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Nueva presidenta FEUC: «Aunque el NAU sintonice con el gobierno, seremos críticos»

Por: Joaquín Castro Mauro | Publicado: 29.10.2022
Nueva presidenta FEUC: «Aunque el NAU sintonice con el gobierno, seremos críticos» sabina orellana presidenta feuc |
Tras varios días de revisión de votos, finalmente se confirmó que la próxima presidenta de la FEUC será Sabina Orellana del NAU. En diálogo con El Desconcierto, la representante de centro izquierda analiza el actual momento del movimiento universitario y de la polémica frase que lanzó la dirigenta del Movimiento Gremial.

Luego de dos intensas jornadas de votación, asediadas por el fantasma de la falta de quórum, la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC) ya tiene nueva directiva. La lista de Nueva Acción Universitaria (NAU) encabezada por la estudiante de Derecho y Actuación, Sabina Orellana Tognarelli (22), fue quien se impuso, y lo hizo con contundencia, ganando en primera vuelta. 

Según el último informe del Tricel, la agrupación de centro izquierda obtuvo 6.896 votos, equivalente al 50,31% del total. De este modo, superó a las otras tres listas de derecha y centro derecha: Solidaridad (20,73%), Avanzar (15,88%) y 1A (13,09%).

Justamente, la lista que quedó en último lugar era encabezada por Lucía Uriarte, representante del Movimiento Gremial (MG), quien en un debate aseguró que el estallido social del 18 de octubre fue «más nefasto que la dictadura».

El hecho marcó un punto de inflexión en la campaña. Para Orellana, su declaración «traspasó límites. Yo creo que la comparación que hizo Lucía, a quien respeto mucho, fue equivocada».

–¿Esperaban ganar en primera vuelta o ya estaban proyectando una segunda vuelta?

La verdad es que el primer y más grande desafío que teníamos era llegar al quórum. Había cuatro generaciones de estudiantes que nunca habíamos votado de forma presencial para una Federación de Estudiantes y Consejería Superior.

Este escenario desconocido nos hizo enfrentarnos a una realidad que no conocíamos y así se vio en la participación el primer día, donde tuvimos 27%. Eran mil votos menos que el año pasado, así que todos los estudiantes nos movilizamos mucho porque sabemos la importancia que tiene la federación. 

–¿Por qué votó menos gente? ¿Hay descontento con la federación?

La falta de participación tiene que ver principalmente con dos cosas. Primero, han pasado dos años de pandemia que nos han restringido mucho hacer política universitaria, donde es fundamental el encuentro, el frente a frente. Por ende, el desafío era revertir esta situación y recuperar el tiempo perdido para que los estudiantes se hiciesen parte de la toma de decisiones. 

Segundo, la administración de la Universidad dificultó mucho este proceso eleccionario, entramparon mucho el uso de espacio durante la campaña. En general, la gestión de espacios comunes era muy restringida, no podíamos hacer asambleas por los protocolos sanitarios. Esto se entiende, pero llegaba un momento en el que se hacía curiosa la cantidad de barreras que nos encontramos.

Respecto al descontento, hay que salir a escuchar también, porque existe esa sensación a nivel nacional con la política. Por esa razón, hay que salir a dialogar antes de poder hacer un diagnóstico. 

La mirada al futuro de la FEUC.

–¿Cuáles son tus objetivos en este periodo de presidencia?

Mi objetivo y el de mis compañeros de lista es hacer una universidad de oportunidades, en donde el problema del otro también es mi problema. Una que nos entienda por sobre todo como personas, porque a veces a la Universidad Católica se le olvida por su nivel de exitismo.

En ese sentido, yo quiero apostar por una federación que se la juegue por el reencuentro y que volvamos a mirarnos a los ojos. Entendernos en nuestras similitudes y diferencias, y desde ahí construir esta universidad. También ese Chile que clama justicia, democracia y, por supuesto, más feminismo.

–¿Hace falta que las universidades hagan una revisión interna respecto a las formas de relación con los estudiantes?

