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Juan José Lyon por caso Convenios: “No me extrañaría una salida política”

Por: Claudio Pizarro | Publicado: 09.07.2023
Juan José Lyon por caso Convenios: “No me extrañaría una salida política” |
Ante la actual crisis en materia de asignación de fondos públicos, el Presidente de América Transparente asegura que el caso que involucra a varias fundaciones y militantes activos de partidos políticos, está recién explotando y podría ser aún más grave. “Para mí es un futuro caso SQM”, augura.

La coyuntura política por la entrega de fondos a fundaciones por afinidades políticas, en algunos casos de manera irregular, podría servir para construir una nueva institucionalidad respecto a fiscalizaciones en materia de transparencia pública.

Eso es lo que opina Juan José Lyon, presidente de América Transparente, siempre y cuando no termine como la comisión Engel, asegura, que propuso cambios importantes en material municipal, pero cuyas recomendaciones no fueron del todo implementadas.

– ¿Te sorprendió realmente el denominado caso convenios?

No me sorprende porque da cuenta de un espacio donde lamentablemente los esfuerzos por la transparencia no han llegado. Hace un tiempo nos dimos cuenta que no llegaron a los municipios o a entidades ligadas a ellos como sus corporaciones, pero desconocíamos esta forma de defraudar a través de convenios con fundaciones sin fines de lucro.

-Uno de los problemas más evidentes tiene que ver con el vínculo de estas fundaciones con partidos políticos, como pasó en Antofagasta, con relaciones muy estrechas entre militantes. ¿Qué piensas de ese punto?

Para mí es un futuro caso SQM, en el sentido que está partiendo como algo ligado a un sector político, pero estamos hablando de miles de fundaciones que tienen convenios con el Estado. Entonces no me extrañaría que estuviesen ligados alcaldes, que haya ocurrido también en el gobierno anterior o que no sólo se limite a un grupo ligado a Revolución Democrática. Esto recién está explotando.

-Es una caja Pandora.

Exactamente, y tenemos para rato porque son demasiados los montos involucrados. En Chile tenemos 300.000  fundaciones, en su mayoría realizan trabajos pequeños, pero también tenemos casos como el de Democracia Viva  o fundaciones más grandes. Todavía está pendiente ver qué pasa cuando se creen mecanismos que hagan más fácil la fiscalización, para poder revisar el registro y saber quién está detrás. Cuando alguien del Estado contrata a otro para hacer una pega,  tú sabes sus horas extras, la profesión y quién le paga. Eso te permite chequear eventuales conflictos de interés, dobles contrataciones o puertas giratorias. Pero una contratación que hacemos indirectamente a través de una fundación, con un convenio, no sabemos nada. Por eso es muy tentador esconder ese tipo de situaciones a través de estas fundaciones.

-Suena bien mafioso, en verdad.

Es que lo es, la corrupción va mutando, como dijo el Contralor. Entonces van buscando lugares donde es más fácil esconder ese tipo de malas prácticas, y sabemos que con las reformas a las compras públicas eso es más difícil y empiezan a aparecer  estas organizaciones como corporaciones, organizaciones vecinales, fundaciones, donde lamentablemente a través de estas asignaciones directas es más fácil esconder la corrupción.

«Tenemos corrupción de ambos lados»

-¿Y qué piensas de una eventual caza de brujas?

Claro, eso es lo malo: meter a todos en el mismo saco. En el caso, por ejemplo, de Techo Chile que ha hecho un trabajo conocido, me extrañaría mucho que hubiese algo político de corrupción ahí.

-María Jaraquemada, que ahora preside la comisión de expertos para la probidad, habló de la posibilidad de generar una  institucionalidad más sólida a partir de este crisis.

Ese es el lado bueno de todo esto, que todas estas reformas de transparencia que te hablaba antes surgieron también de casos de corrupción. Todo lo que tenemos hoy en día en transparencia activa, en fiscalización de compras públicas, viene del caso MOP-Gate,  del caso sobresueldos. Entonces me parece bien este impacto para entender que la corrupción está encontrando esos espacios de opacidad. Si acá, obviamente, hay gente que está haciendo bien la pega, pero lo que se necesita es transparencia total.

