Baby boomers sobre la nueva Constitución | El Desconcierto
Recientes estudios aseguran que los mayores de 60 años han estado votando menos en los últimos años. Para saber qué sucede con la Generación silenciosa y los Baby Boomers, conversamos con seis referentes de este grupo con distintas experiencias de vida. Esto fue lo que nos dijeron.
La Generación silenciosa y los Baby Boomers son un grupo bastante especial. Los demógrafos los sitúan entre la Gran Depresión y la década del 60, con la II Guerra Mundial como límite entre ellos. En Chile nacieron en democracia, vivieron la dictadura entre su adolescencia y adultez, y actualmente tienen más de 65 años.
De acuerdo con las proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), se estima que son alrededor de 2.260.222 personas, cifra que representa el 11,9% del total del país.
Históricamente, son reconocidos como uno de los grupos que más participaba de elecciones, pero han ido retrocediendo, especialmente tras la llegada de la pandemia del Covid-19. Un estudio del Observatorio del Envejecimiento plantea que los mayores de 60 años pasaron de participar en un 58% en las presidenciales de 2017 a un 40% en 2021.
En El Desconcierto hablamos con seis referentes nacionales de la Generación silenciosa y Baby Boomers sobre la importancia del Plebiscito y su apreciación sobre la nueva Constitución.
Diamela Eltit González es una reconocida escritora chilena, galardonada con el Premio Nacional de Literatura el año 2018. La novelista, artista, feminista y profesora fue una de las fundadoras del Colectivo de Acciones de Arte (CADA) que buscaba activar los circuitos artísticos bajo la dictadura de Augusto Pinochet. También fue agregada cultural en México, y ha sido profesora invitada en universidades como Stanford, Columbia, Virginia, Berkeley y New York University. A pocos días de celebrar su cumpleaños, relata sus razones para votar Apruebo a una nueva Constitución.
Claro que voy a votar, y voy a votar Apruebo.
Porque creo que esta nueva Constitución cambia el sistema que nos ha regido por casi 50 años. Cambiamos de un modelo de estructura social que ha sido excluyente, que ha sido machista, que ha sido discriminatorio, por otro inclusivo, con mucha más democracia, con reconocimientos necesarios, indispensables y postergados. Especialmente me refiero a la plurinacionalidad. Podremos cautelar nuestros bienes naturales de manera mucho más intensa y necesaria, y eso es algo que nos beneficia.
En otro registro más conceptual, político y simbólico, se rompe la Constitución de Pinochet que tanto daño hizo al pueblo chileno. Todos esos elementos son fundamentales para votar Apruebo, para valorar muchísimo el trabajo de los convencionales, pensarse enteramente y cambiar este modelo opresivo, discriminatorio y destructivo.
Lo he leído ya, desde luego, porque tuvimos acceso al texto. Eso ha sido positivo también, haber planteado no sólo una Constitución, sino haber favorecido el acceso a esa Constitución que vamos a votar. Estoy convencida que va a ganar el Apruebo.
No hay nada que no me guste, porque es un texto integral. Como todo texto, con el tiempo va a necesitar actualizaciones, o pequeños indicios de mejorar, o cambiar algunas estructuras, porque es un texto en términos culturales, y la cultura es algo móvil que sigue cambiando permanentemente. A mí, tal como está la Constitución, yo apruebo sin ningún reparo. No tengo ningún reparo, ni para reformar ni para nada de eso. Apruebo porque apruebo, porque es necesario, porque es indispensable, porque nos va a traer beneficios a todos los chilenos.
Efectivamente eso toca el capital, toca la acumulación de riqueza, y por eso estamos viviendo lo que estamos viviendo. Nunca se había visto un impulso mayor por parte de la riqueza por sobre la pobreza, poniendo todos sus recursos al servicio de lo que ellos quieren, que es el Rechazo, y continuar con la Constitución de Pinochet que tanto les ha servido a ellos, pensando que el 1% de la población concentra el equivalente al 49%, según la Fundación Sol, y eso es una vergüenza.
