Avisos Legales
Reportajes

Disputas y divisiones: El largo camino de la derecha para acordar vicepresidencia adjunta de la Convención

Por: Claudio Pizarro | Publicado: 13.01.2022
Disputas y divisiones: El largo camino de la derecha para acordar vicepresidencia adjunta de la Convención | Agencia Uno
Tras casi una semana de complejas negociaciones, por fin la derecha encontró un nombre de consenso para suceder al UDI Rodrigo Álvarez. Un periodo intenso, plagado de desencuentros, que ha sido la tónica desde los inicios del funcionamiento del órgano constituyente. Acá, una mirada a estos seis últimos meses de controversias.

Una vez finalizada la semana de elecciones al interior de la Convención Constitucional ya se conocen los nombres de la mesa directiva: la presidenta María Elisa Quinteros de Movimientos Sociales Constituyentes (MSC) y el vicepresidente Gaspar Domínguez de Independientes No Neutrales (INN). Luego de una semana de incertidumbre acerca de quienes completarán los cupos para las vicepresidencias adjuntas de la mesa ampliada de la Convención, la derecha logró ponerse de acuerdo este miércoles respecto a quién será su representante en la instancia. Una definición que no solo costó, sino que mantuvo a los miembros de Chile Vamos en un constante «tira y afloja» y que demostró que las diferencias al interior vienen de mucho tiempo atrás.

La primera disputa por la vicepresidencia adjunta

Durante la primera elección para la mesa ampliada, en el mes de julio del año pasado, Rodrigo Álvarez se hizo con una de las siete vicepresidencias adjuntas tras conseguir las firmas necesarias. Un puesto en la mesa ampliada que se elige vía patrocinios y que obliga a quien quiera ocupar el cargo a conseguir 24 firmas de sus pares, otorgando cada uno de ellos sólo un patrocinio a la vez.  Chile Vamos cuenta con 37 convencionales, lo que permitiría llegar a las firmas necesarias, siempre y cuando exista consenso. Ese ha sido, en rigor, el gran problema.

Fue precisamente en la elección de Álvarez que la derecha mostró su primera grieta. Para que el exministro alcanzara el puesto, necesitaba las firmas de los convencionales de RN y Evópoli, sumado a los de la propia UDI.  Sin embargo, solo contó con el apoyo de Harry Jürgensen y Rocío Cantuarias (RN) y Geoconda Navarrete (Evópoli), esto debido a que los otros dos partidos miembros de la coalición se decantaron por darle parte de los patrocinios a la integrante de Independientes No Neutrales (INN), Lorena Céspedes. Según explicó Ruggero Cozzi (RN) en su cuenta de twitter esto lo habrían hecho “para dar una señal de que existen espacios de diálogo, encuentro y construcción de acuerdos en base a mínimos comunes”.

Álvarez finalmente logró los patrocinios necesarios y subió a la testera como uno de los vicepresidentes adjuntos. Fue el propio senador quien se refirió a esta situación en una entrevista reciente en Radio Agricultura. «Yo no veo por qué alguien diría que debería tocarle a alguien de RN, porque hace cuatro meses atrás ellos no me apoyaron. No apoyaron a nadie de la UDI. Si hace cuatro meses atrás hubiéramos llegado a un acuerdo para todo el año, por supuesto. Pero ahora no hay un «le toca». Si quisieran hablar de «le toca”, tendrían que hablar con Lorena Céspedes, que fue su vicepresidenta, que no es de mi sector», comentó.

La separación de Chile Vamos

En octubre del año pasado los convencionales de la UDI tomaron la decisión de dividirse en tres conglomerados. La estrategia tenía por objetivo, según señala el documento presentado a la Secretaría Administrativa de la Convención, “no perder su porcentaje de participación en el uso de la palabra durante los plenos”.

Según el constituyente Martín Arrau la decisión “fue tomada debido a que el sistema de uso de la palabra no permite que cada convencional se exprese de manera individual, sino que privilegia a los conglomerados políticos más numerosos”, aseguró a El Desconcierto en octubre.

