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Margarita Portuguez, presidenta electa RD: «Convocamos al mundo socialista a seguir conversando porque la unidad de la izquierda no está cerrada»

Por: Meritxell Freixas @MeritxellFr | Publicado: 20.06.2021
Margarita Portuguez, presidenta electa RD: «Convocamos al mundo socialista a seguir conversando porque la unidad de la izquierda no está cerrada» Margarita Portuguez | Presidenta electa de Revolución Democrática
Con «responsabilidad y humildad» dice la nueva timonel de RD que asume su nuevo cargo. Partidaria de mantener el eje de su partido y de la coalición más ancorado hacia la izquierda, de la mano del PC, apunta hacia una segunda vuelta presidencial sin la derecha y confía en «la capacidad de convocar» de Gabriel Boric para llegar a La Moneda.

La dirigenta sindical Margarita Portuguez será la encargada de liderar la nueva etapa que el próximo 21 de junio abre Revolución Democrática. Su candidatura fue inscrita en una lista única, con Sebastián Depolo como número dos, que la militancia del partido ratificó por mayoría hace unos días.

Vecina de La Florida y de 48 años, Portuguez procede del movimiento sindical, en el que milita desde hace más de 20 años. Fue una de las fundadoras de la Asociación Nacional de Funcionarios de Telecomunicaciones de la Subsecretaría de Telecomunicaciones, donde participó de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (Anef) y coordinó el Frente de Trabajadores de RD.

Bajo su dirección, el partido deberá enfrentar la elecciones parlamentarias y presidenciales, y acompañar el debate constituyente. De estos desafíos, su llegada al partido y los vínculos y relaciones con el resto de fuerzas del Frente Amplio (FA) conversa con El Desconcierto.

¿De dónde procede su vínculo con RD y cuánto tiempo llevas militando ahí?

Llevo más de siete años en RD como militante, ingresé cuando RD era un movimiento. Antes participaba en Marca AC. En RD trabajé como militante de base y asumiendo algunas responsabilidades en las orgánicas que se crearon al interior del partido. Fui coordinadora del Frente de Trabajadores y Trabajadoras porque era mi espacio de militancia base, fui también consejera política. Participo en La Florida, que es donde vivo, y soy una de las fundadoras de la Fundación [del partido] Rumbo Colectivo.

En la elección hubo una lista única. ¿Cómo surge su nombre para encabezar esa candidatura?

Ante los buenos resultados y los desafíos que se vienen, se decide que realizar una disputa al interior del partido quizás no era lo más recomendable. Siempre se nos ha criticado que nos miramos un poco el ombligo y que no estamos disponibles para tomar posición en el trabajo que se viene en el mundo territorial. Frente a eso, se decide hacer una lista única integral que represente las distintas miradas para darle conducción. Era una mirada que hasta ahora no se había concretado, pero hay gente dentro del partido que aspira que exista en lo formal dentro de los estatutos. Mi nombre surge casi el último día, no estuvo en la negociación. La propuesta generó consenso al interior de quienes estaban haciendo las definiciones. Fue una decisión bien rápida que tuve que tomar y que asumo con responsabilidad y con humildad.

¿Quiénes fueron las personas que estaban haciendo esas definiciones?

Son parte de quienes han definido los espacios de negociaciones al interior del partido. Eso se ratificó en la elección con un porcentaje de aprobación importante, hubo un apoyo y reconocimiento a la directiva, aunque una siempre quiere que participe más gente.

¿Se pueden saber los nombres de quiénes definieron la nueva directiva?

No tengo el manejo concreto y prefiero no decirlo, por si me falta alguien.

La elección tuvo poco más de 1.000 votos, mucho menos que las penúltimas –en las que votaron 3.500 personas de un total de 29.500 militantes, según el Servel– ¿Una lista única, elaborada por personas concretas, no choca con esa idea de fomentar la participación de las bases y fortalecer la militancia?

No solo se votaba la directiva, también otros cargos internos como el Consejo Político Nacional o el Tribunal Supremo. Sin duda, sobre la participación tendremos que reflexionar por qué no logramos convocar a la militancia y mejorar este tipo de procedimientos y recoger lo que piensa la militancia.

¿Qué sello le gustaría dar a la nueva etapa de RD?

Voy a ser siempre sindicalista y, desde esa vereda, en mi rol me gustaría vincularnos y construir puentes con organizaciones y movimientos sociales, con las organizaciones sindicales y seguir reforzando el trabajo territorial y con el mundo feminista. Apuntaría a ver por qué no estamos convocando a gran parte de la población desencantada.

¿Qué balance hace de la etapa de Catalina Pérez? Se perdieron más de 10.000 militantes.

Con Catalina Pérez tenemos más similitudes que diferencias porque compartimos un proyecto común. Fue un período difícil para todos en general: vivimos un estallido, una pandemia, etc. Estamos en un momento de crisis institucionales en todos lados, pero hay que destacar que la directiva saliente deja una alianza electoral exitosa, de buenos resultados, y eso es lo que recogemos como directiva nueva.

A pesar de ser el partido más grande del FA, en esta etapa, RD se ha quedado sin posibilidad de tener candidato ni a la gobernación de la RM ni a la presidencia. ¿Qué reflexión hace sobre lo ocurrido?