Mi círculo cercano está conformado básicamente por escritoras y escritores, y en mi círculo cercano no se pierden, entre otras cosas, porque es de gente inteligente, informada, y que tiene una perspectiva clara sobre este país. Todos comentamos, cuando nos juntamos, que el Apruebo gana.
Mauricio Redolés Bustos es un reconocido poeta y cantautor chileno. Durante la dictadura, fue detenido y torturado por fuerzas del régimen de Pinochet debido a su militancia en las Juventudes Comunistas. Estuvo exiliado en Inglaterra, donde obtuvo un bachillerato en sociología y editó sus primeras obras poéticas. Su álbum “Bello Barrio” (1987) es calificado como uno de los más vanguardistas e influyentes de la década en el libro 200 discos de rock chileno (Ocho libros, 2020). Es recordado por canciones como “¿Quién mató a Gaete?”, “Eh, Rica!”, “Blues de Santiago”, entre otras.
Sí, voy a votar.
En rigor el voto es secreto, pero voy a votar Apruebo.
Chile, como país, se ha debatido desde su fundación entre dos concepciones. Una laica, progresista, moderna, solidaria, y la otra católica, pechoña, moralista, de derecha, no solidaria, arcaica. Si fuera por la derecha, en Chile no debería haber ningún derecho para los trabajadores, deberían ser prácticamente esclavos, es lo que siempre han querido.
¿Quiénes han sido los artífices de estas concepciones? En lo progresista Bilbao, Santiago Arcos Arlegui, Recabarren, Allende, Pedro Aguirre Cerda, el movimiento de la Unidad Popular, en general. Ese es el Apruebo, es esa línea histórica, la acción política chilena.
En el Rechazo está Alessandri Palma, todos los gobiernos del siglo XIX, González Videla, Jorge Alessandri Rodríguez, Frei Montalva que tiene de las dos almas. Después Pinochet en el Rechazo, y está en el Apruebo Gladys Marín, la señora Bachelet, el Frente Amplio.
Estas dos concepciones han chocado durante 200 años. En la Constitución del ’80 no se garantiza el derecho a huelga, y en la nueva Constitución, se garantiza. El trabajo doméstico y de cuidados no se reconoce en la Constitución del ’80, y en esta Constitución sí se reconoce.
Sí, lo he estado leyendo.
Me gusta todo el texto, no hay cosas que no me gusten. Se ha impuesto una frase que es bastante desgraciada e infeliz, que dice que “la Constitución tiene que ser la casa de todos”. Eso es falso, demagógico. Le escuché a alguien decir algo que me pareció más preciso: “La Constitución debe ser un conjunto de reglas de arbitraje entre los distintos intereses de la sociedad”.
No es que me guste más, pero creo que es muy importante todo lo que se dice con respecto al reconocimiento de los pueblos originarios, porque Chile, como Estado, ha sido una nación despojadora de la cultura de los pueblos originarios, más que Estados Unidos, más que Canadá, que son naciones capitalistas. Somos una nación que practicó el genocidio de una manera bárbara, etnias enteras desaparecieron.
Hemos tenido, como Estado, esa vocación colonialista avasalladora, y no ha sido la clase trabajadora, ha sido la burguesía de este país. Y enfrentar eso, desde el punto de vista cultural, es bastante difícil. Se nota en la discusión cuánto le ha dolido a la derecha.
El 100% del círculo cercano y lejano mío, está por el Apruebo, y lo ven como algo positivo. Mi familia, mi compañera y esposa, sus hijas, nuestra hija, mis primas. Mis compañeros de trabajo, los compañeros con los que toco música, que son siete, el equipo técnico que trabaja con nosotros, la dirección de escena, los documentalistas, todos estamos por el Apruebo. No conozco a nadie que esté por el Rechazo.
Ahora, si hubiese alguna o alguno que saliera con la sorpresa de que quiere votar Rechazo, yo trataría de demostrarle que no es lo mejor para Chile.
Hace poco me llegó un correo muy alarmista de una organización europea que habla de la debacle planetaria con respecto al cuidado del medioambiente. Decía que desde los satélites se veían las llamas, el humo, o sea nos están incendiando ¿Producto de qué? Del uso indiscriminado de materias fósiles para la energía.