-Y también herramientas para saber todo acerca de estas organizaciones…

Hoy día tú ves un convenio por 200 millones y no tienes idea de quién está detrás, los directorios se cambian y a veces ni siquiera tienen página web. Toda la documentación no está al alcance de los periodistas, ni de la ciudadanía. Y para el mismo Estado es difícil también hacer una fiscalización porque este mecanismo no está  dotado de un marco de transparencia.  Por eso se producen los abusos.

-¿Cómo cuáles?

Hemos visto contratos con algunas fundaciones que podrían ser licitables, como luminarias, bombas de agua, cosas que  podrían entrar en una compra pública. Necesitan un proveedor, por así decirlo, y no una organización que esté detrás. Lo que hemos visto en el caso de Democracia Viva es que había un brazo político para trabajar dentro de los campamentos, cuando la asignación contemplaba cosas que eran comprables.  Un estanque de agua se puede comprar a través del Mercado Público, no se necesitaba tener un convenio. Y como están las cosas, tampoco sabemos cuánto gastó Democracia Viva en esos tambores de agua o luminarias o señaléticas.

-¿Cree que está bien que Contraloría haya congelado los traspasos de fondos?  

Contraloría acotó aún más cuáles son los congelados, pero por un lado me parece peligroso dejar de cubrir la necesidad de una comunidad. Quizá el Contralor sabe más cosas que nosotros y el asunto es bastante más grave para que haya una medida tan drástica que nunca habíamos visto.

-¿Y qué piensas de esos cambios de giro repentinos de acuerdo a la naturaleza de los convenios?

Bueno, eso te hace sospechar de una mala práctica, no sólo con Democracia Viva, han aparecido más fundaciones que se les otorga un convenio o una asignación directa y no tenían el giro o lo sacaban en el Servicios de Impuestos Internos después. Algo parecido a lo que vimos en los tratos directos durante la pandemia. Afortunadamente, saber el giro de una fundación o corporación o empresa, requiere ahora apenas de dos clics, es algo fácil de ver, entonces llama la atención si hubo negligencia, omisión o algo derechamente irregular.

-Hace poco Cristóbal Huneeus, director de Data Science de Unholster,  dijo que veía difícil una salida política porque no vislumbraba a un Longueira como en el caso Mopgate, ¿compartes la mirada?

Lo he pensado un poco también, creo que cuando partió el caso Penta lo hizo como algo de la derecha, pero luego se descubrieron boletas por financiamiento irregular en todos los sectores y ahí recién se encuentra una solución. Yo creo que  acá podría pasar lo mismo, porque esto está demasiado nuevo. El caso estalló hace como dos semanas, con suerte, y todos los días hemos conocido nuevas fundaciones y casos.  No se ve como una contraparte para, por así decirlo, negociar una salida.

-Una salida política, claro.

Sí, a mí no me extrañaría que eso ocurriera, porque  la corrupción es más fácil ejercerla donde hay opacidad y lo que hemos visto es transversal a todos los sectores políticos. O sea, no digo que la corrupción sea algo masivo, pero sí tenemos corrupción de ambos lados.

-¿Estás de acuerdo con la conformación de la comisión de expertos propuesta por el presidente?

Tengo esperanza que la comisión sea un aporte porque son tan grandes los escándalos que hemos visto, por lo montos involucrados y la cantidad de fundaciones, que sería importante que esas sugerencias encuentren un eco en la legislación, para así mejorar pronto toda esta opacidad presente, y no termine como la comisión Engel que propuso muchos cambios municipales pero que lamentablemente no hemos visto. Lo digo porque a veces, lamentablemente, se hacen comisiones y cuando llegan al congreso es la clase política la que falla. Espero que eso no ocurra.

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