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Juan Vallejos Croquevielle: “En Rechazar por amor hay un límite que rompe el deseo”

Por: Joaquín Castro Mauro | Publicado: 02.09.2022
Juan Vallejos Croquevielle: “En Rechazar por amor hay un límite que rompe el deseo” | Juan Vallejo
Como miembro de una generación que se atreve a hablar de política con soltura, Vallejos Croquevielle hace su propia lectura del escenario político de cara al Plebiscito. Asegura que el 5 de septiembre Chile despertará «más dividido» y exige renovación. «Es hora de jubilar a los viejos estandartes, a los clubes de amigos y al cuiquerío», dispara.

Juan Vallejos Croquevielle (32), periodista, influencer y analista político, se ha hecho conocido por sus entrevistas en Instagram, sus cartas al diario La Segunda e incluso sus presentaciones en stand-up comedy, las que ha convertido en una trinchera para reivindicar la política, especialmente de cara al Plebiscito.

A su juicio, Chile ha estado atravesado por una suerte de «argentinización», en donde se han multiplicado las conversaciones sobre la coyuntura y el poder. «En Argentina, tú conversas con cualquier persona y, estuvieran mal o bien, tenían una opinión de los fenómenos sociales que están pasando. En tanto Chile estuvo por muchos años castrado de opinar de política por temor», reflexiona.

Esto se ha revertido en parte por las nuevas generaciones, que han ido contagiando a sus padres y abuelos. Él mismo ha dado el salto a llevar la política a redes como Instagram, donde «me catalogan de amarillo todos los días, de un lado y de otro», asegura.

Pese a ello, cuestiona que si bien «la política es importante, en Chile es mala. Hay políticos que nos dan vergüenza ajena y es normal que estemos decepcionados. No obstante, la política es más que el grupo de políticos que ha destruido las instituciones del país. Actualmente, hay mucha gente que quiere participar, es un reflejo de que se quieren cambiar las cosas».

«El 5 de septiembre nos levantaremos con un país dividido»

– ¿Qué vas a votar?

No voy a dar públicamente mis preferencias, pese a que sí lo dije en el Plebiscito de entrada. No lo hago ahora porque los contextos son distintos y en el actual me voy a guardar ese secreto.

Ahora, sí puedo decir que, al igual que mucha gente, soy un indeciso. Y creo que de ahí hay un punto interesante, no porque sea mi experiencia personal, sino que entendiendo que en el Plebiscito de entrada ganó con un 80% la opción Apruebo y que ahora hay una incertidumbre. No se sabe cuál opción va a ganar. Esto ya muestra que, en algún aspecto, la Convención fracasó.

– ¿Y cuál es tu pronóstico del resultado? ¿Qué opción crees que va a ganar?

Soy una persona que, siendo crítico de las encuestas, les tengo un grado de confianza. Criticarlas en redes sociales está súper de moda, pero estas han tenido certezas en las últimas elecciones y eso habla de que han podido interpretar los datos de manera correcta. Sí, se han equivocado, pero en lo grueso han acertado bastante. Y ajustándonos a eso, hay una posibilidad considerable de que el Rechazo gane.

– ¿Cuánto inciden en el voto del domingo lo sucedido en Valparaíso con el acto de Las Indetectables y la agresión del carretonero del Rechazo en la Alameda?

Va a tener un efecto. Las encuestas de opinión muestran que el Apruebo va a la baja y la única forma en la que pueden revertir esa situación es atrayendo a los votantes indecisos que, por alguna razón, temen votar por alguna de las dos opciones.

Es cierto que los partidarios del Apruebo salieron de inmediato a repudiar el acto en Valparaíso, que no tiene nada de artístico y nada de performance. Sin embargo, esto reactiva la arista de los emblemas patrios que había pasado a segundo plano. Este tema había pasado totalmente desapercibido estos últimos dos meses con la salida de la propuesta, pero con esto revivió.

– ¿Y lo que ocurrió en la Alameda con el carretonero pro Rechazo?