Esta Constitución nos pone a la vanguardia de la defensa del planeta, y eso le molesta mucho a gente como Bolsonaro, Donald Trump, la UDI, la Democracia Cristiana. Es gente que está por la destrucción del planeta, y en la defensa de las ganancias del capitalismo. Por solo ese hecho ellos deberían estar por el Apruebo, porque esta es una Constitución que pone al día a Chile frente a la defensa del medioambiente.
Gabriela Hernández Gómez es una actriz de larga trayectoria en teatro y televisión. Desde su debut en 1988, ha estado presente en más de 20 teleseries. Ha sido muy reconocida por su participación en producciones como Amor a Domicilio, Amores de Mercado, Pituca Sin Lucas y Casa de Muñecos. En las últimas semanas se le ha visto como uno de los rostros de la franja electoral por el Apruebo.
Por supuesto, aunque no fuera obligatorio.
Apruebo.
Porque la nueva Constitución, aunque nada es perfecto, es absolutamente necesaria e imprescindible. No podemos seguir con este texto hecho entre cuatro paredes por militares y gente de extrema derecha.
Obvio que lo he leído, también he repartido resúmenes por mi barrio.
Hay muchas cosas que me gustan: La protección del medio ambiente, el derecho a la educación, las pensiones y, sobre todo, que se acabe la corrupción de cuello y corbata para que dejen de saquear el país
No me desagrada nada, todo suma.
Desde que era pequeña en todos mis círculos de influencia somos gente demócrata. Nos gusta la igualdad, la justicia y, si ganamos más, que nos cobren los impuestos que corresponden para emparejar la cancha.
Patricio Herman Pacheco es presidente de la Fundación Defendamos La Ciudad y director de la Fundación Progresa. Hace 20 años comenzó a leer las columnas del arquitecto Enrique Siefer y, desde entonces, ha defendido los barrios de Santiago de abusos inmobiliarios, levantando luchas comunicacionales y judiciales contra varias constructoras que, con sus proyectos, amenazan los derechos de vecinos y vecinas.
Mire, tengo dudas. Pero creo que finalmente voy a ir a votar, exclusivamente para no pagar la multa.
Hoy estoy indeciso.
Porque no le creo a ninguna de las dos partes. Yo conozco muy bien el sistema, lo conozco al revés y al derecho. El problema que tengo con la derecha es que es de alto riesgo, son tipos malos, no les creo nada. En cambio, a los de la izquierda, si bien no son santos de mi devoción, son menos malos que los de la derecha. Esa es mi posición.
No, yo no leo textos. Como yo soy una persona informada, ya sé en lo que consiste esto, lo tengo claro. El problema que tengo, y ese es el motivo por el cual hoy voy a votar nulo o en blanco, es que no le creo a nadie.
Mis conocidos y mis relacionados están en un 95% por el Rechazo. Creen que va a venir el comunismo con la nueva Constitución si se aprueba. Yo no les creo, pero eso es lo que ellos dicen, y cada uno dice la brutalidad que estime conveniente. Incluso ya ni les rebato porque es perder el tiempo, la gente adulta ya no cambia.
Carmen Cerda Aguilar es médica cirujana, especialista en tanatología y medicina forense. Se ha desempeñado durante décadas como perito judicial. Hace más de 40 años que hace clases en la Universidad de Chile, donde llegó a ser directora del Departamento de Anatomía y Medicina Legal. Actualmente se mantiene como profesora ad honorem de la casa de estudios. También es presidenta de la Sociedad Chilena de Medicina Legal, Forense y Criminalística.
Sí.
Votaré Rechazo.
Porque durante 40 años yo he estado para que las cosas verdaderamente serias, las traten especialistas. Me la he jugado por eso en el Colegio Médico, en la Universidad de Chile, en el Colegio de Peritos. Entonces, también quiero lo mismo para una Constitución que es algo tremendamente importante para el futuro del país.
