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Lorena Lorca, profesora de Clínica Jurídica de U. de Chile: “La realidad trans y no binaria es brutal”

Por: Carolina Aliaga | Publicado: 12.11.2022
Lorena Lorca, profesora de Clínica Jurídica de U. de Chile: “La realidad trans y no binaria es brutal” Lorena Lorca Entrevista El Desconcierto | Cedida
La abogada Lorena Lorca imparte uno de los cursos de la Clínica Jurídica de la Universidad de Chile, instancia en la que participan estudiantes de la Facultad de Derecho y que entrega atención gratuita a personas trans y no binarias para que sus identidades sean reconocidas por el Estado, como ocurrió con el caso de Shane Cienfuegos. Especializada en este tema desde hace más de una década, esta es su experiencia.

El 14 de octubre Shane Cienfuegos, obtuvo el primer carnet de identidad no binario del país entregado a una persona mayor de edad.

El hito, que recorrió el mundo entero, requirió un proceso judicial previo, el que fue impulsado por el curso de la Clínica Jurídica de la Universidad de Chile. Dicha instancia, fue liderada por la profesora de la casa de estudios Lorena Lorca, histórica defensora de Derechos Humanos de la población trans.

Este tipo de sentencias obligan al Servicio de Registro Civil a entregar documentos de identificación a personas trans y de acuerdo ha valorado la comunidad, son una reivindicación para este grupo de la diversidad sexual y de género que ha sido invisibilizado y discriminado.

Sin embargo, la académica asegura que esta situación no debería resolverse en instancias judiciales. “No se debería necesitar un juicio. Debería ser un trámite administrativo simple”, señala.

Lorca, que ingresó como estudiante en la Facultad de Derecho en 1986 y egresó en 1990, comenzó su trayectoria en la materia desde que empezó a desempeñarse como ayudante del del Departamento de Enseñanza Clínica hasta que se tituló en marzo de 1993, año en el que ganó el concurso como profesora y así continuó liderando el curso.

En esta entrevista, la académica y experta en DD.HH. en disidencias sexuales, profundiza en el caso de Shane Cienfuegos y sus alcances, junto con alertar de la “brutal” realidad que enfrenta la comunidad trans en el país.

-¿Qué es lo relevante en la causa de Shane?

Primero que es la primera sentencia que se dicta por una Corte de Apelaciones en Chile reconociendo a una persona no binaria. Y lo otro es que Shane consiguió que se le entregara su carnet. Porque en los otros casos todavía faltaba que el Registro Civil emitiera el nuevo certificado de nacimiento, trámite indispensable para que luego se emita el carnet. En el caso de Shane sí recibió su carné y por eso también es tan emblemático.

Por otra parte, ocurrió que desde el año 2009, cuando atendimos a la primera persona trans y la representamos para que se rectificara su partida de nacimiento en cuanto al nombre y el sexo, más personas vinieron a mi curso clínico señalándonos que quieren ser reconocidas en razón de su identidad de género.

Así empecé a tener tantas causas de personas trans que llegó un momento en que era tanta la gente que venía a mí, que ya no podíamos tomar otros temas y por eso pasamos a ser una clínica que ve sólo estos casos. Y así estamos hasta el día de hoy.

-¿Cómo comenzó a desarrollarse profesionalmente en esta materia en específico?

Ocurrió que en el año 2009 participé como asistente en un seminario que organizó el Centro de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. Este seminario tenía dentro de una de las mesas a analizar, la temática trans.

Yo estaba como público y cuando terminan de exponer levanta la mano una persona que estaba sentada frente a mí, y dice “lo que ustedes están hablando de la realidad trans no es así, lo que a nosotros nos pasa es…”, y esta persona empieza a explicar cómo es realmente esa realidad.

Hasta ese momento no sabía cuál era la realidad de las personas trans. No sabía que existieran siquiera y cuando escucho esa realidad, lo único que atiné fue a tocarle el hombro y decirle que yo era profesora de Clínicas Jurídicas de la Chile y que si había algo en lo que yo pudiera ayudarle, lo haría encantada.

Entonces me dice “sí, por supuesto, lo que nosotros necesitamos es rectificar nombre y sexo registral”. Ahí le dije: “Bueno, vamos a intentar hacerlo”, y al día siguiente me tocó la clase con mis estudiantes quienes tenían distintos juicios de distintas materias.