De esta forma, se conformaron los siguientes colectivos:

  • Chile Libre integrado por: Martín Arrau, Rocío Cantuarias, Margarita Letelier, Harry Jürgensen, Teresa Marinovic y Ruth Hurtado.
  • Unidos por Chile integrado por: Rodrigo Álvarez, Constanza Hube, Eduardo Cretton, Katherine Montealegre, Ricardo Neumann, Jorge Arancibia y Cecilia Ubilla.
  • Un Chile Unido integrado por: Marcela Cubillos, Alfredo Moreno, Claudia Castro, Arturo Zúñiga, Felipe Meza, Pablo Toloza y Carol Bown.

La división de la UDI fue interpretada por algunos convencionales como una forma de sobrerrepresentarse en el uso de la palabra, durante las sesiones plenarias de la convención.

Esta jugada política gatilló una respuesta de los otros 16 convencionales de Chile Vamos, quienes días después presentaron un colectivo nuevo llamado “RN-EVÓPOLI-INDEPENDIENTES”, desmarcándose de las posiciones que venía mostrando la UDI dentro de la Convención y mostrándose más abiertos al diálogo. «Esto es una realidad que se venía dando dentro de nuestro círculo, llevamos bastante tiempo trabajando los RN y Evópoli, en un trabajo transversal que quiere abrirse al diálogo y generar cambios, pero no a cualquier costo, sino con estabilidad, justicia social», explicó la constituyente Paulina Veloso (RN) a EMOL en el mes de noviembre.

Además, se dieron muestras de que la relación ya venía desgastada desde antes: el anuncio de los nuevos colectivos solo venía a confirmar las desavenencias. «La coordinación, entendiendo el aspecto logístico, siempre ha sido entre RN, Evópoli e Independientes. Esto es solo la oficialización de una coordinación preexistente», comentó Manuel José Ossandón a Radio Pauta.

Aunque la separación parecía irreversible, Chile Vamos siguió trabajando en conjunto, en ocasiones, y en otras alineándose en algunos plenos del órgano constituyente, como a principios de diciembre, cuando votaron en conjunto la iniciativa para que la Convención Constitucional “condenara todo tipo de violencia como forma de expresión política”.

En este escenario tan líquido, era difícil predecir cómo sería el comportamiento de la derecha en otro tipo de escenario. Eso hasta que llegaron las votaciones para renovar la mesa directiva de la convención.

La votación en bloque y el derrumbe para la vicepresidencia adjunta

Durante la primera semana de enero se llevaron a cabo las votaciones para la renovación de la mesa directiva de la Convención. Aunque había nombres claros de todos los sectores, lo cierto es que ninguno de ellos logró obtener los 78 votos necesarios para llegar a la testera, debido a que todos los colectivos decantaron por sus propios candidatos, estirando así cada vez más las rondas de sufragios.

En el caso de Chile Vamos se mantuvieron alineados durante todas las votaciones para la presidencia del órgano constituyente. Durante las primeras tres rondas votaron por la convencional de Evópoli Bárbara Rebolledo, en la cuarta ronda de sufragios los votos pasaron a la carta de INN Patricia Politzer, quien logró la primera mayoría, pero sin alcanzar los votos para llegar a la presidencia.

En la quinta votación, el nombre del miembro del Colectivo Socialista Patricio Fernández tomó fuerza dentro de Chile Vamos, al punto que Marcela Cubillos expresó en su cuenta de twitter que el periodista “sería un buen presidente para la etapa que viene del proceso”.

Con el pasar de las horas, sin embargo, los acuerdos no llegaron y la derecha nuevamente votó por candidatos de su sector como Angélica Tepper, Rocío Cantuarias y Geoconda Navarrete. Esa primera jornada, como se sabe, terminó sin definiciones concretas y la sesión se suspendió hasta el día siguiente.

