzan a ser aplastadas de alguna manera”, sentencia.

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El rector Luis Pinto Faverio junto a su jefa de gabinete fueron consultados sobre la salida de Durán para corroborar las versiones que se hicieron públicas y con el interés de saber la razón de remover o aceptar la renuncia de una profesional por un supuesto conflicto de interés cuando la normativa no lo señala. Sin embargo, al cierre de esta edición, no respondieron.

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