Es un reflejo más de los polarizado y tenso que está el ambiente en las calles. Lo preocupante de esta situación, independiente de lo que suceda el domingo, es que el 5 de septiembre nos levantaremos con un país dividido y con la mitad perdedora muy enojada. Eso es muy complicado. A la vez, es un reflejo más de la pulsión de las personas de hacer parte de su identidad esta elección y no poder dialogar ni tolerar que alguien piense distinto.

– ¿Qué te parece que esta elección sea con voto obligatorio?

A mí me parece bien. Yo me considero una persona muy luchadora de las libertades de cada uno, pero cuando se trata de la República, lo mínimo que uno como chileno debería hacer es ir a votar. Creo que tiene que ser obligatorio y que tiene que ser algo que se mantenga de ahora en adelante.

– ¿Cómo crees que andará la participación?

Yo creo que va a haber una alta participación, ajustándome a las encuestas, a los estudios y un poco al olfato de las conversaciones. Me la juego con un 65% aproximadamente de participación. No suena muy grande pensando el contexto del voto obligatorio, pero yo creo que sí va gatillar un porcentaje por ahí. Puede que me equivoque, me dedico a reportear y analizar la política, no a ser vidente, pero yo creo que va a estar por ahí.

Una de las cosas que me daría tranquilidad es que la opción que gane sea con una altísima participación, para que nadie pueda poner en duda que Chile no participó.

– ¿Qué figuras saldrían potenciadas en un eventual triunfo del Apruebo y el Rechazo?

En el caso de un eventual triunfo del Rechazo es una oportunidad enorme para que nuevas figuras políticas cercanas al centroderecha se puedan potenciar finalmente. Si se van a hacer cargo bien de haber entregado a la ciudadanía y a las organizaciones sociales su franja, tiene que haber un cambio de casting. Fernanda Ulloa sería un buen nombre, por ejemplo. Ahí hay una oportunidad.

Es tiempo de jubilar a las figuras de la centroderecha que han destruido los reales valores del sector: un pensamiento que busca la libertad, pero que se ven frenados por esas estupideces conservadoras eclesiásticas. Parece que son liberales solo en la billetera, pero conservadores en la cama.

– ¿Y del Apruebo?

En el caso del triunfo del Apruebo, una figura que se potencia es la de Gaspar Domínguez. Creo fue el verdadero y único líder de la Convención Constitucional y eso se ve en la calle, en la franja, en la campaña. Su discurso de cierre ha sido uno de los mejores que he visto. Hay capital social, político, olfato y renovación, además no podríamos decir que el doctor Domínguez es de una izquierda recalcitrante. Es un liderazgo nuevo, joven que saldría muy favorecido de esto y en consecuencia se podría abrir una oportunidad a los No Neutrales.

«Si gana el Rechazo, será una gran crisis»

– Y el Gobierno, ¿cómo sale parado en caso que gane el Apruebo?

Por supuesto que, para el Gobierno de Gabriel Boric, un eventual triunfo de Apruebo es mucho mejor. Sin embargo, ese eventual triunfo será una especie de luna de miel de casi una semana. Será un respiro, pero no le va a solucionar los bajos índices de aprobación, el conflicto en la zona sur, el problema en el norte de nuestro país, ni el aumento de la delincuencia en la Región Metropolitana.

Aparte, reconozcamos que gran parte de la gente que está tomando la decisión para votar lo hace en relación al desempeño del Gobierno, cosa que técnicamente no tiene tanto que ver con el Plebiscito en sí. Pero están demasiado unidos los conceptos e, independiente que gane el Rechazo, creo que el cambio de gabinete es inminente y necesario porque una nueva etapa es una nueva etapa.

– ¿Y si gana el Rechazo?

Si gana el Rechazo será una gran crisis. Gabriel Boric tendrá que reevaluar sus críticas a la Concertación de los 30 años, y en particular a Ricardo Lagos, y tomar su ejemplo del año 2005 para la gran reforma constitucional, encauzar desde el Gobierno un nuevo proceso constituyente que tome la propuesta de nueva Constitución, la Constitución actual, la propuesta de Bachelet y llamar a elecciones. Con eso listo creo que ese trabajo lo pueden hacer en seis meses. Pero reitero, independiente del resultado, tiene que haber un cambio de gabinete contundente.

