A qué van las cinco listas al Consejo Constitucional: Así se podría mover el mapa político

La elección de Consejeros Constitucionales del 7 de mayo representará una prueba de fuego para las cinco listas que competirán en las urnas. Cada una de ellas enfrenta un escenario particular y los resultados de los comicios definirán su línea de acción tanto dentro como fuera del órgano constituyente.

Derivado de lo anterior, es que los partidos detrás de las listas están muy al pendiente de cualquier situación que pueda cambiar el panorama, ya que tener un número de representantes considerable dentro del Consejo les asegura una base electoral para las próximas elecciones. En consecuencia, el rol que cumplirán en la segunda parte del proceso constitucional es fundamental para sus aspiraciones.

Republicanos en búsqueda del liderazgo del sector

“El Partido Republicano (PR) no quiere una nueva Constitución, pero ya estamos embarcados en ese proceso”, dijo a EmolTV el candidato de la colectividad Luis Silva. Esas declaraciones para gran parte de los demás partidos, especialmente para Chile Vamos, es una muestra clara de cuál será el objetivo del partido de José Antonio Kast en el proceso: Resistirse a los cambios.

Desde el PR descartan categóricamente que el objetivo de sus consejeros sea ser una piedra de tope que no negocie y que busque mantener la Constitución actual. En una declaración a El Mercurio su presidente, Arturo Squella, aseguró que quienes piensan que su objetivo es el boicot “están muy equivocados” y que buscarán aportar desde su visión al proceso. Una muestra de ello fue la nominación de Carlos Frontaura como experto, quien es bastante elogiado por sus compañeros de labor en la Comisión Experta.

Lo cierto es que a pesar que los republicanos no firmaron el Acuerdo por Chile y se retiraron tempranamente de las negociaciones argumentando que se debía realizar un nuevo plebiscito de entrada, porque el triunfo del rechazo era evidencia de que la ciudadanía no quería una nueva Constitución, actualmente y según los sondeos de opinión, son una de las listas que saldrá más beneficiada de los comicios.

El diputado Juan Irarrázaval confía en que el domingo el PR podrá demostrar que es un actor político relevante y que su objetivo es poder tener un consejero en cada región grande. “Creemos que nuestro proyecto debería crecer y consolidarse en estas votaciones. Nuestra proyección es sacar al menos un consejero en las cuatro regiones del país que escogen cinco candidatos (Valparaíso, RM, Maule y La Araucanía), más otro en Los Lagos y alguno más en otra circunscripción”.

La estrategia del PR ha girado en torno a ir ganándole terreno y electorado a Chile Vamos con sus propuestas. Por ende, su rol dentro del Consejo Constitucional será defender gran parte del texto actual, específicamente en lo que respecta a derechos sociales, Estado subsidiario y materias valóricas, debido a que no son partidarios del Estado social y democrático de derechos. Sin embargo, también pretenden buscar cambios en temas institucionales para asegurar la seguridad de la población.

La sobrevivencia el PDG

La colectividad comandada por Franco Parisi enfrenta un escenario complejo en la interna y las elecciones se visualizan como una oportunidad de retomar el rumbo que tuvieron el 2022 o confirmar su cuesta abajo.

A mediados del año pasado, el PDG comenzó a perder militancia, lo que permitió que Partido Comunista (PC) le quitara el primer lugar como la colectividad con más personas inscritas.

Desde ese momento, su rumbo ha tenido bastantes altibajos. En diciembre del 2022, a solo nueve meses de asumir en la Cámara Caja, los diputados Víctor Pino, Roberto Arroyo y Yovana Ahumada renunciaron a la tienda con fuertes críticas al manejo de la directiva, motivados por conflictos internos con su par Gaspar Rivas.

A esto se suma lo sucedido con Karla Añes, candidata del partido por la Región de Arica que estuvo 5 años y un día en la cárcel por tráfico de drogas, situación que la inhabilita constitucionalmente para ser candidata a un cargo de elección popular.

Además, al igual que los republicanos, el PDG no era partidario de continuar con el proceso constituyente y empujaron la idea de un nuevo plebiscito de entrada, lo que no fue acogido por los demás sectores.

Por ende, el Consejo Constitucional se presenta como una oportunidad de levantarse de estas polémicas. Su objetivo es sacar entre tres y cinco consejeros, equivalentes a un 10% del órgano constitucional. Con esta cantidad de cupos pretenden ser una “conexión” entre oficialismo y oposición, pero también ser una fuerza a los que los partidos tengan que recurrir si quieren contar con los votos necesarios para aprobar sus propuestas.

En adición, los candidatos a consejeros cuentan con 15 compromisos constitucionales en los que se incluyen elementos como: un Estado pequeño y eficiente, derecho a la seguridad, derecho a la vivienda propia, modernización del Estado, derecho a elección en el sistema de pensiones y salud.

Chile Vamos apuesta su capital político

El sector que más protagonismo tuvo durante las negociaciones para habilitar el nuevo proceso constituyente fue Chile Vamos, con los presidentes de los respectivos partidos que conforman la coalición, siendo los más involucrados en las reuniones que se dieron en el ex Congreso Nacional.

Finalmente, producto de sus gestiones lograron una de sus grandes anhelos: que una Comisión Experta redactara una anteproyecto y que este luego fuera utilizado como base por los consejeros.

Sin embargo, pasados los meses de la firma del acuerdo, el panorama para Chile Vamos parece difuso. La amenaza constante de que el Partido Republicano gane terreno en las regiones donde tradicionalmente la centro derecha ha sido dominadora es más real que nunca.