Les conté lo que a mí me acababa de pasar y les digo “yo creo que aquí tendríamos que empezar a analizar cómo podríamos abordar esta temática y quiero saber quién de ustedes se interesaría”, porque iba a ser una actividad adicional a la que ya estábamos llevando. Y todo el curso dijo “¡Sí, yo profe!”.

-¿Cómo llegaron a especializarse en esta temática en la Clínica?

Esta clínica corresponde al primer curso clínico obligatorio que todos los estudiantes de la Facultad tienen que tomar y que impartimos 15 profesores distintos, y en los que llevamos casos de mediana complejidad, como juicios civiles, arrendamiento, comodato precario, etc.

A los y las estudiantes les enseñamos técnicas como oratoria, negociación, entrevista y, además, abordamos el enfrentamiento ético del caso

Empezamos a estudiar cómo poder abordar esto, analizamos la situación chilena, la internacional y de ahí surgió la argumentación que invocamos desde el primer semestre del año 2009 hasta el día de hoy. Esa misma argumentación permitió que se le reconociera la posibilidad a las personas trans cuando no había Ley de Identidad de Género, para rectificar nombre y sexo y reconocerle como hombre o mujer trans.

Luego, cuando se estaba discutiendo la Ley de Identidad de Género, se acercaron a mí algunas agrupaciones y me comentaron lo que se estaba pensando en esta normativa, que la rectificación de la partida de nacimiento tenía que ser judicial ante los Tribunales de Familia, y yo les decía “esto no debe ser judicial, tiene que ser administrativo”. Entonces con mis estudiantes empezamos a elaborar informes para fundamentar el criterio de que la regla general fuese que esto fuere administrativo, y finalmente la Ley dijo eso: para mayores de edad es gratuito y administrativo. Pero mantuvo lo judicial para los menores de edad entre 14 y 18 años.

Luego de que se dictó la Ley de Identidad de Género y muchas personas pensaron “bueno Lorena no tendrá más causas que llevar porque todos usarán esta Ley”, pero no fue así.

-¿Así llegó el caso de Shane a la clínica?

Así es. Esta ley no permite, por ejemplo, que los menores de 14 años rectifiquen su partida y yo sí había conseguido rectificar partidas de menores de edad, de 7 años, incluso. Tampoco permite reconocer a las personas no binarias, entonces en ese contexto llega Shane a mi curso clínico solicitándonos le representáramos ante tribunales para que se ordenara rectificar su partida de nacimiento en cuanto al sexo y se le reconociera como persona no binaria con el marcador “x”.

La causa de Shane fue la primera que presenté. Luego de eso llegaron más personas. Y ocurrió que en la causa de Shane el tribunal de primera instancia rechazó rectificar su partida de nacimiento. Entonces apelé y mientras estaba pendiente en la Corte que se dictara sentencia, otra causa que yo ingresé sí se acogió y esa es la primera sentencia de un Tribunal Civil en Chile que reconoce a una persona adulta como no binaria, que es una sentencia dictada por el Primer Juzgado Civil de Santiago. Y después obtuve una en el Juzgado de Familia de Puerto Montt de un adolescente no binario, y otras más. Ahora ya tengo ocho casos donde se ha reconocido y ordenado rectificar la partida de nacimiento para identificarles como persona no binaria.

-¿Cómo valora el resultado del caso de Shane, desde la perspectiva del trabajo de la clínica? 

Estamos felices. Felices y orgullosos porque en un trabajo que realizamos desde el 2009 hemos demostrado que una defensa judicial gratuita, como es la que nosotros entregamos, puede realizarse como la que da el mejor estudio jurídico de Chile y puede tener resultados como los que estamos teniendo.

A mí me llena de orgullo porque he podido demostrar eso, que la defensa jurídica gratuita no debe dejar de ser como la mejor defensa jurídica que puede dar un estudio privado, porque no depende del dinero el que defendamos adecuadamente a las personas.

Entonces esto es una demostración, eso es lo primero; y segundo me llena de orgullo también porque es un trabajo que hago con mis estudiantes y con mis ayudantes. Entonces yo veo que aquí vamos generando nuevas personas que tienen conciencia de esta temática, que saben cómo poder intervenir en ella, y a mí me parece que eso es clave. Y tercero, creo que es una muestra de cómo la universidad puede desarrollar extensión de forma gratuita, interviniendo y aportando a la comunidad con el mejor estándar. Así que por esas tres grandes razones, yo estoy feliz. Por supuesto que estoy feliz.