Claro, es importante reconocer que la universidad no es la misma de hace 10 años. Llevamos un tiempo levantando banderas y es importante reconocer los logros que se han hecho. Creo que la universidad efectivamente ha abierto más sus brazos a la diversidad mediante los distintos medios de admisión especial. Por supuesto, está la gratuidad. Esto ayuda a los estudiantes de región a ingresar, ya que antes era mucho más caro y complicado hacerlo.

Sin embargo, lo que le falta es abrazar, porque una vez entra te dejan entrar, de inmediato te abandona en ese proceso de estudio y eso es lo que nosotros hemos sentido junto con los estudiantes. 

–¿Qué fue lo más se repitió en ese proceso participativo?

Que faltan instancias de encuentro por la pandemia. También que el año que volvimos a la presencialidad, la universidad ha restringido muchos los espacios. Creo que ahí las organizaciones sociales han sufrido más y, en consecuencia, quieren que nos volvamos más individualistas.

Si no podemos hacer política universitaria en nuestro establecimiento, entonces dónde. Debido a esto es que desde la federación y la organización social tenemos que salir a decir que somos una sola universidad, que tiene su propia orgánica y que es capaz también de tener una gran voz frente a los distintos poderes que existen.

–¿Cuál es la importancia de continuar el legado ganador del NAU en la FEUC?

Importantísimo, porque soy la primera mujer estudiante derecho de la historia en ser elegida y eso significa mucho. En las elecciones de la Facultad de Derecho este año nos fue muy bien, estuvimos en segunda mayoría, muy cerca de Solidaridad que representa la centro derecha, y por supuesto le ganamos el gremialismo en su casa.

De hecho, tienen una sala en honor a Jaime Guzmán y eso es un símbolo potente no solamente para quienes somos de la centro izquierda, sino también para aquellas mujeres que quieren hacerse parte de la política universitaria. Esto cuesta el doble solo por el hecho de ser mujeres, y sobre todo a las estudiantes de Derecho, porque los hombres en general tienden a tomar las banderas de liderazgo. 

¿Cuáles son las primeras medidas que impulsarán?

El NAU siempre se ha replanteado problemas difíciles de abordar, nunca con soluciones rápidas, nunca soluciones mágicas, como decía Noam Titelman, pero sí sabemos que hay un camino largo. Nosotros soñamos con una universidad en la que los estudiantes pudiesen estudiar sin endeudarse y hoy existe la gratuidad, luchamos para acabar con el subcontrato y se está iniciando un proceso de internalización, por lo cual los trabajadores estaban muy atentos a los resultados. 

Queremos una universidad donde el machismo no esté permitido y hoy existe una ley que implementa protocolos feministas. Queremos una institución con memoria y muchos nos dijeron que era imposible, que siempre iba a ser la casa de Jaime Guzmán o la casa de la derecha conservadora, y hemos avanzado. Han entregado títulos póstumos y placas memoriales para los desaparecidos.

–Llevan varios años venciendo al gremialismo en las votaciones ¿Cómo se refleja esa competencia fuera de las urnas?

El NAU nace en el 2008 en un contexto en el que Movimiento Gremial llevaba muchas federaciones seguidas, apostando por la despolitización de los estudiantes. Lo único que hacían eran viajes a la nieve y, si es que se tenía que movilizar por algo, era para estar en contra de la píldora del día después. Hace poco el MG, en esta misma facultad, colgó un cartel que nos trataba de genocidas a las mujeres que apoyamos el aborto. 

Por esta clase de situaciones no podemos confiarnos de los movimientos de centro derecha y el gremialismo. Ninguna de sus listas tenía un proyecto de memoria, porque hay que recordar que estamos en la Universidad Católica y que a veces la gente se olvida que hubo operaciones designadas por la dictadura en donde la universidad tuvo un rol activo, fue su sostén ideológico y económico. 