Por ende, las alertas están encendidas en todos los niveles del conglomerado. En el sur, zona históricamente ligada a la derecha, las posiciones se han endurecido y al electorado le seduce más el discurso del PR. El presidente UDI en La Araucanía, Ricardo Senn dijo a La Segunda que “hay un electorado desencantado con el abandono y las pocas medidas de seguridad para la región”.

Sumado a esto, el fuego cruzado entre ambos conglomerados ha sido recurrente en el último tiempo. “Yo creo que hay una derecha que lidera José Antonio Kast que está buscando el fracaso de este proceso”, dijo Hernán Larraín Matte en conversación con Ex-Ante, advirtiendo que “el Partido Republicano votó en contra de este acuerdo constitucional. Y por lo tanto, no hay una convicción de la necesidad de cerrar este capítulo”.

Dentro de la Comisión Experta, el diagnóstico es similar, los representantes de Chile Vamos están expectantes de los resultados del domingo, por lo que han sostenido reuniones toda la semana para tratar el tema y han mostrado apertura en ciertos temas con los comisionados oficialistas.

En consecuencia, los objetivos de Chile Vamos al interior del Consejo Constitucional pueden variar, pero su aspiración inicial es sacar más de 15 representantes.

En el papel, empujarán medidas como la coexistencia del Estado subsidiario dentro del Estado social y democrático de derecho, énfasis en la seguridad, la libertad de elección en los sistemas de salud y pensiones, dejando fuera temas como derechos sexuales y reproductivos.

No obstante, todo puede cambiar si el PR toma fuerza en el Consejo, ya que la estrategia inicial, si esto llega a pasar, sería la de replegarse y buscar una alianza transversal con los sectores de centroizquierda al interior del órgano.

Todo por Chile busca no desaparecer

A fines del año pasado, la decisión del PPD de ir en dos listas a las elecciones de consejeros tensionó a las fuerzas oficialistas y contravino los deseos del Presidente Gabriel Boric de que las dos coaliciones de gobiernos fueran juntas a la elección.

Ahora, el escenario que enfrentan los integrantes de Todo por Chile, PPD, DC y Radicales, es intentar sacar el mayor número de consejeros que puedan para tener algún nivel de relevancia dentro del órgano y no se repita lo sucedido en la Convención Constitucional donde solo tuvieron dos representantes (Fuad Chahin y Felipe Harboe).

Por esta razón, la presidenta del PPD, Natalia Piergentili tomó las riendas de la situación y resolvió ser ella misma candidata por la Región Metropolitana. No obstante, lo que no estaba en los planes de la timonel del partido era que su campaña pasara a segundo plano por factores externos.

El apoyo de Ricardo Lagos a Jaime Ravinet, la disputa de Chile Vamos con Republicanos y la fuerte presencia de Unidad para Chile han hecho que la lista recalcule sus posibilidades en la elección. Desde Todo por Chile apuestan por alcanzar siete escaños en el Consejo Constitucional.

Derivado de esto, Piergentili salió a bajar las aspiraciones del sector, diciendo que esto es un proceso que va más allá de las elecciones de consejeros. “Esta es una apuesta política de largo plazo y queremos sentar las bases desde esa perspectiva. Solo una mirada numérica achicaba la capacidad de analizar cuáles son los desafíos que la centro izquierda y la socialdemocracia tienen para adelante”, dijo.

A pesar de estas declaraciones, si el escenario la noche del domingo es inferior a los pronósticos, voces al interior del PPD abogarán por la salida de Natalia Piergentili de la presidencia del partido.

Quienes salgan electos por esta lista buscarán cambios moderados enfocados en los derechos sociales, pero sin reformas tan profundas que puedan cambiar la institucionalidad actual, tomando en consideración que probablemente no tengan la cantidad de votos necesaria para impulsar apuestas propias.

El deber de Unidad para Chile

La otra lista oficialista Unidad para Chile reúne a Apruebo Dignidad, PS y PL, quienes luego de abogar hasta última hora por ir en lista única no pudieron convencer a sus pares del PPD. Por esta razón, el panorama que enfrentan estos partidos es representar al Ejecutivo en el órgano constituyente.

Para el PC, y sobre todo para el FA, no fue fácil levantar la lista, al tener sus principales cuadros en el Ejecutivo y el Congreso. Además, no resultaba muy motivador que los candidatos electos quedaran inhabilitados para competir en la próxima municipal o parlamentaria.

Consciente de la complicada situación que enfrentan, el presidente de Revolución Democrática, Juán Ignacio Latorre, dijo en entrevista con T13 noche, que en el proceso deben darse acuerdo amplios que. «Yo lo que aspiro es que al final ese Consejo Constitucional esté obligado a buscar acuerdos transversales para la Constitución», reflexionó.

Desde Unidad para Chile esperan tener entre 14 y 15 consejeros electos de un total de 50. En el pacto, piensan, que quienes más escaños alcanzarían sería el FA (Convergencia Social, Revolución Democrática y Comunes). Mientras tanto, el Partido Socialista espera sacar consejeros en las regiones más grandes y donde tradicionalmente les va bien en las senatoriales.

Desde las colectividades tienen asumido que serán minoría en el Consejo Constitucional, por ende, su estrategía será aliarse con los que salgan electos en la lista de Todo por Chile para así tener 21 votos y contar con poder de negociación en el órgano.

Sus principales banderas serán las de garantizar la mayor cantidad de derechos sociales que puedan, sistemas de salud y pensiones universales, seguridad, modificar el Tribunal Constitucional y tener una Constitución habilitante que permita al Parlamento discutir sobre temas como el aborto.