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Subsecretario Christian Larraín y reforma de pensiones: «Aquí no hay letra chica»

Por: Talía Llanos Chacón | Publicado: 05.11.2022
Subsecretario Christian Larraín y reforma de pensiones: «Aquí no hay letra chica» Christian Larraín, subsecretario de Previsión Social | Foto: Iván Briceño
El subsecretario de Previsión Social advierte que si la alternativa a la propuesta del Gobierno es que los fondos vayan a capitalización individual, mejores pensiones “van a tener que esperar 30 o 40 años”. También subraya que es “ineludible” subir la tasa de cotización y que “los segmentos altos, mientras estén en situación de ganar más que el resto, deberán aportar a la solidaridad”.

Esta semana, el Presidente Gabriel Boric presentó en cadena nacional la Reforma Previsional, que busca poner fin a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) e implementar un sistema mixto, integrado por un agente público y actores privados.

Con el proyecto de ley, según ha destacado el gobierno, se podrán aumentar de forma inmediata las pensiones de los actuales jubilados, al dejar atrás un “sistema extremo” que “tiene deficiencias conocidas por todos”.

En conversación con El Desconcierto, el subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, ahondó en las razones detrás de los cambios al sistema de pensiones, respondió a las críticas que han surgido desde la derecha, y compartió su “optimismo” respecto a la tramitación del proyecto en el Congreso.

-¿El nuevo sistema mixto de pensiones fortalece la libertad de elegir? ¿De qué forma?

Fortalece la libertad de elegir en un ámbito bien particular: en la posibilidad de decidir qué entidad me va a hacer la gestión financiera, o va a invertir mi 10,5% de la capitalización individual. Hoy día las personas solo pueden elegir entre agentes privados, entre AFPs, para que les inviertan sus ahorros. No existe una alternativa pública como existe en el 83% de los países de la OCDE, que sí la tienen.

Uno de los elementos de esta reforma estructural es crear una nueva alternativa pública para que aquellas personas, que así lo deseen, tengan la opción de que un ente público, que opera de acuerdo a los mejores prácticas internacionales, pueda obtener buenas rentabilidades pero ofrecer una alternativa de costo de comisiones mucho más apegada a una lógica de seguridad social.

-¿A qué responde la necesidad de reconocer el trabajo en labores domésticas y de cuidados en este seguro social?

Cuando uno mira el diagnóstico de lo que son los montos de las pensiones autofinanciadas en la AFP, de las personas que se pensionaron en los últimos 15 años, llegas a una pensión a la mediana de un valor de 64 mil pesos. En el caso de las mujeres, llegan a una cifra de 30.000 pesos, en el caso de los hombres una cifra del orden de 130.000 pesos, entonces hay una brecha de más de cuatro veces.

El tema de las tareas del cuidado es una manera de reconocer que muchas mujeres terminan haciéndose cargo de los cuidados de adultos mayores, y tienen que dejar de trabajar por eso. En esta reforma, con este nuevo pilar de ahorro colectivo solidario financiado con el 6% del aporte del empleador, se le van a pagar, mientras ella esté desempleada por estar dedicada a las tareas del cuidado, se le van a pagar hasta 24 cotizaciones en la cuenta de la persona en la pensión del seguro social. También puede ser un hombre, pero la abrumadora mayoría de las personas que se dedican a esto son mujeres.

Subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín

Subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín. Foto: Iván Briceño

Fin a las AFP

-El Presidente anunció que con esta reforma se terminan las AFP. ¿Por qué diría que es necesario acabar con ellas?

Uno de los componentes de la reforma dice relación con la necesidad de tener agentes privados que sean funcionales al objetivo de la seguridad social. No nos oponemos como gobierno a la participación de los privados en el sistema, pero, al menos como las conocemos hoy, las AFP no son funcionales a los objetivos de la seguridad social.

El año 2021 las AFP cobraron un ingreso del orden de 1.100 millones de dólares, y tuvieron costos totales del orden de 500 millones de dólares, o sea los ingresos totales superaron a los costos por más de dos veces. La idea es que tengamos agentes que estén concentrados en invertir bien los fondos, que ese sea su rol, ahí agreguen valor para los afiliados, donde haya espacio para una mayor competencia.

Eso se logra con una figura donde las AFP se terminan y los privados van a operar en calidad de inversores destinados a rentabilizar los fondos. ¿Para qué? Para obtener privados funcionales al objetivo de la Seguridad Social, que es rentabilizar bien, con comisiones adecuadas para las personas.

-Desde la Asociación de AFP criticaron el proyecto, señalando que es un “retroceso” que “coarta la libertad de los afiliados”, que “siembra la duda sobre los criterios que se usarán para invertir los ahorros”. ¿Qué cree que motiva esta postura por parte de la Asociación?

Es difícil para mí interpretar las causas por las cuales la Asociación hace esas declaraciones, yo creo que habría que preguntarle a ellos. Por nuestro lado, no estamos interesados en pelear con nadie, estamos preocupados de diseñar un sistema que le mejore las pensiones a los actuales y futuros jubilados y jubiladas, y vamos a seguir concentrados en eso. No estamos preocupados ni de atacar ni de defender intereses corporativos particulares, sino que estamos preocupados de los objetivos de mejorar las pensiones.