El desafío del NAU es mantenerse. Nosotros todos los años creemos que vamos a perder porque cada vez es más complicado hacer política para la centro izquierda en la Universidad Católica y trabajamos con mucha esperanza, pero siempre la derecha parte ganando en esta universidad yo sé que tenerlo muy claro.

La respuesta al Movimiento Gremialista. 

–¿Cuál es tu opinión sobre las declaraciones del Movimiento Gremial?

Traspasó límites. Yo creo que la comparación que hizo Lucía, a quien respeto mucho, fue equivocada y también es una falta de respeto hacia nosotros como movimiento, pero también hacia el estudiantado. Hay estudiantes que tienen familiares, que hoy no están acá a causa de la dictadura, que fueron torturados, asesinados o desaparecidos, y ante eso, como federación no podemos estar ajenos, no podemos rozar el negacionismo. 

Hay que ser muy claros con lo que pasó, tenemos que hacer memoria hoy y siempre para que no se vuelva a repetir nunca más en el futuro. Al día de hoy, hay muchas heridas que deben seguir sanando. Si bien se ha avanzado en ciertos aspectos, hay mucho por lo que seguir todavía, fueron 18 años de dictadura y esta universidad también tuvo un rol importante. Por eso hay que tener cuidado en cómo se menciona esa etapa y la declaración fue totalmente desubicada.

–Luego sacaron un video aclarando el tema ¿Consideras que esa es la postura del Movimiento Gremial, o solo de ella?

Yo creo que Lucía sabe mejor que nadie si era su opinión o era la del Movimiento Gremial. Lamentablemente, cuando una está de candidata, tiene que pensar que no habla por una sola. Yo siempre digo que el candidato es uno, pero representas a muchas personas, no solamente que militan en tu proyecto, sino también quienes confían en ti. 

Entonces hay que tener mucho cuidado con lo que uno dice. Por supuesto que el Movimiento Gremial tiene más de 50 años de historia y esta es su casa, pero no pueden decir lo que quieran sin consecuencias.

Gobierno

–¿Consideras que el movimiento universitario se ha ido apagando con el correr de los años?

Efectivamente, nosotros queremos que la Confech tiene que fortalecerse. De todas formas es importante reconocer que los logros de este año no son menores. El tema de la beca BAES es algo por lo cual nosotros nos movilizamos, no sólo este año, sino que llevamos años movilizándonos por eso. En adición, está la implementación de la Ley “yo crío y estudio”, que son grandes logros que cambian la vida de los estudiantes.

Por supuesto que la movilización estudiantil de la educación superior siempre tiene que estar en constante autocrítica. En general, a la centro izquierda en estos periodos tuvo varios triunfos seguidos y de repente se pegó un porrazo. Yo creo que es importante que nos detengamos un poco a pensar cómo se están haciendo las cosas y hacia dónde hay que dirigirse.

La educación superior y sus movilizaciones también tienen que hacerlo. Por supuesto también hay que estar muy atentos a lo que está sucediendo a nivel secundario. Considero que nosotros como estudiantes de educación superior, que participamos activamente de la movilización estudiantil, tenemos que estar muy atentos para escuchar qué es lo que se está pidiendo y sobre todo promover una salida institucional siempre para las movilizaciones. Esa es la esencia del NAU y así se logran grandes cambios. 

–¿Han tenido algún acercamiento con el gobierno o planes para dialogar con el Ministerio de Educación o la Subsecretaría de Educación Superior?

La verdad es que no nos han contactado y nosotros tampoco a ellos, porque estamos muy concentrados en lo que está pasando aquí en la universidad por sobre todas las cosas. 

De todas formas, en nuestro programa hay ciertos proyectos que incluyen a las instituciones de educación a nivel nacional, por ejemplo, repensando el financiamiento de la educación superior, la condonación del CAE y eso va más allá del gobierno de turno. También hay que dejar en claro que aunque el NAU sintonice con el gobierno, seremos críticos. Es muy importante que la Federación de Estudiantes tenga voz propia. 

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