Lo he leído, subrayado y tengo más preguntas que respuestas acerca del contenido del texto. Aparte creo que hay aspectos que debería sostener el texto que no están mencionados. Entonces, no queda seguridad de qué cosas se llevarán a cabo. Además, el Estado tendría que crecer demasiado para hacer funcionar lo que se propone.
Me gustan las posibilidades de participación, pero no están totalmente aseguradas.
Yo soy perito judicial y al tener muchos sistemas de justicia significa que nosotros no sabremos cómo abordarlos y daremos palos de ciego durante un tiempo. Me ha tocado corregir tesis de lugares como Sudáfrica, en donde hay tres o cuatro sistemas de justicia y resulta que los propios afectados se quejan porque no obtienen resultados, particularmente las mujeres agredidas sexualmente, porque si la agresión proviene de una persona que se rige bajo otros sistemas de justicia, nunca se ponen de acuerdo y quedan impunes.
Otro gran problema es que el texto es muy largo. Las constituciones que han tenido éxito en el mundo son más acotadas. Además, conozco a muchas personas que participaron en la Convención y no saben mucho de derecho constitucional.
Esto no significa que no quiera cambios, pero lo que pasa con la Constitución actual es que nadie la ha hecho funcionar, entonces no sabemos concretamente si es buena o mala.
Hay varios muy entusiasmados por la posibilidad de cambiar cosas y que votaron Apruebo en el Plebiscito de entrada, pero han ido cambiando porque se dan cuenta que esto tampoco es una solución.
Amante Eledín Parraguez Lizana es profesor de Estado y literato oriundo de la población Lo Hermida de Peñalolén. Su historia como estudiante del exclusivo colegio Saint George en los años setenta inspiró al cineasta Andrés Wood para su película “Machuca” (2004). Dicha historia quedó retratada dos años después en su novela “Historia de un verdadero Machuca” (Calípe Ediciones, 2006). Fue candidato independiente a la Convención por el distrito 11, pero no resultó electo. “Ese distrito es muy complicado para personas que quieren cambios”, dice.
Por supuesto. Desde el Plebiscito del ’88 que nunca he dejado de votar. Creo que es una responsabilidad que todos debemos cumplir.
Voy a votar por el Apruebo.
Porque es una oportunidad de cambio real, y no un maquillaje como se hizo con la Constitución del ’80. Me gusta mucho como quedó, sobre todo el derecho a la educación, que es fundamental para un país que aspira al desarrollo y poder explotar los recursos más importantes de los chilenos: sus capacidades, sus talentos y su inteligencia.
También porque se entregan valores como la dignidad, el respeto, la igualdad de derechos, la responsabilidad de la participación y la democracia. Todo eso lo tiene que entregar la escuela en todos sus niveles, es fundamental.
Sí, he leído y estudiado el texto. Yo soy profesor, trabajé más de 30 años en salas de clases, entonces la lectura forma parte importante de mi quehacer.
Lo que a mí me gusta y más me hace sentido es toda la primera parte, donde se describen los principios y los valores que inspiran esta nueva Constitución. Después la lista de derechos fundamentales y garantías. Esa parte yo creo que está bastante bien y completa. El derecho a la vida, a la educación, a la vivienda, a la salud, son cosas básicas que la gente expresó que necesitaba en el estallido social. Estas son cosas mínimas para tener una vida digna.
Ahora, yo no soy técnico en la organización del Estado. Sin embargo, muchas de las ideas que están en la nueva Constitución reflejan lo que yo pienso.
Me he dado cuenta que hay mucha desinformación. Los medios de comunicación, en general, más que aclarar las cosas es confundirlas. Sabemos que están bastante controlados por la gente de poder y ellos no quieren perder privilegios. Yo cuando veo los programas de debates, más que clarificar a la gente, la dejan más confundida. La confusión y el miedo que se ha instalado a través del engaño y la mentira es algo negativo de estos días.
Pero yo tengo mucha esperanza que este texto sea aprobado, porque es una buena posibilidad para cambiar la situación de las futuras generaciones, de nuestros nietos y bisnietos.
