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Karim Bianchi: «Cuando necesiten votos para elegir expertos, la tapa va a llegar hasta Marte»

Por: Joaquín Castro Mauro | Publicado: 14.01.2023
Karim Bianchi: «Cuando necesiten votos para elegir expertos, la tapa va a llegar hasta Marte» Senador Karim Bianchi | Senador Karim Bianchi
El senador independiente no está contento con el proceso constitucional. En diálogo con El Desconcierto asegura que se creó un “monstruo que le puede reventar en la cara a la clase política” y descarta participar de cualquier pacto. Además, compara la elección del Fiscal Nacional con “El Juego del Calamar” y habla de la oscura figura de Raúl Guzmán en el Senado.

El senador Karim Bianchi Retamales (39) aterrizó en el Congreso en marzo de este año, impulsado por la fuerza que tiene su apellido en la Región de Magallanes.

Su padre, Carlos Bianchi, es un reconocido caudillo de la zona. Se convirtió en el primer senador electo fuera de pacto, rompiendo con el sistema binominal. Tras llegar al límite de reelección, hizo un enroque con su hijo y le dejó su puesto en hemiciclo, mientras él tomaba el suyo en la Cámara de Diputados.

Desde entonces, Karim ha estado buscando su tono, aprovechando la soltura que le da ser independiente. Se articuló en una bancada con la Democracia Cristiana y Fabiola Campillai. En paralelo, se posicionó como una de las voces más críticas del nuevo proceso constitucional.

“No espero nada de lo que escriban ellos, ya no sueño con cambios profundos, porque vamos a tener a la mitad de la derecha diciendo que no”, dispara con pesar en conversación con El Desconcierto.

– ¿Está pensando en participar de algún modo en el proceso constitucional? ¿Apadrinar algún candidato de manera independiente, por ejemplo?

No me motiva mucho, porque mi objetivo es tener una Constitución que se parezca a lo que en algún momento Chile deseó. Sigo creyendo que merecemos una buena Constitución, que no tenga los límites de la actual y, sobre todo, que participe la gente. 

Quienes negociaron todo lo ven como un cacho, porque requiere tiempo y todos están preocupados por otras cosas, pero se puede hacer bien consultando y aprendiendo de los errores. 

«No creo en el proceso»

– ¿Le molesta que se haya limitado la participación de independientes?

El hecho de que haya habido listas independientes que no dieron el ancho, no significa que los partidos vengan y se queden con el proceso para ellos. 

Estas elecciones de pactos y listas tratan de distorsionar la voluntad democrática. Por eso yo soy contrario a esto. Creo que esta Constitución es un montaje realizado por los partidos tradicionales y un amaño de la clase política en complicidad con el Presidente de la República para sacar de esto un proceso a puerta cerrada controlado totalmente. 

Tomando eso en consideración, no sé si sirva de mucho llevar un candidato cuando ya sabes el resultado que va a existir. La reforma plantea un órgano que es una extensión del Congreso pero más encima controlado. 

Me incomoda que los parlamentarios no tengan la libertad de responder a un mandato ciudadano. Están creando un monstruo que le puede reventar en la cara a la clase política.

–¿Se pusieron demasiados límites en el acuerdo?

Son demasiados. Hay muchos límites a lo que se debe elegir y eso hará que se legisle con miedo y control. Además, hay un monopolio absoluto de las fuerzas políticas y eso no le da limpieza a lo que pueda salir.

Le da control a un par de personas que manejan el país y que están muy ligados a los grupos de poder. Por ende, el sistema está mal parido en la concepción. 

–¿Descartado completamente unirse a un pacto si se lo ofrecen?

Completamente, porque no creo en el proceso. Si es que hay alguien por fuera del sistema, como lo hice yo, quizás lo apoye. 

Pero meterme en los pactos o listas de partidos es completamente imposible debido a que me despreciaron, pero cuando necesiten los votos para elegir a los expertos, la tapa va a llegar hasta Marte. 

La elección de Fiscal Nacional: «Se parece mucho al Juego del Calamar»

–Con Valencia ya elegido como nuevo Fiscal Nacional ¿Cuál es su evaluación de este proceso?

Fue algo lamentable. Yo insistí en este proyecto para que el Fiscal Nacional fuera elegido mediante votación popular, para que la persona que ganara estuviera en el cargo cuatro años y se pudiera someter a evaluación su trabajo, para no tener una tortura de ocho años nuevamente. 

Pero esto se parece mucho al Juego del Calamar, donde todos tratan de eliminarse, incluso entre los mismos candidatos, filtrando información en los medios.

Por mi parte, dentro del Senado yo me sentí como un cardenal, porque esto se parecía mucho a la elección del Papa… costó que saliera humo blanco. Encima esto sienta un precedente, porque después viene elegir al contralor con estos antecedentes detrás. 

–¿Qué lecciones se sacan de este proceso?

En todo ese tiempo, estábamos escuchando a los candidatos, pero esto fue hecho de la peor manera porque los candidatos le hablaron al Senado y al gobierno, pero nunca le hablaron al país. 

Por ende, lo que concluyo de las tres presentaciones es que el gobierno nunca fue claro en lo que quería en materia del Ministerio Público. 

Por eso mis preguntas en las sesiones fueron acerca de cuáles serían los principales ejes que cambiarían para que la situación en el país. 

–¿Cuál fue el rol que cumplió la exministra Ríos en todo esto?