– ¿Nutrirse de figuras de la ex Concertación?

Tiene que incluir a figuras de la ex Concertación que traigan historia, trayectoria y que tal vez nunca tuvieron la oportunidad que merecían en ese período, como Carolina Tohá. Ella podría ser un gran aporte ahora que renunció Jeannette Vega.

Ahora, no sé cómo estará la relación entre el PPD y el gobierno, pero sería una moneda de cambio, mover al PPD a Interior para mantener la cuota de una mujer y de partido. Eso podría ayudar a subsanar las heridas entre la ex Concertación, Gabriel Boric y el Frente Amplio. Sería un guiño también al laguismo.

– El rol de Jackson ha estado bastante cuestionado. ¿El gobierno tiene su cargo ahí pendiendo de un hilo o tiene tiempo para recuperarse?

Tiene tiempo para recuperarse bajo ese punto de vista. Luego del 4 de septiembre, el desempeño de Jackson tiene que ver con cambiar la Carta Magna y no se puede llevar a cabo muchos planes con esa incertidumbre. Comparto algunas críticas hacia el ministro Jackson, sin embargo, tiene una enorme oportunidad post plebiscito. No creo que sea momento de cambiar. A pesar de que se ha tenido equivocaciones políticas, han habido críticas también a su gestión con la relación del Senado, pero yo creo que todavía puede.

«En rechazar por amor hay un límite que rompe el deseo»

– Respecto a la franja, ¿qué te parece el relato del Rechazo que lo vincula con el amor?

Está mal logrado. Entiendo las intenciones del Rechazo de tratar de dar una carga positiva a esa palabra, porque tiene mucha carga negativa que puede ser interpretada por desprecio, discriminación, separación, división. Nunca es positivo rechazar algo.

Intentan algo parecido a lo que pasó en el Plebiscito del 88 con la palabra No, donde lograron quitarle esa carga con colores, alegría, jingle y está muy bien logrado. Cuando hablan del amor creo que sus intenciones iban por ese lado. Pero en Rechazar por amor hay un límite que rompe el deseo. Está mal lograda esa frase y el concepto pésimamente ejecutado.

– En tus redes sociales fuiste muy crítico con el video del trabajador sexual que vota Rechazo. Le pusiste un 1…

En esa franja por amor no quiso denunciar a alguien que le mandó un escopetazo, que lo quiso matar y que encima era un cliente. Peor todavía que nos enteremos que fue su primer acto de amor, pero luego nos enteramos que sí denunció. Se cae todo y siento que la pieza audiovisual, como tal, es una pieza de muy buena calidad en su relato, en su emotividad, en su concepto. Pero fue todo perdido con esto de enterarnos tras bambalinas de todo.

Yo lo evalué con un uno y como lo peor que he visto en la historia de nuestra franja. Las mujeres víctimas de Martín Pradenas que no denunciaron en su momento, eso no fue por amor, fue por terror. Si Daniel Zamudio hubiera sobrevivido al brutal ataque que recibió y no denunciaba… ¿Hubiese sido eso un acto de amor?

Está muy mal logrado el concepto de rechazar por amor, porque le quita la connotación negativa a los hechos y se fomenta a través de televisión abierta.

– En cuanto a la franja del Apruebo, hay mucho discurso dividido. ¿Crees que ese es un obstáculo para llegar a los indecisos?

Yo creo que sí, y eso reflejo también de que hay muchas izquierdas. En los últimos años, ha habido una especie de soberbia de decir que yo soy más de izquierda que tú.

No obstante, creo que el error principal de la franja del Apruebo es que está lleno de políticos. Lo cual de por sí no es que sea algo malo, pero funciona mal ante la contraposición tan notoria de que en la franja del Rechazo no sale ninguno. Entonces, el discurso de que esta Constitución es para que haya más cargos públicos, más autoridades, va tomando fuerza.

