Diputado Raúl Soto por inmigración irregular: Hace falta una “operación rastrillo”

Más allá de la agenda política de corto plazo, marcada por las polémicas en la Cámara de Diputadas y Diputados o la negociación del nuevo proceso constituyente, la ciudadanía tiene dos grandes preocupaciones respecto a las cuales el Gobierno y la clase política deben tomar nota: la seguridad y el costo de la vida.

Y sobre ambos temas conversamos con el diputado PPD Raúl Soto, ex presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados en una nueva edición del programa Manos Libres en colaboración con El Desconcierto.

En su análisis, Soto parte señalando que “el gobierno está teniendo un cambio de chip en general, y estamos empujando para que así sea, respecto a la crisis de seguridad que, desde mi perspectiva, tiene tres grandes ejes. Primero, el conflicto en la Macrozona Sur, pero también la crisis de inmigración irregular en el norte y a lo largo de todo el país, y tercero, el narcotráfico, el crimen organizado y las nuevas formas delictuales que son cada vez más violentas que tienen que ver también con el narcotráfico”.

“Si uno mira los meses anteriores, ha faltado fuerza y decisión, existen algunos amarres ideológicos que hay que ir cortando en sectores oficialistas. Hay que tender puentes hacia el otro lado (la derecha) para terminar con los gallitos políticos porque (desde ahí) hay también aprovechamiento en esta temática. Vale decir, es necesario que todos abandonemos las trincheras y colaboremos para llegar con soluciones concretas en torno a la seguridad”, sostuvo.

Más adelante, el diputado Raúl Soto profundizó sobre los mecanismos que el país debiera implementar para hacer frente al masivo ingreso irregular de inmigrantes, con las graves consecuencias que ello ha generado.

Foto: Agencia Uno.

“En esto se requiere un control de las fronteras. Aquí hay algo que se viene arrastrando de gobiernos anteriores. Sebastián Piñera fue a invitar a los venezolanos en Cúcuta y hoy tenemos las consecuencias de aquello, y para ser ecuánime, también lo hizo Michelle Bachelet en su momento con los haitianos. Por lo tanto, hay responsabilidades ahí de esta inmigración descontrolada que ahora nos tiene en una situación de conflictividad social importante. Es algo que está afectando nuestra convivencia, porque nos hemos transformado en un país importador de nuevas formas delictuales. Entonces, hay que robustecer el control de las fronteras, también persiguiendo y expulsando a las personas que vienen a delinquir porque hay que entender que esto se trata de sentido común. Hay sectores que te dicen ‘noo, migrar es un derecho humano, abrimos las puertas y que vengan todos los que quieran’, pero no ven la capacidad real que tiene el Estado de recibirlos en condiciones dignas. Y tienes el otro lado que te dice ‘tenemos que cerrar el paso a todo, acá no entra nadie, hacemos una zanja o una muralla china’. Y ambas cosas son absurdas”.

“Aquí simplemente lo que hay que hacer es una operación rastrillo para decir ´todas las personas que vinieron a delinquir tienen que irse, no son bienvenidas, y todos quienes vienen a aportar, a trabajar, a desarrollar sus condiciones de vida dentro del marco de convivencia social que tenemos como pacto en Chile, serán muy bienvenidas’. Quizá hacer esto entregándole facultades a las Fuerzas Armadas o con la creación de una nueva Policía de Fronteras…en fin, hay distintas ideas para fortalecer aquello”, comenta.

Gran pacto económico-social

En relación a la compleja situación económica que se anuncia para el país, Raúl Soto abogó por llegar a un acuerdo entre los distintos sectores.

“Se nos viene una recesión, y yo creo que hay que hacer un pacto económico y social, como se hacía en los años 90, donde estén sentados a la mesa los grandes empresarios, las pymes, los trabajadores a través de sus representantes sindicales, el Parlamento, el Ejecutivo, y que lleguemos a un acuerdo respecto a medidas concretas para incentivar la productividad, la inversión, el crecimiento económico y el empleo, y para generar también condiciones de políticas sociales que vayan en directo beneficio de la población”, sostuvo.

En su opinión, “uno echa de menos un poco esa política que en tiempos de crisis e incertidumbres se podía hacer, sentando a los actores de forma transversal para llegar a acuerdos y sacar al país adelante”.

“Hay terrorismo en la zona”

En torno a La Araucanía, región que recibió la primera visita del Presidente Gabriel Boric durante su mandato, Soto dijo que hay varias variables a la hora de realizar un análisis.

Por un lado, “tenemos un gobierno con uno de sus sectores que es Apruebo Dignidad, que le costó mucho entender que teníamos que tener un Estado de Excepción Constitucional porque todo lo que ellos creían, creen o quieren como solución es el diálogo político para ir a la causa del tema”, acotó.

Agencia Uno

“Y por el otro lado tienes a una derecha, también bien empoderada, que te dice ‘no, lo urgente y lo necesario es el problema de la seguridad, que es la consecuencia del conflicto, y por lo tanto, hay que ir por más Estado de Excepción, concentremos nuestro trabajo en el tema represivo, en las policías, no nos interesa el diálogo político’. Entonces, yo digo, si esa va a ser la lógica de atrincheramiento, que hemos tenido, por lo demás, durante décadas, nunca vamos a lograr de verdad enfrentar la problemática de manera integral”, indicó.

Para el expresidente de la Cámara, “acá es deber del Estado ir a la causa del problema con diálogo político, tener una mano abierta para ello, pero por el otro lado, con una mano bien firme y cerrada para enfrentar los problemas de seguridad y entregar condiciones de vida lo más seguras posibles para las familias que allí viven. De lado y lado estamos en un permanente gallito ideológico que nos impide avanzar y yo espero que seamos capaces de dejar eso de lado”.

Consultado por su experiencia como presidente de la Cámara de Diputados en esta materia, Soto detalló sus definiciones al respecto.

“La verdad es que conocí la realidad en primera persona. Me reuní con pueblos originarios, con organizaciones mapuche, con comunidades pacíficas, con los alcaldes, con el gobernador, con los militares a cargo del Estado de Excepción, con los fiscales de la zona, con los carabineros, con todos. Y la conclusión es que hay un Estado que ha abandonado a la Macrozona Sur durante muchos años. Vale decir, hay comunas y municipios que dependen de la empresa privada, así de directo, que tienen incapacidad de ejecución de proyectos debido a las condiciones de inseguridad, que tienen pobreza extrema», indicó.

En este contexto, añadió: «¿Qué necesitamos? Tres cosas: enfrentar la crisis de seguridad con decisión y firmeza, con fortalecimiento y mantención de los Estados de Excepción, con apoyo en toda índole a las policías para poder complementar la labor que están haciendo los militares junto a un fortalecimiento del Ministerio Público para que pueda hacer las investigaciones con más eficacia, pero también por cierto con diálogo político para ir solucionando los problemas de fondo, como la restitución de tierras con todo lo que haya que ir haciendo para lograr el desarrollo de la paz; y, en tercer lugar un plan de inversión social muy robusto y muy potente”.

“Y ahí los principales problemas tienen que ver con la posibilidad de ejecución de proyectos, la protección de infraestructura crítica parece ser una medida que ayudaría a solucionar aquello, también los problemas de agua son algo que se repite mucho por parte de las comunidades, los problemas de tierras que se han eternizado por la burocracia… Ahora, yo digo con toda claridad, hay terrorismo en la zona y es un deber desde nuestro mundo, de la centroizquierda enfrentarlo con decisión”, finalizó.

• El programa “Manos Libres” en colaboración con El Desconcierto se transmite semanalmente en nuestro canal de YouTube.