Al otro día, el panorama para Chile Vamos no cambió: votaron en bloque por el UDI Felipe Mena, excepto Luciano Silva de RN, quien le dio el voto a María Luisa Quinteros de Movimientos Sociales Constituyentes, logrando los 78 votos necesarios para convertirse en la nueva presidenta de la Convención Constitucional. En las votaciones para definir al vicepresidente, nuevamente los votos de la derecha fueron para Mena, esbozando unidad en el bloque, aunque no por mucho tiempo.

El reagrupamiento, en rigor, duró solo un día.  Una vez terminadas las votaciones para la mesa directiva, inmediatamente se abrieron las postulaciones para las vicepresidencias adjuntas y el nombre de Cristián Monckeberg fue el que más sonó en la semana previa a la votación.  “Obviamente soy una carta para el puesto de vicepresidente, en estos momentos nadie se puede restar, pero habrá que buscar quien nos de las firmas para ello”, expresó el convencional RN a la prensa, tras llegar a un acuerdo de cinco patrocinios con el Colectivo del Apruebo.

A pesar de esto, Monckeberg no alcanzó las 24 firmas necesarias. Miembros de la UDI aseguraron a este medio que el RN incurrió en un error al ir a buscar los votos restantes en la centro izquierda y no en su sector.  La falta de adhesión a su candidatura también podría interpretarse como una pasada de cuenta, luego que, en la elección anterior de vicepresidentes adjuntos, los votos de RN no fueran para Rodrigo Álvarez, a excepción de Harry Jürgensen.

Con esta situación sobre la mesa, Cristian Monckeberg bajó su candidatura a la vicepresidencia adjunta. Raúl Celis, ex intendente y militante de RN señaló a El Mercurio que, si perduraba la intransigencia en el sector, no tendrían relevancia en las decisiones que se tomarían más adelante.

En el caso de la UDI su intención fue que el cupo que hasta ahora ocupaba Rodrigo Álvarez se mantuviera en uno de sus integrantes. Respecto a esto, Teresa Marinovic expresó que su preferencia recaía en Martín Arrau. “Pondría a alguien duro”, argumentó.  Felipe Mena, sin embargo, fue el nombre que en Chile Vamos tomó más fuerza durante los últimos días.

Tras la bajada del exministro Monckeberg, la UDI estuvo más abierta a una opción proveniente de RN-EVÓPOLI-INDEPENDIENTES y el nombre que más papeletas sumaba hasta hace unas horas para quedarse con los patrocinios era el Evópoli Hernán Larraín Matte.

La situación nuevamente dio un giro cuando Rodrigo Álvarez anunció en su cuenta de Twitter que su colectividad, junto al Partido Republicano, acordaron respaldar a la nueva carta de RN Raúl Celis. «RN informó que tiene 21 de los 24 patrocinios para asumir vicepresidencia de Convención. Si bien, forma en que condujeron negociaciones fue inadecuada; como signo de unidad: la UDI, republicanos e independientes daremos 4 firmas para postulación de Raúl Celis, a la mesa de Convención», tuiteó el ex ministro.

Celis estaba llevando las negociaciones con la UDI y los republicanos para conseguir los patrocinios que faltaban, y es un nombre que genera confianza en todos los sectores de Chile Vamos.

A pesar de esto, la situación no está del todo zanjada, dado que, mediante un comunicado de RN-EVÓPOLI-INDEPENDIENTES confirmó que la vicepresidencia se dividirá en dos periodos de tres meses, el primero correspondiente a Celis y el segundo a Larraín Matte, la decisión ya fue comunicada a la mesa.

De esta forma, tras casi una semana, finalmente se resolvió la vicepresidencia adjunta de la derecha, una decisión compleja que reabrió las grietas de Chile Vamos al interior del órgano constituyente.

Déjanos tus comentarios
La sección de comentarios está abierta a la reflexión y el intercambio de opiniones las cuales no representan precisamente la línea editorial del diario ElDesconcierto.cl.