– ¿Y qué punto tiene de positivo la franja del Apruebo?

Las piezas audiovisuales de Aprueba por Chile son excelentes, porque aparecen los artículos, los explican, buscan figuras validadas por la opinión pública. Tomemos el caso de Paola Volpato, que fue bien criticada en su momento porque le gusta ir de shopping, lo cual lo encuentro una crítica estúpida, como que alguien de izquierda no pueda tener el iPhone. Pero los spots de Volpato tienen algo que los políticos en Chile no han entendido, que es la base de todo, y es que la quieren. Actualmente, la sociedad está dispuesta a creer o escuchar a alguien, si es que primero a esa persona la quieren. Y por eso tiene quizás un grado de credibilidad mayor que muchas autoridades, porque la gente la quiere en su rol de actriz, por eso me pareció un acierto su aparición.

Otro gran acierto fue la aparición de Alejandra Matus hablando de la norma que prohíbe que personas condenadas a corrupción puedan ejercer cargo público. Cada periodista es libre de apoyar su opción públicamente y me parece un acierto.

La aparición de Los Venegas fue notable porque es un reflejo del chileno tal vez más olvidado de nuestro país, que es el chileno de clase media. Aunque es una serie que no está al aire, apela a la melancolía. Además agregan de forma didáctica los artículos con un juego de mesa, eso está muy bien logrado.

– ¿Crees que centrarse en los artículos logra una conexión con el público?

Que los spots duren a lo más un minuto y medio no es casualidad. Es lo suficiente para poder ser compartidas WhatsApp y Twitter rápidamente, y eso es otro aspecto interesante que hay que entender en este mundo digitalizado, de la viralización y de la segunda tabla de opinión pública que son las redes sociales. Esa es una decisión que responde al mundo de hoy.

Ahora, independiente de que ambas franjas tienen de bueno y de malo, yo sí considero que, si tomara la franja como concepto unificado, esta no ha sido el aporte que pudo haber sido. Más bien ha sido un reflejo de la polarización y el choque que hay entre los chilenos actualmente.

– Otro elemento de la franja del Rechazo es la irrupción de personas que históricamente no han tenido cabida en la derecha tradicional ¿Crees que se vieron forzados a hacerlo?

Me cuesta creer que esto haya sido una decisión obligada. Hay una parte importante de la centroderecha presente en Evópoli, RN y la UDI que lleva mucho tiempo esperando dar un paso adelante. Esto no lo digo yo, lo dicen incluso personas de centroderecha. Existen homosexuales, personas que no son cisgénero, que están en situación de discapacidad que son más cercanas a los postulados de la centroderecha.

Se dieron cuenta tarde, pero se dieron cuenta, y yo creo que eso hay que valorarlo. Por otra parte, la izquierda se dio cuenta antes, pero no olvidemos que también fue muy reacia a esto en su momento. Recordemos que el líder del Movilh tuvo que irse del PC.

– ¿Entonces el cambio es genuino?

Hay que valorar que se hayan dado cuenta y también criticar que se demoraron, por supuesto, pero abrieron el espacio. No obstante, todavía falta. Actualmente, hay tres o cuatro diputados no heterosexuales pero ninguno era de derecha. En la Convención Constitucional había también homosexuales, ninguno de derecha.

Evópoli es un partido que en sus principios defiende la diversidad sexual, pero no aparecen. Para qué entrar en detalles si hay homosexuales o transexuales dentro de RN y la UDI. Los hay, pero están en las bases, no los vemos. Lo mismo sucede con las personas de pueblos originarios en la centroderecha. Han abierto espacios en algunos partidos con departamentos de asuntos indígenas, en la franja los han incluido, pero se quedan solo con eso.

Después del Plebiscito es hora de jubilar a los viejos estandartes de los partidos, a los clubes de amigos y al cuiquerío. Dentro de las juventudes de la UDI, de RN y de Evópoli hay personas tremendamente capaces que no vienen de castas familiares, económicas, sociales y santiaguinas, que han frenado los avances sociales de nuestro país.


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