-¿Está cambiando el Poder Judicial? ¿Está fallando con perspectiva de género, con perspectiva de Derechos Humanos?

 Sí, está pasando. Al menos en esta área. Lo comparo con lo que yo vivía hace diez años atrás, eran muy pocos los tribunales que dictaban sentencias favorables y nos costaba bastante más obtener sentencia. Había un prejuicio mayor, había menor comprensión a esta realidad y menor aplicación del derecho con énfasis en los derechos humanos.

Hoy en día yo noto que hay más comprensión. Todavía hay casos en que no tienen esta nueva mirada, pero por ejemplo, yo quisiera destacar mi experiencia con lo que ha ocurrido con los Tribunales de Familia.

He llevado varios casos en los Tribunales de Familia, estamos hablando de personas entre 14 y 18 años que se reconocen como hombre o mujer trans o como persona no binaria y en general el trato de los jueces y juezas ha sido muy adecuado.

Sin embargo, se observa que hoy cuesta más que eso mismo ocurra en los Tribunales Civiles, tanto porque no tienes ese contacto directo con el juez, sólo se presentan, en muy contadas ocasiones puede ser que veas la cara del juez, como porque en muchas de las resoluciones que los jueves dictan falta aplicación de la perspectiva de género con énfasis en los derechos humanos, pero esto va cambiando favorablemente, de a poco. Por supuesto falta todavía, pero ¿se ha avanzado? Por supuesto que sí.

¿Qué faltaría desde el judicial en vistas de lograr una plena inclusión de la comunidad LGBTQ+ en general?

Faltan muchas cosas. De hecho, por ejemplo, la Ley de Identidad de Género, el nombre de esta ley te permitiría pensar que va a analizar muchos aspectos relacionados con la identidad de género y no sólo cómo rectificar una partida de nacimiento. Y, sin embargo, la ley regula cómo rectificar una partida de nacimiento, pero hay temas que dicen relación con la realidad de las personas trans, con el acceso al trabajo; la situación de las personas trans en su cotidiano y estoy pensando en temas de salud, por ejemplo, que la ley no regula y deberñia hacerlo.

Hay además una situación histórica en que se ve que el Estado trató y ha tratado muy mal al mundo trans. Las mujeres trans en la época de la dictadura eran golpeadas, detenidas y vejadas.

Entonces estoy mencionando distintos aspectos que te hacen ver que falta mucho regular en esta materia.

Ahora, por otra parte, te hago presente que de todas maneras siento que mientras estemos pensando que necesitamos más leyes siempre vamos a encontrar entonces como justificante que como no está esa ley yo no puedo hacer u obtener determinada cosa y, en estas materias, creo que eso no es así pues Chile ha ratificado tratados internacionales en materia de Derecho Humanos que le impone un estándar de obligación.

Como Chile lo ratificó, se obliga, y a raíz de eso Chile tiene que hacer ciertas cosas y no necesita leyes especiales para.

En este sentido, la Corte Suprema ha sido muy clara al decir “a mí, como Corte Suprema de Chile me obliga lo que la Corte Interamericana haya resuelto en materia de Derechos Humanos, porque como Estado ratificamos la Convención Interamericana y eso implica tener en consideración y aplicar los estándares que la Corte Interamericana fija”.

Esto me parece que es clave porque si seguimos esta línea -yo lo interpreto así- no necesitaríamos tener más leyes que especifiquen en detalle esta situación. Si no, ¿cómo es que he obtenido todas estas sentencias favorables sin que haya una ley especial que regule esta materia? Es porque lo estamos interpretando también desde la perspectiva de Derechos Humanos.

-Desde la perspectiva persona ¿Cómo valora el trabajo que ha llevado a cabo la clínica?  

Yo lo hago feliz, ¿es que sabes lo que pasa? Que el tema de las personas trans y no binarias es brutal.

Fíjate que en un momento yo representaba una cantidad de personas enorme y más del 50% había tenido intentos concretos de suicidio, no solo ideación suicida, sino que intentos concretos, porque la realidad que viven cuando se les ignora, se les desconoce, se les discrimina, es brutal. Entonces estamos hablando de un problema muy serio, en que está corriendo riesgo la vida de esas personas porque no los reconocemos. Entonces, si estamos hablando de algo tan básico, tan esencial, ¿Cómo no intervenir en eso? ¿Cómo no hacerlo?.

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