Nuestros resultados en el mundo local los vemos como positivos: tenemos 43 concejalías en el país y seis alcaldías de comunas bastante importantes. Hicimos una primaria con Karina Oliva y la perdimos, y entonces nos pusimos atrás de su candidatura, pero lamentablemente no alcanzamos el proyecto. Por otra parte, RD empujó la candidatura de Gabriel [Boric] reconociéndolo como un liderazgo importante dentro del FA. Consideramos que está preparado para encarnar este proyecto.

¿Las elecciones de mayo, entonces, lograron dar la vuelta o revertir la visión que en algún momento se reflejó de RD, de que perdía fuerza al interior del FA?

Sí, nos parece importante el triunfo en lo local y territorial, que es donde queremos reforzar las alianzas con la ciudadanía. Por ejemplo en primera vuelta nos fue bien con Rodrigo Mundaca en la V Región; como FA también nos fue bien con el gobernador de Tarapacá.

¿Qué autocrítica hace de los resultados de la campaña de Karina Oliva?

Hay que poner el foco en por qué no logramos convocar a más personas, por qué no convocamos con nuestro proyecto. También hay una falta de interés por parte del Gobierno de visibilizar esta elección: no promovió la participación en la segunda vuelta y sobre la figura del gobernador y sus alcances.

¿Por qué no lograron convocar a más personas?

Porque nos faltó reforzar el trabajo territorial, que es el desafío que tenemos ahora con las candidaturas electas.

¿Solo lo atribuye al trabajo territorial? En su propio sector han apuntado también al discurso de Oliva.

He leído varios comentarios sobre la derrota. A mi juicio, uno de los tantos aspectos a revisar en el discurso es, quizás, no haber convocado más ampliamente, llegar con un discurso más convocante.

Esta semana el presidente de Comunes, Jorge Ramírez, apuntó la falta de implicación de algunos sectores del FA y dio nombres propios como Fernarndo Atria, Beatriz Sánchez o Giorgio Jackson, todos ellos de RD. ¿Cómo recibieron estas palabras?

Yo vi a Giorgio, a Beatriz y a Atria trabajando en el proyecto. Ahí puedo tener diferencias con el compañero de Comunes sobre este tema. En la Florida, por ejemplo, no siendo territorio de Comunes, los compañeros tanto de RD como de CS salieron a la calle. Puede ser una mirada que tengan ellos que estamos dispuestos a conversar y lo vamos a evaluar juntos.

Él hablaba de una resistencia de la élite tanto de derecha como de izquierda cuando ascienden los sectores más populares.

Yo no he visto eso al interior del FA. De hecho, lo vi más desde la derecha. Nosotros apoyamos a nuestra candidata frente a los ataques machistas y clasistas que se trataron de instalar.

¿Qué características distinguen el estilo de liderazgo de Gabriel Boric y Daniel Jadue?

Tanto Jadue como Gabriel van a ser representantes de una alianza exitosa. Gabriel, que es nuestro candidato, tiene una capacidad de convocar más amplia, puede sumar más actores, sumar al mundo independiente no organizado, sumar a los movimientos sociales. Está preparado para generar esas alianzas.

¿En ese “sumar” incluye al PS y al PPD?

Hay una militancia dentro del PS más crítica y diferente de la cúpula de su partido. Convocamos a ese mundo socialista a seguir conversando porque la unidad de la izquierda no está cerrada y si bien no se logró en su momento, nosotros seguimos para generar estos espacios de diálogo hacia el mundo socialista.

¿El pacto Apruebo Dignidad tiene recorrido para las primarias?

Hay un buen diagnóstico de los resultados y vemos muchas similitudes en la construcción del proyecto común. Podemos liderar las transformaciones que Chile demanda.

¿Al FA, entonces, le ha ido mejor con el PC, colocándose más a la izquierda de donde estaba antes?

Los resultados así lo dicen y si seguimos en esta línea, es porque las definiciones del partido están dando resultados.

¿Le gustaría mantener ese eje más marcado hacia la izquierda?

En lo personal sí, pero voy a estar disponible en lo que resuelva el colectivo.

Pensando en el escenario presidencial, ¿ve posible una segunda vuelta con Yasna Provoste y Daniel Jadue o Gabriel Boric, sin la derecha?

Podría ser, es una alternativa. En los resultados de la Gobernación la derecha tuvo solo un electo y la derecha, al no tener candidato en Santiago, define una posición en la RM. Podría darse este escenario, falta ver qué dicen los partidos a los que pertenece la senadora Provoste, pero todo apunta a ello y esa es la lectura de lo que se ve, aunque últimamente la política ha estado muy remecida últimamente. Aspiramos a que Gabriel Boric gane esta primaria.

Se repetiría la disputa entre la izquierda y la centro-izquierda, como en en la gobernación (aunque sean elecciones diferentes). De ganar Boric, ¿podría tener un resultado distinto para la izquierda?

Creo que sí, Gabriel es más convocante. La senadora Provoste va a representar la continuidad de una política tradicional que no es la que demanda el Chile de hoy. Es una elección distinta a la de gobernador y tendremos que ver qué ocurre ahí con la participación, pero creemos que en este escenario podríamos llegar a este electorado teniendo al frente a quienes durante años estuvieron en el poder y no generaron las transformaciones necesarias que se requirieron y nos tienen es esta idea de “no son 30 pesos, son 30 años”. Ellos son parte de estos 30 años.

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