No escuchamos nunca a la ministra, no se sostenía su continuidad desde hace un tiempo. Sin embargo, era una persona que estaba para no generar un conflicto mayor, pero que ya no aguantaba, era un fusible que estaba a punto de quemarse.

La negociación nunca la llevó ella, las encargadas fueron Carolina Tohá y Ana Lya Uriarte. La ministra Ríos simplemente estaba ahí presente en las reuniones por cumplir. Era obvio que la iban a sacar tarde o temprano.

No obstante, me parece raro que pasaran tantos errores seguidos con los indultos. No pueden hacerlo tan mal si no es a propósito. Me parece que cortaron un eslabón débil y para darle una señal a la derecha de que están abiertos al diálogo. 

A pesar de toda esta trama, nunca quedó claro, luego de tres candidaturas, qué clase de Ministerio Público vamos a tener. 

–El gobierno al principio habló de contar con una Fiscal Nacional mujer, pero eso al final no se dio. ¿Fue por un cálculo de votos o faltó un plan?

Se entregaron a los votos de los sectores políticos y nunca idearon una estrategia. Sin eso, difícilmente puedes transmitir convicciones y encontrar a una persona indicada para resolverlo. 

Yo voté con la mayor convicción para apoyar al gobierno, porque si no era Valencia, quien seguía era Agustín Meléndez, una persona a la que considero que está inhabilitada para ser siquiera Fiscal Regional. 

–¿Por qué razón?

Meléndez lideró una investigación por dos años en la que viajó por todo Chile, en donde se le pidió que investigara qué pasaba en el Sename y decidió archivar todas las causas argumentando que no pasaba nada. 

Al tiempo después tuvo que ser la Unicef quien colocara una denuncia donde se investigó la situación. En el transcurso, encontraron más de 200 niños en condiciones deplorables y eso no lo vio quien hoy es el Fiscal Nacional subrogante. 

Incluso, la Cámara de Diputados hizo una comisión investigadora que acreditó lo negligente que fue el fiscal Meléndez. Entonces, me parecería impresentable, más con todo lo que hizo el Presidente Boric cuando era diputado en los temas de infancia, promover a un tipo que lo único que hizo fue dilatar durante dos años las causas de menores en Chile.

–¿Su voto entonces fue para evitar a Meléndez más que por convicción con Ángel Valencia?

Considero que Valencia tiene las habilidades y el carácter para asumir el cargo, de eso no cabe duda. Pero me hace ruido tanto contacto con el mundo político. 

Yo considero que es mejor que venga gente de fuera y que llegue a esta posición no por su vida social, si no por su trabajo y considero que Valencia tiene redes por muchos lados. 

–Con todos los nexos que Valencia tiene en el mundo político ¿Podría seguir el legado de Abbott respecto a las investigaciones por corrupción política? ¿Se tuvo en cuenta ese posible escenario?

Es difícil prejuzgar, porque pasaba lo mismo con el fiscal José Morales. Los dos son parte de la élite de este país y nuestro deber de ahora en adelante será acompañar y fiscalizar su función. 

Y espero que todos colaboren con ellos, porque más que darme miedo el Fiscal Nacional, me dan miedo los colegas que quieran protegerse con este nombramiento. 

Entonces, cuando propuse cambiar el método de elección no les gustó mucho, porque quieren tener control de estos cargos. Valencia es más cercano a ese tipo de gente, que a la gente que requiere justicia. A mí me gustaría que fuera al revés.  

–¿Cómo quedó la relación del gobierno con el Senado?

La relación venía mala de antes. En específico, su trato con la oposición es bastante fluida, el problema está con los senadores que integran la coalición de gobierno. 

Porque cuando no hay una estrategia que pueda incluir a los parlamentarios de tu sector se comienzan a dar pequeñas negociaciones que buscan beneficios. El congreso es una instancia muy importante, pero esto lo rebaja a una especie de mercadeo que es lo que instala el gobierno. 

Esto repercute principalmente en quienes son afines al gobierno porque ven que es mejor criticarlo porque saben que van a recibir algo a cambio. 

La red de “amiguismo” en el Senado

–Desde hace varios años que se va gestando malestar en los trabajadores del Senado respecto al trato que les da el secretario Raúl Guzmán. ¿Usted lo ha constatado?

Esto se puede dividir en dos ámbitos: el puramente administrativo y el trato profesional. En cuanto al primero, yo vengo de la Cámara de Diputados donde todo está más desordenado que en el Senado. Pero aún así, la presente la administración funciona mucho mejor, es todo más moderno. 

En el Senado tengo problemas con los pupitres y demás cosas que se necesitan para trabajar. Es todo peor que en la Cámara. Y los trabajadores legítimamente han levantado la voz, porque no es el mejor clima laboral. 

Inicié una defensa a los trabajadores en la Comisión de Régimen Interno donde estamos defendiendo a quienes han sido despedidos injustamente y acá hay un maltrato. 

–¿Cree que hay protección de parte de senadores al secretario Guzmán?

Existe un amiguismo y un trato para quedarse callados y no hablar contra los responsables. Es poco democrática la forma que tiene de administrar y es incómodo constatar cómo los trabajadores están en esas condiciones. 

Solicitamos que se haga un estudio de clima laboral externo para tomar medidas respecto a lo que sucede. Lo malo es que el secretario cuenta con la venia de la mayoría y de los senadores.

Hace poco tiempo, un trabajador fue despedido de forma totalmente ilegal y la Fiscalía del Senado dijo que todo fue irregular. Aún as,í se empecinaron en despedirlo y lo sacaron. 

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