-¿Y qué le diría a quienes se están oponiendo a la reforma, cuestionando que sus cotizaciones se vayan a un fondo común, como los adherentes del movimiento “Con mi plata no”, por ejemplo?

Bueno, yo creo que están en su derecho. El gobierno ha puesto las cartas sobre la mesa, ha hecho una propuesta que mejora en forma muy relevante las pensiones de los actuales jubilados, estamos hablando de un millón 400 mil personas, y de los que se van a jubilar en los próximos 15 años, estamos hablando de 3 millones 700 mil personas.

Estamos hablando de un universo de más de 5 millones de personas que se van a ver beneficiadas con esta reforma, con aumentos muy significativos, con especial énfasis en las mujeres. Entonces está muy bien la crítica, pero si la alternativa es que los fondos vayan a la capitalización individual, eso significa que los mejoramientos de pensiones van a tener que esperar 30 o 40 años.

Al menos, dentro de las prioridades del gobierno, nos interesa mejorar las pensiones de nuestros adultos mayores ahora, y también los del futuro.

-Hay personas como Bernardo Fontaine, por ejemplo, que han insistido que el 6% de cotización adicional no será heredable, acusando que sería la letra chica del proyecto…

Creo que el señor Fontaine está mal informado. Aquí no hay ninguna letra chica. Nosotros hemos dicho con una letra muy grande que en el 10% se va a mantener la capitalización individual y la heredabilidad, y vamos a construir un nuevo pilar contributivo, de ahorro colectivo solidario, donde en vez de haber heredabilidad, en caso de fallecimiento del causante, lo que va a haber es una pensión de sobrevivencia para la cónyuge y los hijos menores de 25 años que están estudiando.

Esto es lo que nos va a permitir construir un sistema realmente mixto, que combina por una parte la capitalización individual con el ahorro, con la capitalización colectiva solidaria, y con la participación de agentes públicos y privados en el sistema. Ese es el sistema que opera en el 83% de los países de la OCDE, y Chile lo que haría con esta reforma, es sacarnos del extremo del que estamos y llevarnos a una línea mucho más predominante en los países de la OCDE, que tienen sistemas mixtos.

“Es ineludible subir la tasa de cotización”

-¿El aumento de cotizaciones con cargo al empleador se podría interpretar como incentivo al trabajo informal? ¿Cree que es algo que pueda ocurrir?

Lo primero que uno tiene que tener claro, es que si uno quiere tener mejores pensiones, hay que aumentar la tasa de cotización. Con una cotización del 10% da lo mismo el sistema que tengamos, va a ser difícil mejorar las pensiones en forma relevante. Por lo tanto, es ineludible subir la tasa de cotización, por lo tanto, esa no es la discusión. La única discusión aquí es ver cómo hacemos para que ese aumento tenga los efectos mínimamente disruptivos sobre el mercado del trabajo.

Eso se logra con dos vías; por una parte, con un aumento gradual de la cotización del empleador como lo que va a proponer el gobierno, un 1% por año. Se logra también con un diseño de este pilar del seguro social financiado con el aporte del empleador, donde la plata de los afiliados en el 6% va a quedar completamente contabilizada en las cuentas de las personas, al igual que en el 10%, eso es importante para minimizar los efectos disruptivos.

Ahora, ¿cuál es la diferencia? Que en el 6% va a funcionar con una lógica de seguro social. Eso significa que van a haber compensaciones a los sectores medios, bajos, a las mujeres, se les va a contabilizar más de un 6%. Los segmentos altos, mientras estén en situación de ganar más que el resto, van a tener que aportar a la solidaridad. Si el día mañana caen en una situación donde sus ingresos se reducen, el sistema les va a devolver la mano. Así operan los seguros.

El hecho de que en la pensión del seguro social tú puedas ver cuánto va a ser tu historial contributivo y cuánto te va a estar rentando, igual que en la capitalización individual, contribuye a minimizar los efectos distorsionadores que pueden haber en el mercado del trabajo.

El tercer elemento para minimizar esos efectos es que, a la gran mayoría de las personas, les vas a estar anotando más que el 6%, y eso va a ser un incentivo a integrarse al sistema.

Todo en manos del Congreso

El proyecto que busca derogar el decreto de ley que creó las AFP, será ingresado prontamente en la Cámara de Diputadas y Diputados. En dicha instancia, se llevará adelante su primer trámite legislativo en las comisiones de Trabajo y Hacienda.

Las materias relacionadas a la seguridad social deben ser aprobadas por un quórum calificado, esto es, 78 votos en la Cámara y 26 en el Senado, independiente del número de parlamentarios presentes en la Sala.

¿Usted cree que estarán los votos para que se pueda aprobar la reforma en el Congreso? El escenario podría ser complejo en el Senado…

Nosotros estamos optimistas. Creemos que hemos preparado una reforma sólida, con buenos fundamentos, que tiene un objetivo claro, que es lograr mejorar las pensiones en forma significativa hoy y mañana. Estamos abiertos a dialogar con la oposición, a escuchar alternativas que logren los mismos objetivos de mejoramiento, por otras vías, si existen las conversaremos.

Pero esta es la propuesta del gobierno, creemos que es la propuesta sólida, sostenible, que nos permite avanzar a un sistema mixto.

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